Un equipo de fútbol alemán con raíces judías desde 1898 acaba de hacer historia


Los jugadores del TuS Makkabi Berlin celebran tras el gol a 1:1 contra el SV Sparta Lichtenberg en la Final de la Copa del Estado de Berlín en el Mommsenstadion.

Fundado como club deportivo judío hace más de 120 años, en la actualidad el Makkabi de Berlín cuenta con destacados jugadores no judíos, así que ¿por qué sigue enfrentándose al antisemitismo?

Uzi Dann

El pasado fin de semana, el equipo de fútbol Makkabi Berlín hizo historia al ganar la copa local de fútbol de la capital alemana. El Makkabi Berlín se fundó en 1898 como club para jóvenes judíos, como reflejaban su nombre y su identidad judíos. Ahora, sin embargo, sus jugadores proceden de todo el mosaico étnico que conforma Berlín, independientemente de su religión, etnia o raza. El equipo cuenta con un jugador de origen iraní, Kiyan Soltanpour, mientras que su capitán es el israelí-alemán Doron Bruck.

El último partido de la temporada se disputó el sábado contra el Sparta de Lichtenberg, ante nada menos que 4.600 espectadores. El Makkabi de Berlín remontó tras una dramática prórroga y se impuso por 3-1. Dos jugadores de origen turco marcaron durante la prórroga: Can Saker con un lanzamiento de falta y Caner Ozcin (en el minuto 5 de la prórroga).

La presencia en el partido del embajador de Israel en Alemania, Ron Prosor, que felicitó a los ganadores, es también una muestra de la atención que suscitó el partido. No sólo se trata del primer equipo «judío» que consigue semejante logro, sino que, según el reglamento de la Copa alemana, los equipos que ganan copas locales acceden automáticamente a la primera ronda de la copa nacional. Debido a cómo está estructurada la Copa de Alemania, existe la posibilidad de que el Makkabi se enfrente a un equipo potente de la primera división del país e incluso de que reciba a equipos punteros.


Los jugadores del TuS Makkabi Berlin celebran durante la final de la Copa del Estado de Berlín contra el SV Sparta Lichtenberg en el Mommsenstadion.

Por desgracia, además de lo que el equipo ha hecho para promover el diálogo entre judíos y no judíos y su interacción en el campo, Makkabi Berlín ha sido y sigue siendo blanco del antisemitismo, lo que puede deberse precisamente al diálogo y la inclusión que el equipo ha promovido. Uno de los incidentes más notables ocurrió en el 2006, cuando hinchas y jugadores del equipo contrario gritaron consignas como «Judíos a las [cámaras] de gas», «Heil Hitler», «Führer, Führer» y «Auschwitz ha vuelto». No sólo no fue un incidente aislado. De hecho, las cosas han empeorado en los últimos años.

Hace unos seis meses, el equipo juvenil del club celebró una victoria con la bandera israelí además de la pancarta del club, en la que figura el símbolo del movimiento deportivo mundial Maccabi. Los jugadores del otro equipo amenazaron con «enviar [a los jugadores del Makkabi] a las cámaras de gas si no bajaban las banderas». El equipo contrario también hizo saludos nazis y profirió insultos antisemitas, aturdiendo a los jugadores del Makkabi. El informe del árbitro sobre el incidente llevó al castigo y suspensión de algunos jugadores del equipo contrario, pero el árbitro fue acusado de estar «comprado por el dinero sucio de los judíos».


El logotipo del TuS Makkabi Berlin.

Cuando en 1898, en un discurso pronunciado en el Segundo Congreso Sionista, Max Nordau pidió el avance de un «judaísmo muscular», no estaba pensando en el fútbol. Se habían creado clubes deportivos judíos en toda Europa Central -incluso en Alemania y Austria- que promovían la gimnasia, la natación, el boxeo y, más tarde, otros deportes, incluido el fútbol. Los nombres de los clubes reflejaban el heroísmo judío y el sionismo, como Hakoach (la fuerza), Bar Kochba, Gideon y Maccabi. Como importante centro judío, Berlín no era diferente.

Bar Kochba, que debe su nombre al líder de la revuelta contra los romanos en el siglo II, se convirtió en algo más que una asociación deportiva, proporcionando un lugar de encuentro para los jóvenes judíos en torno a la cultura y el sionismo, además de los deportes. El club tuvo sus logros atléticos de los que presumir en las décadas de 1920 y 1930, con la participación de destacados atletas judíos de su época, como la estrella del atletismo Lilli Henoch, el atleta olímpico Elias Katz y Felix Simenauer, que destacó en los primeros Juegos Macabeos, el equivalente judío de los Juegos Olímpicos, en 1932.

A partir de 1911, el Bar Kochba también tuvo un equipo de fútbol, pero poco después se fundó el Hakoah de Berlín -que tenía un famoso homólogo en Viena- y el fútbol fue su principal foco de atención. El Bar Kochba contó con la participación de decenas de miles de atletas de 24 países, sobre todo de Europa Central, y especialmente de Alemania. Bar Kochba Berlín y Hakoah Berlín se fusionaron en 1929 y operaron bajo el nombre de Bar Kochba/Hakoach.

En 1933, cuando los nazis llegaron al poder, todo cambió. Se prohibió a los judíos y a los equipos judíos participar en competiciones deportivas. En 1937, el equipo realizó una gira por la Palestina británica, pero al año siguiente, tras los pogromos antijudíos de la Noche de los Cristales en Alemania, se disolvió formalmente, al igual que otras organizaciones judías.


Jamal Musiala, del Bayern de Múnich, celebra su segundo gol con Eric Maxim Choupo-Moting durante el partido de liga de la Bundesliga contra el FC Colonia en mayo.

Los judíos formaron su propia liga Maccabi y el Bar Kochba/Hakoah de Berlín fue el mejor equipo de la liga y ganó varios campeonatos. Inmediatamente después de la Segunda Guerra Mundial, se restableció el equipo de fútbol Hakoah Berlin, pero en 1953 se fusionó con otro equipo local, con lo que perdió su nombre y su identidad judía. Más tarde, en 1970, se refundó la asociación deportiva judía de Berlín. Es esa organización la que opera como Makkabi Berlin.

La asociación incluye fútbol, baloncesto, voleibol, natación, gimnasia, gimnasia rítmica, tenis de mesa, puntería y ajedrez. Cuenta con más de 500 deportistas activos y miles de seguidores. Su afiliación está abierta al público más allá de la comunidad judía.

De hecho, gran parte de sus atletas no son judíos y en ella se mantiene un diálogo permanente sobre la relación entre judíos y no judíos. En la próxima temporada, el Makkabi de Berlín podría enfrentarse a equipos de la Bundeliga como el Bayern de Múnich o el Borussia Dortmund.

 

Traducción: Comunidad Judía de Guayaquil
Fuente: Haaretz



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