Diciembre 22 de 2022

´Un Hombre Solitario´: Diarios de la amante de Ben-Gurion revelan detalles de una relación íntima

El romance entre David Ben-Gurion y Rivka Katznelson, una periodista, fue la relación extramarital más larga del ´Viejo´, continuando hasta justo antes de su muerte. Sus diarios describen su relación y revelan otro lado del primer primer ministro de Israel.

Por: Ofer Aderet


Rivka Katznelson, segunda desde la derecha. Crédito, Álbum Katznelson, colección Bitmuna.

¨Salí de tu habitación, en mi corazón cierto sentimiento de la felicidad de una mujer. Estaba orgullosa mientras te dejaba, porque sentí esta vez, más que nunca, lo que te había traído, aunque fragmentario e inconexo. Porque hoy traje mi ser femenino, a fin de permitirte desconectar por unos pocos minutos¨.

Estas palabras, escritas después de una cita romántica, fueron escritas el siglo pasado por una mujer de letras y apreciada periodista, a su amante -quien se convertiría en el primer primer ministro de Israel.

El romance entre Rivka Katznelson, editora de Dvar Hapoelet, la primera revista para mujeres en Israel, y David Ben-Gurion, fue el romance extramarital más duradero del ¨Viejo¨ de al menos cuatro o cinco aventuras que se sabía que había tenido. Comenzó en 1931, cuando él tenía 45 años y ella 28, y continuó hasta cerca a su muere en 1973.

Se conocieron en un evento en Beit Hapoel (La Casa del Trabajador) en Tel Aviv. Katznelson, quien estaba ahí con una amiga, le envió una nota en broma: ¨Dos chicas lindas quieren conocerte después de la reunión¨. Luego, se acercó a ella. ¨Me gusta. Pequeño, pero compacto con esa enorme ola de pelo. Era deseable¨, escribió.

Su relación fue relatada por Shabtai Teveth en su monumental biografía de Ben-Gurion, el primer volumen de la cual apareció en hebreo en 1976 (traducida parcialmente al inglés como ¨Ben-Gurion: El Terreno en Llamas, 1886-1948¨).

Doce años más tarde, en 1988, Katznelson proporcionó más detalles sobre la relación en una entrevista con Sarit Fuchs en el diario Maariv. Y en el 2018, el historiador Tom Segev, escribió sobre esto en su biografía de Ben-Gurion, ¨Un Estado a Toda Costa¨ (Versión en inglés 2019).

Sin embargo, la documentación completa del romance, como fue descrito vívidamente por la propia Katznelson y en su propia manuscrita, nunca se ha hecho pública.

Se conserva en el Instituto Genazim de la Asociación de Escritores Hebreos, donde Katznelson, que murió hace 30 años, depositó una gran cantidad de material, incluidos diarios, cuadernos y cartas. Una primera lectura detallada de los textos, con la ayuda de Sara Ran, una voluntaria en el instituto, revelan a una talentosa escritora con una voz distintiva.

Katznelson nació en 1903 en la Rusia Blanca. Su padre, Yitzhak, era un comerciante de madera y el gerente de una fábrica de alimentos y aceite. Berl Katznelson, un progrenitor del movimiento Laborista en el Yishuv, la comunidad judía en el Mandato de Palestina, era su tío. Su madre, Zippora, que crio a Rivka y sus seis hermanos, era la hermana de Nachman Syrkin, un pionero del sionismo socialista.

Rivka emigró a Palestina en 1924 junto con su familia. Por consejo de Berl, su padre compró tierra en el Moshav Ein Ganim (hoy parte de Petah Tikva). ¨Nunca lo perdonaré¨, escribió, refiriéndose a su tío.

¨Gracias a él, crecí en un granero. Cómo indujo a Padre a arruinar nuestra vida basándose en un modelo abstracto de pioneros. Todos nos dimos prisa en casarnos con la primera persona que se ofreció. Para escapar del granero¨, agregó, explicando el trasfondo de su primer matrimonio, a la edad de 17 años, con alguien que le doblaba su edad.

Una carta de Ben-Gurion a Katznelson en papel oficial. Instituto Genazim para la Asociación de Escritores Hebreos. Crédito: Ofer Aderet/colección Rivka Katznelson, el Instituto Genazim de la Asociación de Escritores Hebreos.

Su segundo esposo fue el poeta Simcha Eisen. ¨Me atormentó en su vida, pero no me atormentó en su muerte. Bebió té y murió¨, escribió. ¨Después de dos esposos, ya no quería un esposo bajo ninguna circunstancia¨, afirmó Katznelson, madre de dos hijos, en términos claros.

