Diciembre 13, 2023

Grandes universidades de EEUU, bajo la lupa por acusaciones de «antisemitismo»

La rectora de la Universidad de Pennsylvania dimitió y piden la renuncia de las de Harvard y el MIT

Polémico mensaje sobrevolando el campus universitario: «Harvard odia a los judíos»

La guerra de Gaza se ha cobrado su víctima institucional más relevante en Estados Unidos. La rectora del patronato de la Universidad de Pennsylvania -la décimoquinta mejor del mundo según el ránking de Shangái- presentó su dimisión este sábado en medio de un boicot de donantes. Fue la reacción a las declaraciones de Elizabeth Magill ante la Cámara de Representantes sobre si realizar llamamientos en favor del genocidio de los judíos es antisemitismo (en EEUU la palabra «antisemitismo» se usa para referirse a los ataques a los judíos, pese a que ese es un término obsoleto que incluye fenicios, o sea, libaneses, árabes, eritreos y acadios del norte de Irak).

La comparecencia de Magill en el Comité de Educación, el miércoles pasado, puso el último clavo en su ataúd. La ya ex rectora prestó declaración al mismo tiempo que sus homólogas de Harvard (Claudine Gay) y del Instituto Tecnológico de Massachusetts o MIT (Sally Kornbluth). Las tres dieron respuestas muy similares a las preguntas de la representante Elise Stefanik, una de las más destacadas defensoras de Donald Trump.

Las respuestas fueron legalistas, técnicas, frías y desapasionadas, posiblemente excelentes para un ejercicio académico pero no para un acto político televisado en la era de las redes sociales. En un país, EEUU, en el que, por primera vez hay una parte de la población que simpatiza abiertamente con los palestinos y cuestiona la identificación total que Washington tiene con Israel, y que está formada mayoritariamente por jóvenes universitarios.

Si Gay, Magill, y Kornbluth dejaron algo claro es que las máximas representantes de unas instituciones académicas que cobran 100.000 dólares anuales de matrícula, sin contar alojamiento, seguro médico o material académico, viven, literalmente, en una torre de marfil.

La ya ex rectora Elizabeth Magill, durante su comparecencia.

«DEPENDE DEL CONTEXTO»

Así que, ante la pregunta de si pedir el genocidio de los judíos viola el código de conducta de sus instituciones, Gay y Magill respondieron que «depende del contexto», mientras Kornbluth negó que haya habido ningún llamamiento semejante en el MIT. No contenta con eso, Magill añadió que «si las declaraciones se transforman en actos, podría ser considerado acaso».

Con esas declaraciones, Magill había sellado su destino. Y, posiblemente, Kornbluth y Gay Las tres ha sido blanco de una dura campaña en redes sociales acompañada de cancelaciones de donaciones multimillonarias a sus instituciones.

Cuando menos, es sorprendente la filosofía y los matices que se toman la idea del genocidio las tres intelectuales, cuando dirigen universidades en las que los alumnos pueden rechazar lecturas o ejercicios que les provoquen malestar si éstos fueron escritos por autores que tenían esclavos o eran homófobos o racistas. Y en las que los estudios clásicos son cuestionados sobre argumentos tan solidos como que en la Grecia clásica no había mujeres filósofas.

Las universidades que han hecho de la asignación de pronombres ‘él’ y ‘ella’, ‘suyo’ y ‘suya’ una bella arte, que escriben ‘latinxs’ porque ‘latino’ es sexista y en las que los estudiantes se pueden tomar días ilimitados «por razones de salud mental» sin presentar ningún justificante, necesitan debatir profundamente cómo y cuándo llamar al exterminio de los judíos está mal.

«INCONCEBIBLE»

Pero la reacción no es sólo algo republicano. El portavoz de la Casa Blanca, Andrew Bates, declaró que «es inconcebible que haya que decir que los llamamientos en favor del genocidio son monstruosos y la antítesis de lo que representa este país». El gobernador demócrata judío de Pennylsvania, Josh Shapiro, las calificó de «inaceptables», y 70 legisladores de los dos partidos pidieron la dimisión de las tres rectoras.

Tras conocer la dimisión de la rectora de la primera de ellas, Stefanik, que podría tener un alto cargo en el Congreso o en el Gobierno si Donald Trump gana las elecciones de 2024, tuiteó: «Una fuera, ahora a por las otras dos». Paradójicamente, uno de los alumnos más famosos de Pennsylvania -o, como se la conoce en EEUU, ‘UPenn’- Donald Trump, no pidió ninguna dimisión.

Los donantes han empezado a retirar o congelar sus fondos. Algunos, como el financiero Bill Ackman -que defendió a Elon Musk cuando éste dijo que los judíos son enemigos de los blancos- se han sumado a las exigencias de dimisiones.

La suspensión de las donaciones tiene poca influencia financiera en el corto plazo, porque las universidades estadounidenses -al igual de los ‘think tanks’ de ese país- tienen lo que se llama el patrimonio (endowment). Son inmensas cantidades de dinero invertidas en todo tipo de activos financieros siguiendo criterios propios de Wall Street. Hasta el punto de que muchas de ellas, siguiendo el ejemplo de la Universidad de Yale, han hecho historia en el mundo de los mercados financieros por sus gestores, que han robado en ocasiones a algunos de los fondos de inversión más grandes del mundo.

Así, Harvard tiene un patrimonio de 47.250 millones de euros; el MIT, de 22.830; y Pennsylvania, de 19.240. Pero la pérdida de donaciones supone una caída de prestigio para las universidades y, sobre todo, cuestiona su crecimiento a largo plazo. Muchos de los megadonantes que han dicho a Magill que se vaya o se van ellos y se llevan su dinero están financiando edificios, centros de investigación, facultades o proyectos multimillonarios. Y esas donaciones nunca van a universidades pequeñas, porque éstas no les dan el mismo brillo.

 

Fuente: El Mundo



Este sitio web únicamente utiliza cookies propias con finalidad técnica, no recaba ni cede datos de carácter personal de los usuarios sin su conocimiento. Sin embargo, contiene enlaces a sitios web de terceros con políticas de privacidad ajenas a las de Comunidad Judía de Guayaquil que usted podrá decidir si acepta o no cuando acceda a ellos.