12 Dic Cuando el gobierno falla, los civiles toman el mando
El 7 de octubre, los ciudadanos israelíes mostraron su resiliencia. Ante la lenta respuesta de las autoridades gubernamentales al conflicto, la sociedad civil y los grupos privados intervinieron, al subrayar el papel crucial de las ONG en las crisis.
Antes del estallido de la Guerra de las Espadas de Hierro, las ONG no recibieron pleno reconocimiento ni apoyo por su importante trabajo, tanto en el sector público como en el gubernamental. En ese momento, las ONG eran vistas como socios «agradables» a los que los gobiernos podían delegar responsabilidades cada vez mayores, pero que sólo proporcionaban respaldo financiero parcial.
Esta actitud cambió cuando ocurrió el desastre. La crisis expuso cuán críticas se habían vuelto estas organizaciones para responder a necesidades urgentes. Cuando la calamidad cayó sobre Israel, demostró cuán lentos son los canales gubernamentales oficiales, en comparación con la respuesta inmediata de la sociedad civil. Al llenar el vacío, las ONG demostraron su valor en tiempos de crisis de una manera que ya no podía pasarse por alto.
Al llenar el vacío, las ONG demostraron su valor en tiempos de crisis. (Facebook)
Un año de donaciones en un sólo mes
Los datos de la plataforma de recaudación de fondos sin fines de lucro JGive muestran un aumento sorprendente en las donaciones, desde el comienzo de la guerra. Se recaudaron más de 170 millones de NIS para más de 1.000 ONG en primera línea, gracias a la generosidad de más de 140.000 donantes individuales.
De hecho, las donaciones recibidas a través de JGive en 2022 representan un abrumador 95% del total de fondos recaudados para ONG en lo que va de año. A medida que se desarrolló la crisis, la tecnología filantrópica de JGive resultó invaluable. La plataforma ofrece soluciones de pago, campañas personalizadas de recaudación de fondos y herramientas innovadoras de gestión de donaciones para personas, fundaciones y empresas que deseen apoyar a organizaciones aprobadas de inmediato.
JGive trabaja para fomentar una cultura de donación y sirve como punto de encuentro para conectar las necesidades con la voluntad de ayudar de los donantes. En respuesta a los acontecimientos de octubre, JGive lanzó el Fondo de Emergencia Juntos Ganaremos. Las donaciones se distribuyen como subvenciones a ONG en el campo y, las decisiones de asignación, las toma un comité de expertos externos dirigido por el ex comandante de la Fuerza Aérea de Israel, el general de brigada (retirado) Elyezer Shkedy. Esto garantizó que los fondos llegaran a aquellos más capaces de aliviar las dificultades y salvar vidas en el terreno.
Donde faltaba respuesta, la sociedad civil destacó
Udi Lavi, ex subdirector del Mossad y miembro de la junta directiva de JGive, argumenta que «los residentes de la periferia estaban expuestos a lagunas funcionales en los ministerios gubernamentales, algunas, inevitablemente, debido a las circunstancias, otras, como resultado de la falta de planificación y otras, como resultado de la incapacidad de realizar».
Lavi: «La laguna más flagrante y dolorosa fue la sincronización en el tema de las víctimas, las personas desaparecidas y los rehenes». (Ilan Bsor)
Lavi se unió al Foro de Protesta Alufim, que se movilizó el 7 de octubre para ayudar a las comunidades de la periferia a afrontar la terrible ruptura y los desafíos de la recuperación. Según él, las laguna más flagrantes y dolorosas en la respuesta a esas comunidades fueron «la sincronización en el delicado tema de las víctimas, las personas desaparecidas y los rehenes, entre las distintas fuerzas de seguridad; la falta de respuestas inmediatas en las áreas de bienestar, educación y economía y, finalmente, operar las principales ramas económicas de los kibutzim, lo cual fue realizado por voluntarios».
Con el tiempo, según Lavi, el Estado respondió en dos etapas: el inicio de la administración Nuevo Horizonte y, más tarde, la administración de Reconstrucción, dirigida por Moshe Edri.
El gobierno necesita a la sociedad civil, especialmente en crisis
Adir Schwartz, presidente del movimiento Despertar de Jerusalem y director del Centro Civil de Jerusalem, apunta que «gran parte de la actividad voluntaria se realiza localmente para centrar la asistencia. El Centro Civil de Jerusalem, por ejemplo, se estableció ya el primer día de la guerra y, desde entonces, ayudó a decenas de miles de personas, gracias a 5.000 voluntarios, al satisfacer una amplia gama de necesidades: desde ayudar a los evacuados, alojamiento, transporte, cuidar niños de las fuerzas de seguridad, donaciones de equipos y alimentos y más».
