Noviembre 9 del 2022

Hans Albrecht Bethe Premio Nobel de Física en 1967 por su descubrimiento de la nucleosíntesis estelar

Físico alemán-estadounidense de origen judío, ganador del Premio Nobel de Física en 1967 por su descubrimiento de la nucleosíntesis estelar. ​

Foto: Flickr Commons – Wikipedia

Nació en Estrasburgo (hoy perteneciente a Francia) en 1906, cuando esta ciudad era parte del Imperio Alemán. En 1928 se doctoró en Múnich. Abandonó Alemania al acceder Hitler al poder, ya que sus abuelos maternos eran judíos y se instaló en la Universidad Cornell en los Estados Unidos. Durante la Segunda Guerra Mundial fue el director de la división teórica en el laboratorio secreto de Los Álamos, donde participó en el desarrollo de la primera bomba atómica (Proyecto Manhattan). Dirigió a un conjunto muy selecto de científicos que incluía a personas como John von Neumann o Richard Feynman. Hay pocas dudas del papel decisivo que desempeñó en el éxito de los dificilísimos cálculos que implicaba la física de las reacciones nucleares. Su equipo trabajó en la fabricación de la masa crítica de uranio 235 necesaria para producir una reacción nuclear de fisión capaz de producir la explosión de una bomba nuclear. Después de la guerra, Bethe pasó a ser un activista a favor del desarme y, en particular, del control nuclear, y también volvió a trabajar en física básica. Sus éxitos en la misma le granjearon el respeto de todo el mundo científico, y llegó a ser presidente de la Sociedad Norteamericana de Física, en 1954, y Premio Nobel de Física en 1967, por su trabajo acerca de cómo el Sol produce su energía.

Sus contribuciones más importantes a la física fueron:

Foto: Wikipedia

 En 1932 y 1947 calculó el efecto Lamb combinando la teoría de la relatividad y la mecánica cuántica.

En 1938 encontró el mecanismo de las reacciones nucleares, conocido como el ciclo de Bethe o del carbono (nucleosíntesis estelar), que explica cómo las estrellas producen su energía. Bethe se dio cuenta de que, para entender cómo se realiza la fusión de núcleos de hidrógeno en el interior del Sol, es necesario considerar que el carbono actúa como catalizador.

Gracias a su longevidad (murió a los 98 años en 2005), Bethe pudo tener la satisfacción de asistir a una espectacular comprobación de sus ideas sobre la producción de energía por las estrellas, comprobación realizada en los primeros años del siglo XXI gracias a la resolución del problema de los neutrinos procedentes del centro del Sol.

La confirmación del modelo de funcionamiento del interior del Sol y la conclusión de que el número de neutrinos producidos en el Sol resulta ser el que implican las reacciones nucleares que Bethe había calculado ya casi 70 años antes. Durante muchos años no se detectaron los neutrinos necesarios, sino solo 1/3, lo que hizo incluso dudar del modelo solar. Pero la resolución en los últimos años de la cuestión de los neutrinos solares, gracias al detector conocido como SNO (Sudbury Neutrino Observatory), en Sudbury (Canadá), dio validez al modelo. Los neutrinos se producen en la cantidad prevista, pero en el viaje a la Tierra se producen oscilaciones de los neutrinos en tres tipos, y sólo uno de ellos era detectado por los observatorios.

En su dilatada carrera científica Hans Bethe recibió los siguientes premios destacados:

Medalla Henry Draper (1947) ​
Medalla Max Planck (1955)
Medalla Eddington de la Royal Astronomical Society (1961)
Premio Enrico Fermi (1961)
Premio Rumford (1963) ​
Premio Nobel de Física (1967)
Medalla Lomonósov (1989)
Medalla Oersted (1993)
Medalla Bruce (2001)

 

Fuente: Aurora Digital



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