Febrero 27 de 2023

La ´reforma´ judicial de Netanyahu amenaza con demoler la Declaración de Independencia

El primer ministro, Benjamin Netanyahu, estrecha la mano del ministro de justicia, Yariv Levin, mientras otros miembros de la coalición miran, después de una votación sobre los planes de reforma judicial del gobierno en la Knesset, 21 de febrero del 2023.

Habiendo asegurado la aprobación inicial para un elemento central de su medida para neutralizar a la Corte Suprema, la coalición está ahora en curso de colisión con los principios fundamentales de Israel.

POR: David Horowitz

Apenas siete semanas después de que la coalición prestó juramento, aseguró fácilmente la aprobación de la Knesset durante la madrugada del lunes al martes para la primera lectura de una ley que le otorgaría un poder casi absoluto sobre las tres ramas del gobierno de Israel.

Con una votación de 63-47 de los 129 escaños de la Knesset, pasó rápidamente la primera lectura de un proyecto de ley que otorga a la mayoría gobernante el control del panel que selecciona a los jueces de Israel. Al hacerlo, hizo caso omiso de una súplica del presidente, Isaac Herzog, para hacer una pausa en el proceso legislativo y, en cambio, considerar sus propuestas para una reforma judicial genuina; abrir un diálogo con la oposición; y prestar atención a las vastas protestas públicas en curso contra lo que uno de sus propios parlamentarios, el intemperante David Amsalem del Likud, dejó escapar la semana pasada que es, por supuesto, una ¨revolución¨ en la forma en que se gobierna Israel.

¨Hoy habrá votaciones, y mañana espero que se reabrirá el camino para el diálogo¨, afirmó el primer ministro Benjamin Netanyahu anteriormente el lunes, insistiendo en que habrá ¨mucho tiempo¨ para el debate, y, con suerte, un acuerdo, antes de la segunda y tercera lecturas que se requieren para que un proyecto de ley se convierta en ley.

Pero en una respuesta espontánea al discurso de un parlamentario de la oposición durante el debate que precedió a la votación, el ministro de justicia de Netanyahu, indicó que el primer ministro estaba siendo poco sincero. Yariv Levin anunció que tiene la intención de pasar todo su paquete de propuestas a través de las tres lecturas y a los libros de leyes antes de la pausa de la Knesset para Pesaj, dentro seis semanas.

En un discurso largo y amargo justo antes de la votación, en el que también insinuó el deseo de que se produzcan cambios en la academia y los medios de comunicación, Levin continuó el doble discurso de la coalición, diciendo ¨Extiendo mi mano¨ para un diálogo substantivo con la oposición y que está convencido de que ¨podemos llegar a acuerdos¨, pero también que ¨nada me impedirá hacer lo correcto –[instituir] una reforma profunda y necesaria del sistema judicial israelí -sin demora¨.

Revelado menos de una semana después de que esta coalición de derecha, extrema derecha y ultraortodoxa asumiera el cargo, el paquete de Levin va más allá de asegurar que la coalición elija a los jueces. Neutraliza casi por completo la capacidad de la Corte Suprema para anular leyes y decisiones, sin importar cuán escandalosas sean, y permite que la coalición vuelva a legislar, generalmente con una mayoría simple de la Knesset, leyes que de alguna manera son anuladas.

Todo esto en un país sin frenos a los abusos por parte del liderazgo político -sin constitución, sin proyectos de ley de derechos, sin segunda cámara parlamentaria, y una Knesset sin capacidad para resistir cualquier legislación propuesta por una coalición de ideas afines -como subrayó la votación del lunes.

La consecuencia práctica -que casi todos los derechos básicos de los israelíes estarán sujetos a los caprichos de la mayoría política del día, con la Corte Suprema impedida para actuar, como lo ha hecho hasta la fecha, como restricción de último recurso -se hizo explícita el lunes más temprano durante la más reciente de numerosas reuniones tempestuosas del Comité de Constitución, Ley y Justicia de la Knesset.

El presidente del Comité de Constitución, Ley y Justicia de la Knesset, el parlamentario Simcha Rothman (izquierda), en una audiencia con el asesor legal del comité, abogado Gur Bligh (derecha), 19 de febrero del 2023.

Presidido por Simcha Rothman, del partido de extrema derecha Sionismo Religioso de la coalición, estaba trabajando en las próximas leyes, incluida una enmienda estipulando las circunstancias radicalmente reducidas en que la Corte Suprema de Justicia podrá intervenir en la legislación. Bajo los términos de esta enmienda, advirtió el desventurado asesor legal del comité, Gur Bligh, quien ha sido calumniado implacablemente por Rothman, ¨no habría protección constitucional para los derechos básicos¨ como la igualdad, la libertad de expresión, el derecho al debido proceso en los procedimientos legales, la libertad de asociación, y el derecho a la libertad religiosa.

Al igual que Netanyahu y Levin han hecho caso omiso de las preocupaciones generales y específicas de que su reconstrucción del gobierno de Israel marca un descenso a la tiranía de la mayoría electa, Rothman no se inmutó en lo absoluto. ¨No creo que la legislación excluya la posibilidad de que la Corte Suprema pueda revisar un caso de violación a la libertad de expresión¨, declaró alegremente.

(Incidentalmente, en su forma actual, el proyecto de ley presentado durante la madrugada del lunes al martes podría, en última instancia, dar a la coalición el control de ocho de los nueve votos en el Comité de Selección Judicial, no cinco como se cree ampliamente: Tres ministros, dos parlamentarios de la coalición, y los tres representantes del poder judicial. Esto se debe a que, según las disposiciones de otra legislación discutida en el paquete de reformas, la coalición elegiría al presidente de la Corte Suprema, y ese presidente elegiría a los dos ex jueces del comité).

