Enero 9 del 202

Historias de mujeres judías que buscaron su independencia y pagaron un alto precio

Una investigadora israelí investigó a estas mujeres del siglo XIX que abandonaron una vida de mandatos patriarcales y decidieron rebelarse contra las tradiciones. Pagaron un alto precio, pero encontraron la libertad.

 Varias mujeres judías revolucionarias lucharon y consiguieron liberarse de la vida restrictiva que se les había impuesto en los siglos XIX y XX: falta de educación, matrimonio temprano y crianza de los hijos.

La Dra. Avital Ginat estudió a estas mujeres, que insistieron en seguir un camino de independencia en una época de rígidas normas patriarcales, y lo explicó señalando la actualidad, donde las mujeres se ven impulsadas a cambiar de vida gracias a una mejor educación y a los cambios geopolíticos en Polonia.

 Dra. Avital Ginat. (Cortesía)

 Ginat planteó que las judías revolucionarias emplearon cinco tácticas principales para asegurar su independencia: el divorcio, las amenazas de conversión religiosa, la educación, la inmigración y la prostitución. «La sociedad judía experimentó grandes cambios durante esta época», explicó Ginat. «Era una sociedad conservadora, en la que la familia estaba en el centro y era el marco más importante… En general, se enseñaba a las mujeres a quedarse en casa», especificó.

La mentalidad de las mujeres empezó a cambiar durante esta época, según Ginat, y muchas buscaron aplazar el matrimonio y disfrutar de unos años de independencia o incluso permanecer solteras para siempre. «Estamos hablando de los 12, 13 y 15 años. Había un deseo de ganar otros dos o tres años, de estar sola o de lograr la independencia», explica.

La investigación de Ginat se centra en las mujeres que decidieron conscientemente vivir toda su vida solteras, y sostiene que sus motivos se parecen a los de las mujeres que toman decisiones similares hoy en día. Para prolongar su independencia, muchas mujeres cursaron estudios superiores. «Había una tendencia popular de mujeres judías que iban a estudiar medicina», describe Ginat. «¿Por qué? Porque la facultad de medicina daba la opción de salir de las zonas en las que se permitía residir a los judíos en Europa del Este antes de la emancipación, para estudiar y también trabajar en el futuro».

Otras mujeres judías solían adquirir más independencia tras el fallecimiento de sus padres. «Entonces tendrían la motivación y la capacidad para marcharse, y se presentarían más opciones», explicó. «Al principio, surgía del deseo de retrasar la edad del matrimonio y ganar esos años, y después, era sólo una elección de ser libre y no depender de nadie».

Representación de un shtetl judío en la obra «El violinista en el tejado»
(Foto: Zoe Dominic)

Sin embargo, Ginat señaló que estas mujeres se enfrentaron a muchos obstáculos en el camino hacia la autonomía. Muchas buscaron «refugios emocionales», ya que la independencia iba unida al estigma de la «vieja arpía». Para escapar de su estricto estilo de vida judío, algunas recurrieron a la prostitución.

«La prostitución era un fenómeno muy extendido, muy importante y significativo en aquella época. Es un tema delicado, pero un aspecto inevitable de toda oleada de inmigración masiva», explica Ginat. «En aquella época, hubo una afluencia alocada de inmigrantes judíos procedentes de Europa del Este, estamos hablando de algo así como dos millones. Había prostitución, y los judíos desempeñaban un papel importante en ella. Tanto las mujeres como prostitutas como los hombres judíos como proxenetas».

Ginat describe la elección de la prostitución como «una alternativa entre muchas otras malas alternativas». «Muchas decían que el motivo era económico, pero otras decían que era la forma de vida que consideraban más adecuada para su independencia. Por ejemplo, era muy común que las mujeres trabajaran en esto durante unos años y luego utilizaran el dinero ahorrado para abrir su propio negocio en un campo nuevo, donde nadie supiera quiénes eran.»

Sin embargo, su elección de oficio no iba en contra de su identidad religiosa, que les permitía agruparse y crear sus propias comunidades, donde a menudo construían cementerios y sinagogas judías. Algunas mujeres amenazaron con convertirse al cristianismo para evitar ser casadas a una edad temprana, algo que en aquella época se consideraba incluso más extremo que la prostitución.

 Boda judía (Arte: Haim Goldberg)

 «La conversión al cristianismo no era un fenómeno común, pero sí uno que preocupaba mucho a la sociedad judía», explica Ginat.

«También hay un monasterio en Cracovia al que iban muchas chicas. Creo que era un lugar de negociación con sus padres, para mujeres judías que amenazaban: ‘Si no soy liberada de este matrimonio arreglado al que se me está obligando, entonces me convertiré al cristianismo’. Había muchas chicas que lo hacían. Algunas sólo amenazaban y se quedaban allí un tiempo, pero nada más».

Pasando del dogma religioso, otras judías se pasaron a otro grupo ideológico: el socialismo. «Esto también era una especie de estrategia», explica Ginat. «Lo vemos como el objetivo, pero al fin y al cabo era una estrategia adoptada para escapar de casa, para abandonar la autoridad paterna. Unirse a un monasterio o a un grupo socialista no era el objetivo, sino un medio para alcanzar un fin».

Ginat alaba los sacrificios realizados por estas mujeres y añade que «no sabían que lo que hacían era feminismo».

«Para mí es importante que la gente entienda que las mujeres fueron muy creativas e inteligentes cuando allanaron sus propios caminos hacia la independencia. Por cada historia que cuento sobre chicas que huyeron de noche a la ciudad más cercana en busca de una nueva vida, hay muchas historias que acabaron con ellas devueltas a la fuerza a sus familias y matrimonios. Algunas incluso escribieron sobre ello. Las que lograban escapar tenían que ser muy listas».

 

Fuente: Ynet Español



Este sitio web únicamente utiliza cookies propias con finalidad técnica, no recaba ni cede datos de carácter personal de los usuarios sin su conocimiento. Sin embargo, contiene enlaces a sitios web de terceros con políticas de privacidad ajenas a las de Comunidad Judía de Guayaquil que usted podrá decidir si acepta o no cuando acceda a ellos.