Marzo 20, 2023

Sólo Netanyahu puede poner fin al caos

El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu.

Por: Gideon Levy

Todavía está aquí, para disgusto de muchos, y todavía es una figura clave, a pesar de las señales de debilitamiento. Benjamin Netanyahu es el único que puede poner fin a la vorágine que se ha apoderado de Israel. Él es el único, por eso la responsabilidad que ha sido puesta sobre sus hombros es tan pesada. Es el único, por eso debe tomar acciones de inmediato. Sólo Netanyahu puede, para citar el lema de la antigua campaña del Likud, por eso debe liderar la salida de este lío, cuyos costos -para el estado, el público y para él personalmente -se están acumulando a una velocidad espeluznante.

Y no, no tiene que renunciar o capitular. Todo lo que tiene que hacer es seguir lo que su corazón y su mente le están diciendo que haga: estar de acuerdo con el esquema del presidente Isaac Herzog. Esto es presumiblemente lo que habría hecho si estuviera en la cima de su poder, si fuera libre para actuar, no rodeado de una pandilla de captores extremistas que lo tomaron como rehén. Incluso sus más grandes detractores dicen que Netanyahu estaba dispuesto a aceptar la mayoría de las previsiones, y que sólo el ministro de Justicia, Yaniv Levin, y el parlamentario, Simcha Rothman, presidente del Comité de Constitución, Ley y Justicia de la Knesset, evitaron que lo hiciera.

Netanyahu no puede ser absuelto de culpa y responsabilidad. Es el único que llevó a Israel a este torbellino. Se puede asumir que no lo esperaba y definitivamente no lo quería, y que comprende el daño que causará mejor que toda la gente que lo rodea. Así que no puede alegar ignorancia, o retratarse como si hubiera sido descarriado. No lo fue. Él es el primer ministro y el presidente del partido Likud. Pero no está claro si pagaría un precio político mayor sacudiéndose a Levin o cediendo ante él. Pero debe hacer algo, y podría beneficiarse de ello.

La personas más despreciada y admirada de Israel, debe anunciar que apoya el esquema del presidente. Puede decir que cree que la propuesta original de Levin es preferible, pero agregar que las condiciones han cambiado más allá del reconocimiento. Israel no está listo para la revolución de Levin, y una mayoría la rechaza. Este Israel ha declarado su caso con firmeza y, sorprendentemente, el mundo ha hecho lo mismo. Una nueva realidad ha sido creada. A partir de ahora, el plan de Levin no puede ser juzgado sin tomar en cuenta sus ramificaciones de lejano alcance y sus altos costos. Unos jueces mizrahi y de derecha podrían caer en paracaídas en la Corte Suprema, pero Israel sangrará, junto con Netanyahu y el Likud.

Ahora, un líder fuerte y valiente, puede y debe ponerse de pie y decir: No consideramos la extensión de la resistencia, que va más allá de la resistencia política de rutina. Es más profunda y amplia. Es imposible, en un estado democrático, ignorar tal resistencia y seguir adelante como si nada sucediera. Es imposible derribar el poder judicial cuando más de la mitad de la nación lo apoya en silencio y la otra mitad está loca de rabia. Es cierto que muchos de los opositores, que lo odian apasionadamente, continuarán persiguiéndolo pase lo que pase, pero no todos ellos y no con la misma rabia.

Las cosas han cambiado. El golpe de estado judicial se ha convertido en algo menos importante. La resistencia es lo que es importante. No puede ser ignorada. Después de todo, incluso si toda la legislación propuesta es promulgada -y puede ser promulgada -Netanyahu y la derecha perderán su legitimidad en Israel y en el extranjero. Él y los legisladores de su partido no necesitan ese dolor de cabeza.

¨Después de comprender que grandes porciones de la nación, y del mundo, no pueden aceptar toda la revolución, decidí apoyar el esquema del presidente, que incluye algo de ella¨, dirá. Le derecha de Levin e Itamar Ben-Gvir aullará, pero realmente no tiene un sustituto para Netanyahu. Él, por otro lado, aún podría recuperar algo de su antigua gloria y legitimidad. ¿Qué más podría desear alguien que en cuestión de semanas se transformó del Sr. Carisma a una sombra de sí mismo, un hombre muerto caminando, golpeando en las puretas del mundo capitalista como un leproso, extendiendo su mano como un mendigo, bajo una agresión sin precedente -incluso de personas que aprecia y cuyas opiniones valora?

Esto no será rendirse, Señor Primer Ministro, será una victoria. La victoria de la sabiduría.

 

Traducción: Comunidad Judía de Guayaquil
Fuente: Haaretz



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