Sus relaciones con Ben-Gurion, en cambio, fueron más íntimas. ¨Algunas veces sucede que los actos son más grandes que la persona que los hace, y que su corazón anhela, incluso por un abrir y cerrar los ojos, lo pequeño, lo simple y lo concreto. Sólo una mujer puede dar a un hombre un momento como ese, y hoy te traje un momento como ese -así termina la carta sobre la que comienza este artículo.

¨Pienso mucho en él´, escribió Katznelson después de visitar Grecia. Crédito: Ofer Aderet.

¨Ben-Gurion era un hombre en toda la esencia de su carácter y naturaleza, pero sin saberlo y sin pensar mucho en el asunto¨, escribió ella. ¨No hay duda, que le gustan las mujeres, pero no conocía su naturaleza y temperamento¨.

¨Estaba tenso en presencia de una mujer que le gustaba, pero esto no se expresaba de una manera abierta y sedienta de conquista. Era tímido. Para él, una mujer era un acertijo intrigante y conmovedor, pero no hacía ningún esfuerzo adicional para resolver el acertijo.

¨No tiene una capacidad espiritual-masculina para amar a una mujer por amistad, si ella no es genuinamente suya para que todo el mundo lo vea y además está acostumbrada a su presencia permanente a su lado¨, agregó.

En una ocasión, después de regresar de un viaje a Grecia, Katznelson recordó que se había acordado de él mientras visitaba el santuario de Apolo en Delfos, donde está grabada la inscripción ¨Conócete a ti mismo¨.

¨Debido a su falta de ´Conócete a ti mismo´, tampoco está claro para él qué es lo que quiere¨, escribió, continuando para añadir que un ¨sentido de proporción¨ -otro poco de antigua sabiduría griega -también le faltaba a Ben-Gurion, que, de hecho, había estudiado griego y tenía muchas obras de filosofía griega en su biblioteca.

¨Estos dos [conceptos] están ausentes en él, y eso puede explicar la atracción mágica hacia Grecia, como algo que no logrará¨, notó. ¨Ese hombre, precisamente debido a sus abundantes poderes, necesita un marco. De lo contrario, su disciplina interna se pierde. Ha tenido éxito en lo que ha hecho hasta ahora, y, desde ese punto de vista, está mimado. No tiene autocontrol.

Una serie de páginas están dedicadas a describir un encuentro el inicio de la Guerra de Independencia. ¨Recordaré una noche oscura en una casa aislada al sur de Tel Aviv¨, escribió.

¨Ben-Gurion, vistiendo un uniforme del ejército, que entonces parecía quedarle bien, combinando con su cuerpo y haciéndolo lucir más joven, se paró conmigo frente a un enorme mapa de la Tierra de Israel y miró los alfileres que estaban clavados en él de acuerdo con el curso de las batallas que estaban teniendo lugar y las conjeturadas, con su característica concentración mental e intelectual¨, continuó.

¨Yo estaba en silencio y no pregunté nada. Por la manera en que miraba el mapa, supe que el destino de una Tierra de Israel bíblica y hebrea pendía de un hilo. Pero también sabía que estar parada junto a él le daba placer¨.

En algunos casos, la invitación de Ben-Gurion a una cita fue escrita en papel oficial del gobierno. ¨Querida Rivka, estaré de vacaciones e inmediatamente después de regresar a Jerusalem, te llamaré y podremos encontrarnos¨, le escribió en marzo de 1962.

Y tres meses después, ¨Querida Rivka –Si tienes tiempo el viernes a las 10 A.M., podemos encontrarnos en mi oficina en la Kirya¨, refiriéndose a los cuarteles del establecimiento de defensa en Tel Aviv.

El círculo cercano de Ben-Gurion sabía sobre el romance. ¨Rivka, el Viejo te necesita¨, decía el ayudante de Ben-Gurion, Nehemiah Argov, cuando la invitaba a encontrarse con su jefe. Paula Ben-Gurion supo sobre otras aventuras de su esposo, pero no está claro si supo sobre esta.

Ben-Gurion en Sde Boker, 1966. Crédito: Shalom Buchbinder.

En 1966, cuando Ben-Gurion tenía 80 años, llamó a Katznelson. ¨Una voz desconocida preguntó qué estaba haciendo después de preguntar si era yo¨, escribió en una entrada de su diario. ¨Y ¿qué está diciendo la nación [en estos días]?¨ quiso saber el Viejo.

