La probabilidad de guerra en el norte es la más alta desde 2006, según las FDI

Oficiales militares aseguran que les preocupa que Nasrallah identifique las debilidades de Israel, en medio de las protestas por la reforma, y ponga a prueba la paciencia del Ejército a pesar del riesgo de un gran conflicto.

Funcionarios de seguridad y miembros de las Fueras de Defensa de Israel (FDI) manifestaron que el riesgo de una guerra con Hezbollah a través de la frontera norte, es el más alto desde el final de la Segunda Guerra del Líbano en 2006. Benjamin Netanyahu fue informado de las preocupaciones en una reunión convocada para discutir la creciente tensión con la organización terrorista que es respaldada por Irán.

La Oficina del Primer Ministro (PMO) dio a conocer a medios de comunicación la reunión programada y añadió una vaga declaración al término de la misma. Por lo tanto, no es descabellado suponer que el gobierno pretendía no sólo alertar a la opinión pública, sino también enviar un mensaje claro a Hassan Nasrallah, secretario general de Hezbollah.


Nasrallah dando un discurso a los terroristas de Hezbollah.
(Aziz Taher)

Netanyahu y un selecto grupo de ministros también fueron informados sobre un intento de contrabando de armas a través de la frontera jordana, que, según los funcionarios, pretendía llegar a agentes terroristas en Cisjordania. Funcionarios de Inteligencia Militar describieron cómo se intentó incitar al terror en la zona, con financiación transferida por las facciones terroristas Hamás y Jihad Islámica, a través de bancos locales.

Nasrallah, cambiando sus tácticas, envió a la Unidad Radwan -encargada de invadir las comunidades israelíes en caso de guerra- a la zona fronteriza, e Irán se encuentra ejerciendo presión sobre el grupo islamista con base en Líbano, para que actuara contra las FDI, según dijeron los funcionarios en la reunión del domingo, que también señalaron que Teherán no estaba interesado en una guerra total entre el grupo terrorista e Israel.

Sin embargo, Teherán advirtió a Hezbollah de que no iniciara una guerra con Israel, para no desperdiciar la oportunidad de tomar represalias, en caso de que las FDI atacaran sus instalaciones nucleares.


Hassan Nasrallah, tiendas de campaña de Hezbollah en la frontera norte, Benjamin Netanyahu. (Alex Kolomoisky, EPA)

Ávido seguidor de medios de comunicación israelíes, Nasrallah aprovechó la oportunidad para advertir a Israel de que no tomara medidas en respuesta a sus provocaciones.

El líder iraní entiende que cualquier acción militar israelí, ya sea en el norte o en el sur, se beneficiaría del elemento sorpresa y, aunque hubo cobertura mediática del reciente incidente en la frontera norte, el secretismo se convertirá en un elemento crítico del éxito de Israel.

La declaración emitida por la PMO tras la reunión informativa con los responsables de seguridad afirmaba que Netanyahu aceptaba las recomendaciones de los militares para evitar el conflicto. La declaración podría verse como un voto de confianza del primer ministro a sus oficiales de seguridad, pero también podría ser su forma de eludir responsabilidades en caso de que el conflicto fuera inevitable.

Hasta ahora, las FDI, y especialmente el comandante superior del sector norte, tuvieron que hacer frente a continuas provocaciones de Hezbollah, como tiendas de campaña instaladas en territorio israelí, que no habían sido retiradas, así como otras infracciones de la soberanía israelí que debilitaron su propia capacidad de disuasión.


Benjamin Netanyahu y el teniente general, Herzi Halevi. (Kobi Gideon)

A pesar de las crecientes tensiones, los servicios de inteligencia militar siguen creyendo que Nasrallah no está interesado en iniciar una guerra, sino que, por primera vez en 17 años, está dispuesto a poner a prueba la paciencia de Israel y, si es necesario, a participar en una ronda de combates de varios días de duración que podría descontrolarse fácilmente.

Aunque la guerra no fuera inminente, las advertencias expresadas en cartas enviadas por altos oficiales de las FDI sobre las repercusiones del impulso legislativo de la coalición para alterar el sistema judicial israelí, no dejan lugar a dudas: Nasrallah ve a Israel debilitado por los conflictos internos y el deterioro de las relaciones con Estados Unidos.

El jefe del Estado Mayor de las FDI, teniente general Herzi Halevi, se aseguró de reflejar su acuerdo con las valoraciones presentadas al primer ministro antes y después de la aprobación de la legislación el pasado lunes, cuando Netanyahu finalmente accedió a reunirse con él.

 

Fuente: Ynet Español



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