Adir Schwartz: «Gran parte de la actividad voluntaria se realiza localmente para centrar la asistencia.» (Sharon Gabay)
Odem Barzilai, una joven residente de Jerusalem y voluntaria en el Centro Civil, cuenta: «Brindamos asistencia en diversos campos, desde equipos y comida caliente, hasta apoyo emocional y terapia. Soy parte del equipo que relaciona las solicitudes con la entidad, que puede responder: ‘Se les entrega, según el nivel de urgencia’. Hay casos urgentes para tratamiento el mismo día, como familias que necesitan un lugar donde dormir, después de salir del lugar donde fueron acogidas, o falta de comida para los bebés».
En estos días, el Centro Civil se centra en eventos urgentes y se coordina con los organismos de asistencia social, para comprender cómo el Estado maneja los casos e intervenir según sea necesario.
Odem Barzilai: «Brindamos asistencia en diversos campos, desde equipos y comida caliente hasta apoyo emocional y terapia». (Cortesía)
En cuanto a las afirmaciones sobre lagunas en la respuesta gubernamental, Schwartz enfatiza que «todo gobierno, incluso el mejor, necesita una sociedad civil activa, especialmente en las primeras semanas, después de un desastre de esta magnitud». En su opinión, «esto no es necesariamente un error, sino una característica. Esto es parte de la solidez de la sociedad israelí, la economía israelí y la sociedad civil en tiempos de emergencia».
Schwartz explica que hay tareas que la sociedad civil puede realizar y que un gobierno no puede, por definición. «Sólo la sociedad civil puede ser flexible y eficiente, gracias al personal voluntario y a la naturaleza de las actividades», comenta.
«Sólo la sociedad civil puede ser flexible y eficiente, gracias al personal voluntario y a la naturaleza de las actividades.»
En sus palabras, «es importante para los israelíes tener plataformas de alta calidad como JGive que, por un lado, puedan responder al espíritu excepcional de generosidad y caridad y, por otro lado, se pueda confiar en que no explotarán ese espíritu de generosidad», afirmó.
Todos se movilizaron, menos el gobierno
Raanan Arizon, propietario y fundador de Raanan Bashetach Ltd. y consultor organizacional senior, es uno de los iniciadores del complejo de tratamiento especial para los sobrevivientes de la masacre del festival de música Nova, que comenzó en Ronit Farm y ahora opera en Beit Yitzhak.
Se establece un centro de apoyo mental para los sobrevivientes de la masacre del festival de música Nova. (Granja Ronit)
«El deseo inicial era hacer algo significativo a la luz del gran caos», explica. «Después de deliberar, surgió la idea de tratar a los supervivientes de Nova, porque se suponía que nadie los trataría». Ya el 8 de octubre se decidió establecer un lugar de curación, con un tratamiento rápido y de calidad para cualquier persona expuesta a un trauma de cualquier nivel. «Pensé que vendría por poco tiempo y ayudaría a 10 personas al día, al cabo de una semana ya eran 1.000», concluyó.
Raanan Arizona.: «Las autoridades entendieron su responsabilidad, pero el gobierno aún no cumplió su responsabilidad». (Cortesía)
«Las dos personas que confiaron en la iniciativa y quisieron ayudar fueron el empresario Noam Lanir y el general de brigada Elyezer Shkedy, que dirige el fondo de emergencia de JGive, del que recibimos una subvención que nos permitió proporcionar una ayuda inicial», cuenta Arizon.
En sus palabras, «ambos entendieron que el papel del Estado es cuidar de las personas, pero en este caso hubo una demostración de propósito por parte de los ciudadanos que sustituyeron al Estado», afirmó.
Hoy, dice Arizona, el estado se puso en contacto, pero aún no entró en escena, en la práctica. «Las autoridades locales entendieron su responsabilidad, pero el gobierno central aún no complió su responsabilidad. Hay buenas intenciones, pero todavía no se tradujeron en un plan y presupuesto prácticos. Las donaciones que recibimos no cubren los costos, y si el El Estado no entra en escena, lamentablemente se espera que detengamos la iniciativa», sostuvo.
«La participación social es la base de una sociedad civil sólida».
(Arik Sultan)
Ori Ben Shlomo, director ejecutivo y fundador de JGive, resume: «La plataforma JGive se creó con el entendimiento de que la participación social es la base de una sociedad civil próspera. Como tal, requiere asociaciones intersectoriales y comunitarias, expresadas tanto a través del voluntariado, como de la financiación. Nos alegró descubrir en tiempo real, hasta qué punto las infraestructuras que desarrollamos para ayudar en épocas rutinarias son fundamentales para establecer importantes iniciativas civiles durante las emergencias. Vimos con nuestros propios ojos cómo una infraestructura tecnológica que crea una conexión única entre los donantes, las ONG, las empresas y las fundaciones filantrópicas permiten a la sociedad civil entrar en el ‘vacío’ creado y actuar de inmediato, para brindar asistencia donde sea necesario», finalizó.
Fuente: Ynet Español