¨Pregunté, en mi habitual forma ligeramente severa, quién estaba hablando¨. Cuando se dio cuenta quién era el hombre el otro lado de la línea, volvió en sí. ¨Contesté: Buenas noches, ¿quieres que te cuente por teléfono?¨ preguntó ella. ¨No, no por teléfono¨, dijo él. ¨Pregunté si estaba solo y en casa¨.

Llegó a su casa (ahora el Museo de la Casa de Ben-Gurion, en Tel Aviv) ¨media hora después. Ya estaba esperándome en la ventana, como la vez anterior, en julio de 1963. (Es difícil creer que ha pasado tanto tiempo, tan rápido, desde que lo vi la última vez en su casa y en su habitación). El policía [de guardia] preguntó mi nombre. Le dije sólo mi apellido. Subió hasta él, regresó, se disculpó y me dejó subir¨.

´Me dijo ¨Ve a casa¨ y una hora después no me había dejado ir´, escribió Katznelson. Crédito: Ofer Aderet.

Encontró a Ben-Gurion en su habitación junto a su escritorio, preocupado. Chismearon sobre algunas de las principales figuras del Mapai, el partido político del primer ministro, hasta el primer ministro Levi Eshkol.

¨Sobre Eshkol dijo que una cosa estaba clara para él. Los miembros del Mapai estaban divididos -lo que es bueno para el país y lo que es bueno para el partido. Había estado seguro de que Eshkol pertenece a la primera categoría, pero es todo lo contrario.

¨Dijo dos veces que Miriam [la esposa de Eshkol] es una mala influencia para él, pero [se preguntó] dónde está él y su opinión independiente. Le dije, si sólo dejara de difamar a Eshkol en público. Estaba generado una víctima dialéctica, y la simpatía está dirigida a Eshkol. Me dijo que no tenía otro recurso, porque Eshkol está mintiendo¨.

Después habló sobre ella. ¨Sorprendentemente, me dijo que se había acordado de mí mientras visitaba a su pequeño nieto, el hijo de dos meses de su amada [hija] Renana. Esa es una situación extremadamente interesante, que me gustaría descifrar con un psicólogo¨, señaló. Sin embargo, ¨por primera vez oí de él, ´Te extraño´. Le dije que debería haber estado con él a lo largo de todos los años, y fue el destino el que no lo estuviera¨.

Ben-Gurion entonces pasó a las acciones. ¨…Me acarició y abrazó, me besó y me pidió que fuera real con él. Me negué y le dije que pensaba que no era necesario. Trató de preguntar por qué, pero lo dejó pasar. Quizás en su corazón estuvo de acuerdo conmigo. Está fresco, todavía es agradable besarlo, ansioso por tener relaciones sexuales con una mujer y también podría ser capaz de ello¨, escribió Katznelson.

¨Tempestuoso en su sangre y su alma, y el paraíso del amor todavía está cerrado para él como estuvo cerrado hace 30 años. Esta vez yo estaba presente. Vivo en su corazón sin olvido. Posiblemente, la única además de Paula y Renana. No me conoce, pero se siente atraído hacia mí y confía en mí¨.

Al final de esta visita, sintió pena por él. ¨Salí al refrescante frío de la noche como después de una cita de amor verdadera. Sobreexcitado por su soledad, sobre su necesidad de amar, de ser amado, de liberar al hombre en él, que aún no se ha rendido y quizás está más sediento que nunca. Necesita un amigo, absolutamente amigable. Tal vez una mujer, y una que sea inteligente. Quizás en su corazón envidia a Eshkol –[su esposa es] tanto una mujer atractiva como una ayudante.

Esa entrada del diario también tenía una versión distinta, que fue escrita en el cuaderno de Katznelson. ¨Dividida entre emociones contradictorias, salí al frescor de la noche. Sabía que había dejado a un hombre solitario en su casa, sediento de amor, más maduro para el amor que en cualquier otro período de su vida¨.

Sin embargo, Ben-Gurion no era el único que estaba solo: ¨Yo también vivo sin amor, por supuesto. Los chicos -me devuelven la amistad y el cariño, pero van por su lado¨, escribió en referencia a su familia. ¨Estoy sola, atrincherándome en la literatura, en el arte, buscando mi satisfacción en el escenario¨, agregó.

En otros lugares en el diario, escribió sobre la ¨oscuridad que envuelve mi mente¨ y los ¨abismos de peligro en la tristeza¨, así como ¨la gran angustia, el angustiante vacío, la amargura que aún no ha aflorado, la amargura que consume las fuerzas de la vida¨.

