Febrero 22 de 2023

La mayoría de los israelíes se oponen a la reforma judicial del gobierno de Netanyahu, muestra una encuesta

Manifestantes protestan contra los planes del gobierno de extrema derecha para una reforma judicial el sábado, en Tel Aviv.

La nueva encuesta revela que el 66 por ciento de los israelíes creen que la Corte Suprema debe conservar el poder de anular la legislación incompatible con las Leyes Básicas casi constitucionales del país.

POR: Sam Sokol

A pesar de la afirmación del Likud de que su reforma judicial amplia y sin precedentes es una expresión de la voluntad popular, una mayoría de los israelíes -incluidas minorías significativas de votantes por la actual coalición -se oponen a los esfuerzos para socavar la independencia de las cortes.

Un total del 66 por ciento de israelíes creen que la Corte Suprema debería conservar el poder de anular la legislación incompatible con las Leyes Básicas casi constitucionales del país, mientras el 63 por ciento cree que el método actual de elegir a los jueces debería mantenerse, según una nueva encuesta llevada a cabo por el Instituto de Democracia de Israel, un grupo de expertos, a principios de este mes.

La coalición del primer ministro Benjamin Netanyahu ha dicho que tiene la intención de promulgar una legislación que permitiría que la Knesset anule las decisiones de la Corte Suprema por una mayoría muy estrecha de 61 votos de los 120 escaños del parlamento, así como una legislación para inclinar el equilibrio en el Comité de Nombramientos Judiciales a favor de los políticos.

Estos números son una clara señal de la creciente oposición a las reformas. Una encuesta previa, también llevada a cabo por el Instituto de Democracia de Israel a raíz de las elecciones del pasado noviembre, encontró que sólo el 54 por ciento de los encuestados tenían esa opinión.

El mes pasado, el ministro de justicia, Yariv Levin, declaró que estas reformas son una ¨clara expresión de la elección democrática del pueblo¨, mientras Netanyahu sostuvo el lunes que quienes protestaban contra la controvertida legislación estaban ¨pisoteando la democracia¨ y no aceptaban los resultados de las elecciones de noviembre.

Sin embargo, muchos de los que emitieron votos por la coalición actual están realmente en contra de su agenda judicial, con el 47 por ciento de los votantes del Likud, el 38 por ciento de los votantes de Sionismo Religioso, el 42 por ciento de los votantes de Shas y el 38 por ciento de los votantes de Judaísmo Unido de la Torah indicando que se oponen a aprobar una ley de anulación.

Similarmente, el 40 por ciento de los votantes del Likud, el 37 por ciento de los votantes de Sionismo Religioso, el 57 por ciento de los votantes de Shas y el 23 por ciento de los votantes de Judaísmo Unido de la Torah están en contra de cambiar la composición del Comité de Selección Judicial para dar a la coalición una mayoría.

La derecha se ha opuesto durante mucho tiempo al método actual para seleccionar a los jueces, que es controlado por un Comité de Nombramientos Judiciales compuesto de nueve miembros, con representación de la Suprema Corte, la Knesset, el gabinete y la Asociación de Abogados de Israel. Se requiere el apoyo de siete miembros del comité, que es dirigido por el ministro de justicia, para confirmar un candidato a la Corte Suprema.

Además, el 58 por ciento de los israelíes indicaron que se oponen a la propuesta del Likud para hacer que los asesores legales de los ministerios sean nombramientos políticos, mientras el 53 por ciento estuvo de acuerdo con que ¨un sistema judicial políticamente dependiente perjudicaría la economía de Israel¨.

Además, a pesar del fracaso de los partidos del gobierno y de la oposición para sentarse y llegar a un compromiso, el 60 por ciento de los votantes de la coalición, y 72 por ciento de los israelíes en general, apoyan sostener dicho diálogo.

Advirtiendo que ¨estamos a momentos de un choque, quizás incluso uno violento¨, el presidente Isaac Herzog describió el domingo pasado un plan de compromiso y pidió a ambos lados que se sentaran y discutieran sus diferencias.

Sin embargo, los líderes de los partidos de la oposición de Israel, citando la falta de voluntad de sus oponentes para dejar de impulsar temporalmente la legislación a través de la Knesset para sentarse y hablar, rechazaron el compromiso o el diálogo con el gobierno el lunes.

¨El gobierno está sometiendo a una primera votación los dos proyectos de ley para abolir la democracia en Israel¨, dijo el líder de la oposición, Yair Lapid, el lunes, acusando a la oposición de ¨bloquear cualquier intento de un diálogo mientras continúan enloqueciendo con una legislación apresurada e irresponsable¨.

 

Traducción: Comunidad Judía de Guayaquil
Fuente: Haaretz

 



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