Más cerca al abismo

A medida que la coalición arrasa con su legislación a través del parlamento que domina sin esfuerzo, el clima interno de Israel se calienta -al punto en que el jefe de la agencia de seguridad Shin Bet se dice que le contó a Netanyahu, a Levin, al líder de la oposición Yair Lapid y a otros en los últimos días ¨del creciente potencial para la violencia y escalada¨ y los instó a ayudar a apagar las llamas. Herzog advirtió la semana pasada que Israel está ¨marchando hacia el abismo¨ y está ¨al borde de un colapso constitucional y social¨.

Netanyahu les aseguró a los líderes judíos estadounidenses el domingo en la noche que, aunque Israel tiene debates acalorados y es una democracia bulliciosa, ¨somos un pueblo, con un destino, con un país, con una religión¨, y que ¨no habrá derramamiento de sangre, espero, ninguno en lo absoluto¨. Pero Netanyahu tiene cuatro años incitando en contra de la fiscalía estatal y la policía en el contexto de su juicio penal, y contra los ¨peligrosos¨ izquierdistas que lo expulsaron brevemente del poder. Últimamente, también ha apuntado a la fiscal general, por atreverse a recordarle que el arreglo de conflicto de interés que le permite servir como primer ministro mientras está en juicio significa que no debe involucrarse en una reforma legal que podría impactar los procedimientos contra él.

El primer ministro Benjamin Netanyahu habla en la Conferencia de Presidentes de las Organizaciones Judías Estadounidenses, en Jerusalem, 19 de febrero del 2023.

No es nada de eso. La legislación que su ministro de justicia y sus amigos están tratado de promulgar, en última instancia, ofrece miles de maneras para que él escape de su juicio -incluso, por ejemplo, asegurar que los jueces que escucharían una apelación contra cualquier condena sean seleccionados por su coalición. Y eso, por supuesto, es un impulsor central de todo este terrible asalto a la democracia israelí.

Mientras tanto, algunos legisladores de la oposición han degradado su causa saltando sobre las mesas en las reuniones del comité de Rothman; una minoría de activistas contra la coalición radicalmente irresponsables han llamado a la violencia y han hecho amenazas contra Netanyahu; los manifestantes el lunes por la mañana trataron de impedir que Rothman saliera de su casa hacia la Knesset y detener a la parlamentaria del Likud, Tally Gotliv, de enviar a su hija con necesidades especiales a la escuela. Apenas refuerza la credibilidad de una batalla para proteger el estado de derecho cuando se hacen esfuerzos para evitar que legisladores electos lleguen al parlamente para debatir y votar.

Con la primera reforma principal ahora piloteada a través de su primera lectura, el prospecto de una reforma judicial pacientemente formulada y genuinamente bien intencionada se ha alejado aún más -y con él la esperanza de sanar esa brecha interna israelí peligrosamente ampliada.

El ministro de justicia, Yariv Levin, en una discusión y votación sobre los planes de reforma judicial del gobierno en el salón de actos de la Knesset, en Jerusalem, 20 de febrero del 2023.

Levin no sólo ha afirmado explícitamente su intención de tener toda su ¨primera fase¨ de cambios radicales promulgada para el final de esta sesión de la Knesset a principios de abril, con la promesa de innumerables fases adicionales de ¨reforma¨ a seguir, sino que, la coalición puede, en teoría, llevar cualquier proyecto de ley que ha pasado su primera lectura de regreso al pleno para su segunda y tercera (final) lecturas en cualquier momento. Por lo tanto, cualquier negociación se llevaría a cabo con lo que la parlamentaria de la oposición por Ysrael Beytenu, Yulia Malinovsky, ha caracterizado vívidamente como el equivalente de ¨una pistola en la cabeza¨.

Después de la aprobación de este primer proyecto de ley, Netanyahu saludó el martes como ¨un gran día¨ -como de hecho claramente lo es desde el estrecho punto de vista de su interés personal. Su una vez socio en el gobierno, Benny Gantz, lo llamó con más precisión ¨un día negro para la democracia¨.

Justo antes de la votación sobre este primer proyecto de ley, Gantz fue al podio de la Knesset y emitió una última súplica para el diálogo, instando a la coalición a detener el proceso legislativo y comenzar conversaciones substantivas ahí mismo en ese momento. ¨Es lo que el público quiere¨, argumentó.

Pero la coalición rechaza esa afirmación. Después de todo ganó decisivamente las elecciones el pasado noviembre. Y todos sus partidos que la componen están directamente involucrados en neutralizar al poder judicial -ya sea para asegurar que los hombres ultraortodoxos puedan obtener una mayor financiación del gobierno por el estudio de la Torah a tiempo completo mientras evaden el reclutamiento, o permitir cambios de gran alcance en la política israelí en Judea y Samaria…o asegurar que, no, no todos en Israel son iguales ante la ley.

Los israelíes despliegan una copia enorme de la Declaración de Independencia en una protesta en contra del gobierno de Netanyahu y su planeada reforma judicial, en Tel Aviv, 18 de febrero del 2023.

Nuestra Declaración de Independencia promete que el Estado de Israel ¨asegurará completa igualdad de derechos sociales y políticos para todos sus habitantes independientemente de su religión, raza o sexo; garantizará la libertad de religión de consciencia, idioma, educación y cultura…¨

A partir de hoy, esos compromisos y garantías fundacionales están bajo amenaza directa y tangible, por parte del mismo gobierno encargado de defenderlos.

 

Traducción: Comunidad Judía de Guayaquil
Fuente: The Times of Israel

 



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