Como lo cuenta, ella y el primer ministro no se veían mucho en realidad. ¨Nos encontramos cada pocos años. Una reunión pequeña, enclaustrada, peculiar. Me parece, extrañamente, como correr entre brasas que se desvanecen y no se convierten en cenizas. El tiempo ostensiblemente no lo gobierna a él, ni siquiera el total silencio entre una reunión y la siguiente. Quizás estemos destinados a esto hasta el final¨, rumió en su diario.

¨Mi amor por Ben-Gurion fue por su propio bien. Fue una hora encontrada, y horas como esa no hubo muchas -nos encontramos, hablamos¨, agregó en otro lugar.

En varios lugares, también se refirió a la cuestión de lo que Ben-Gurion vio en ella. ¨Puede haberme amado, o algo meramente sensual parpadeó en él hacia mí, y también sabía sobre mi devoción e integridad¨, observó. ¨Fue agradable para él saber que no quiero nada de él.

¨Se sentía cómodo conmigo porque yo era pequeña y delgada, no más alta que él, mi cabeza es pequeña, redonda, y decía que mis ojos se parecían a los ojos de Berl. Posiblemente mi relación familiar con Berl también era importante para él¨, escribió en otro lugar en el diario.

Otras razones por las que se sintió atraído hacia ella fueron, pensaba, ¨mi idioma hebreo, mi mundo que está libre de todo dogma del partido¨, y también ¨mis historias sobre escritores …Eros es capaz de asumir un atuendo espiritual mágico y creador de magia, quizás esa era la esencia de nuestros raros encuentros¨.

A veces se sentía decepcionada por la desconexión que sentía con él. ¨No mostraba ninguna señal de vida …Algo estaba extinguiéndose en mi corazón también …Por dentro, corté la conexión¨, confió. Sin embargo, las añoranzas eran difíciles para ella: ¨Admitir las añoranzas -dijo un antiguo sabio chino -es simplemente como ´entregar un puesto de avanzada al enemigo´.

¨Puede que tuviera razón, pero ese estratega chino aparentemente no sabía que algunas veces es necesario renunciar a un puesto de avanzada por el bien del intento audaz de ganar toda la batalla. ¿Ganar la batalla? ¿Sobre quién, sobre qué? Es sólo aquí que comienzan muchas contradicciones y consideraciones enredadas. Así que, demasiado a menudo decido que la batalla para gobernar el corazón es la verdadera, y todas las demás carecen de substancia¨.

Páginas enteras están llenas con las añoranzas de Katznelson por hombre que había conocido, aunque no siempre está claro si está refiriéndose a Ben-Gurion o alguien más. En 1945, escribió, ¨Me he quedado sola. Regresé a ti, a la breve hora que pasó y se fue. Esta noche me encantó tu juvenil abrazo, tu anhelo contenido. Quizás lo inagotable sea siempre más precioso que lo que se exprime hasta el final¨.

Y, en una fecha distinta ese año, ¨Lamento lo de ayer en la tarde. Pasó sin dejar un recuerdo, porque fuimos indiferentes y cada uno envuelto en sí mismo… Fui a casa y mi corazón estaba vacío, pesado sobre mí. Envuelto en su anhelo abrasador, suspiraba por volver a verte¨.

´Nos reunimos cada pocos años. Una pequeña reunión, enclaustrada, peculiar´, escribió Katznelson. Crédito: Ofer Aderet.

Y en otro lugar, ¨Mi sueño fue irregular. No es difícil soportar la vigilia cuando el cuerpo golpea en el silencio de la noche contra los acantilados de las alucinaciones, como un bote pesquero contra un muelle en la orilla… [El cuerpo] se nutre con el recuerdo del último verano e incluso más con el deseo del corazón… Para darte este vino en su totalidad¨.

El motivo del vino también se repite más tarde. ¨Y el vino…te traje un regalo maduro. Y es más inocente, considerado y estable que el regalo juvenil que traje …¨.

También poetizó sobre el tema: ¨El vino se fue, la melancolía se quedó; la tristeza que viene y va; te amé esta noche con cuatro tipos de amor: el amor de una niña por su padre; la camaradería entre hermano y hermana; el abrazo de una madre a su hijo; la extinción de una mujer por su amante… Afuera, la primavera reía¨.

 

Traducción: Comunidad Judía de Guayaquil
Fuente: Haaretz

 

 

 

 

 



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