Marzo 3 de 2023

Prediciendo una dictadura, el ex primer ministro Barak dice que los ciudadanos pueden necesitar desobedecer a los líderes

El ex primer ministro Ehud Barak habla en una conferencia organizada por Haaretz, 23 de febrero del 2023.

El Likud presenta una denuncia policial contra el ex primer ministro, ministro de defensa y jefe de estado mayor, quien dice que el peligro para la democracia israelí por el impulso de la reforma judicial es ´inmediato y real´.

POR: Personal de ToI

El ex primer ministro, Ehud Barak, advirtió el jueves que Israel estaba a semanas de descender a una dictadura debido al impulso del gobierno de línea dura para cambiar el poder judicial, agregando que la gente estaría obligada a rechazar las órdenes de ¨un régimen ilegítimo¨.

Hablando en una conferencia organizada por el diario israelí de izquierda, Haaretz, Barak, un ex ministro de defensa y jefe de estado mayor de las FDI, dijo que Israel está enfrentando la crisis nacional ¨más grave¨ desde el estallido de la guerra en 1948 después de que declaró su independencia, y ahora se arriesga a convertirse en una ¨dictadura de facto¨ si la coalición de derecha dura liderada por el primer ministro Benjamin Netanyahu, completa su plan de imponer cambios radicales y excesivos al sistema judicial.

Estos incluyen otorgarse un control total sobre el nombramiento de los jueces, incluidos los de la Corte Suprema, casi eliminando la capacidad de la Corte Suprema para revisar y anular legislaciones, y permitir a los políticos nombrar -y despedir -a sus propios asesores legales. Los planes han provocado protestas semanales en las principales ciudades, advertencias alarmadas de economistas, profesionales legales y empresarios tecnológicos dentro y fuera de Israel, y una feroz crítica de la oposición.

Después de que la Knesset aprobó la votación inicial sobre la legislación el martes, marcando las primeras medidas significativas en su esfuerzo divisivo para sacudir el poder judicial, el shekel se depreció al nivel más débil en tres años contra el dólar estadounidense+* y las acciones de Tel Aviv cayeron. Las advertencias de las principales figuras económicas del país sobre las consecuencias económicas potencialmente significativas siguieron el jueves, pero Netanyahu y otros altos funcionarios continuaron haciendo a un lado las predicciones.

Barak, un feroz crítico de Netanyahu y de la reforma al sistema judicial, dijo que ¨el peligro [es] inmediato y real¨ y puede ¨tomar dos semanas, tres semanas para convertirnos esencialmente en una dictadura de facto como Hungría o Polonia¨.

A continuación de los comentarios de Barak, el partido Likud presentó una queja contra él ante la policía, acusándolo de ¨incitamiento a la violencia, publicación de llamados a la violencia y perjuicio al gobierno y al orden público del país¨.

El Likud ha tratado repetidamente de silenciar a los críticos -incluido el ex primer ministro Ehud Olmert y el alcalde de Tel Aviv, Ron Huldai -del plan de la reforma judicial presentando denuncias de incitación contra ellos.

Una legisladora del partido de Netanyahu pidió que Barak sea encarcelado por los comentarios.

¨Debería estar en prisión. No hay duda que se ha vuelto loco¨, dijo la parlamentaria del Likud Tally Gotliv el viernes en una entrevista con el noticiero de Canal 13.

A principios de este mes, Barak comparó la propuesta del presidente Isaac Herzog al gobierno para un compromiso sobre el plan judicial con los esfuerzos de apaciguamiento del ex primer ministro británico, Neville Chamberlain, frente al líder nazi, Adolf Hitler, en una publicación en las redes sociales que más tarde borró.

¨No hay diálogo con un arma en tu sien¨, dijo el jueves. ¨No hay discusión con este gobierno en base a su comportamiento; escupió al presidente israelí; se burlan de todos nosotros¨.

https://www.youtube.com/watch?v=HoXExHSIhwY Copiar y pegar el enlace en el navegador para ver el vídeo.

Acusó al gobierno de Netanyahu de perseguir un ¨golpe de estado¨ y dijo que el plan de reforma era un ¨ataque a la Declaración de Independencia¨ y no servía a los intereses del público o del país.

¨Es en el interés de alguien que ha sido acusado [de delitos] y un grupo de delincuentes que ya han sido acusados, [y ellos] están siendo extorsionados por un grupo de mesiánicos locos¨, dijo Barak, en referencia a Netanyahu y sus juicios penales en curso por cargos de corrupción, así como miembros de su coalición como el líder de Shas, Aryeh Deri, y los ministros de extrema derecha, Bezalel Smotrich e Itamar Ben-Gvir.

Los críticos han acusado durante mucho tiempo a Netanyahu y a sus legisladores aliados de buscar reformar el sistema judicial para que el primer ministro se salve de los cargos penales de corrupción presentados contra él en tres casos separados. Él niega haber actuado mal y afirma que los cargos fueron fabricados en un intento de golpe de estado político liderado por la policía, la fiscalía estatal, los medios de comunicación y los rivales izquierdistas.

Barak, un ex líder del partido de centro izquierda Laborista, comparó la reforma judicial a la amenaza planteada por las fuerzas árabes aliadas contra el incipiente estado en 1948.

¨Ahora, la amenaza viene desde dentro¨, dijo, rechazando nuevamente cualquier compromiso propuesto a los planes.

En contraste con sus airadas denuncias contra el gobierno, Barak elogió a los ciudadanos que están levantándose contra ¨este esfuerzo de aplastar al poder judicial¨.

Los israelíes ¨no tienen la intención de someterse a la dictadura¨, dijo.

Al igual que cuando los soldados aprenden durante su servicio cuándo rechazar órdenes, los civiles pueden aprender ¨cuando no sólo es el derecho del soldado no cumplir [la orden], es [su] obligación¨, dijo Barak.

¨Tenemos un contrato con la democracia liberal, como se define en la Declaración de Independencia y no tiene -ni puede tener -un contrato con ningún dictador. En la prueba de la historia, el mundo registra a los que en las dictaduras obedecieron las órdenes, y a los que dieron las órdenes¨.

Pero Barak también dijo que confiaba en que Israel no se convertiría en una dictadura, incluso si la lucha para evitar este giro de los acontecimientos dura años.

¨Los ciudadanos tendrán que encargarse de esto a nombre de los que fracasaron y decían representarnos¨, dijo, afirmando que la historia prueba que un movimiento de protesta persistente que atraiga al 3.5 por ciento de una población es suficiente para derrocar a un gobierno.

¨No sé qué daño hará esto en el futuro¨, dijo Barak, ¨pero estoy seguro que ganaremos porque estamos en el lado correcto de la historia y no le tenemos miedo a nada ni a nadie¨.

 

Traducción: Comunidad Judía de Guayaquil
Fuente: The Times of Israel



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