Octubre 31 de 2022

Los árabes finalmente creen en un plan para abordar la desigualdad ¿Podrían las elecciones israelíes torpedearlo?

Por: Or Kashti

Legisladores de la Lista Árabe Unida, el mes pasado.

Quince planes y varias décadas después, la comunidad árabe en Israel tomó un papel activo en formular el plan bajo el gobierno de Bennett-Lapid para abordar la desigualdad con la población judía. Sin embargo, si Netanyahu regresa al poder, todo podría salir mal.

Desde la fundación del estado en 1948, los gobiernos de Israel han adoptado más de 15 resoluciones destinadas a reducir las brechas entre las comunidades árabe y judía. Un plan de cinco años seguido de un plan de cinco años, todo con presupuestos limitados acompañados por casi ningún dato, objetivos o investigación, mientras las brechas en educación, infraestructura, empleo y otras áreas de la vida continúan creciendo.

A fines del 2015, un gobierno liderado por Benjamin Netanyahu, aprobó otro plan plurianual más -pero este introdujo un nuevo enfoque. El plan para el 2016-2021, conocido como la Resolución 922, fue redactado por el Ministerio de Finanzas. Consecuentemente, fue escrito con una orientación fiscal y enfatizó el precio que la economía israelí pagaría por no integrar a los árabes, un costo que estaba estimado en billones de dólares al año.

Esto llevó a los funcionarios a enfocarse en promocionar la estructura, tales como carreteras y zonas de empleo generadoras de ingresos. Las brechas en el presupuesto de educación fueron tan inequívocas que no pudieron ignorarlas, pero áreas como bienestar y salud reciben menos atención, si es que alguna.

El presupuesto del plan era 103 billones de shekels ($2.9 billones), pero sólo el 61 por ciento de este dinero se gastó realmente. Sin embargo, algunas fuentes indicaron que otros 5 billones de shekels fueron presupuestados separadamente para reducir las brechas educativas.

El gobierno formado por Naftali Bennett y Yair Lapid aprobaron hace un año un plan aún más amplio y ambicioso. Pero las elecciones de noviembre afectarán su implementación hasta el 2026 en caso de que un gobierno de derecha entre al poder.

En contraste con el programa de Netanyahu, el plan del año pasado fue encabezado por el Ministerio de Igualdad Social, en lugar del Ministerio de Finanzas, y analizó las inversiones en la comunidad árabe. Este documento interno, una copia del cual fue obtenida por Haaretz, detalla las principales barreras para implementar amplias provisiones del plan.

Estos incluyen escasez de tierra pública, ¨que hace difícil construir proyectos¨; escasez de mano de obra en los gobiernos locales, especialmente en los departamentos de ingeniería, lo cual ¨causa retrasos en la implementación de los proyectos¨; procedimientos de programación largos y engorrosos; y retrasos en la aprobación y transferencia de los pagos del gobierno a los gobiernos locales. Otras fuentes también citan el hecho de que muchos gobiernos locales tienen problemas para obtener fondos que coincidan con las asignaciones del gobierno nacional, lo cual se requiere legalmente.

Una escuela en Yafo, 2021.

Establecieron 12 fuerzas de trabajo interministeriales que analizaron las barreras para la integración árabe en muchos campos, incluyendo vivienda y construcción, educación, infraestructura física, empleo, fluidez en el hebreo, bienestar, salud, alta tecnología y emprendimiento, y el problema de la gente joven que no tiene nada que hacer.

En octubre del 2021, el gabinete bajo Bennett y Lapid aprobó el nuevo plan. La Resolución 550, sin oposición. Su presupuesto estimado para el 2022-26 fue de 30 billones de shekels. De estos, 21.8 billones fueron delegados a la comunidad árabe del norte (incluidos beduinos), 5.2 se reservaron para los beduinos del sur y 3 billones fueron asignados a los drusos y circasianos.

El plan también marcó una nueva fase en las relaciones entre la comunidad árabe y los ministerios del gobierno. El trabajo en esto comenzó mucho antes de que la Lista Árabe Unida entrara a la coalición de gobierno, pero es difícil imaginar la Resolución 550 siendo aprobada sin que el partido lo haya hecho.

Umm al-Fahm, 2021.

La pandemia de coronavirus (que demostró que las ciudades árabes no son ¨islas solitarias¨) y los choques interétnicos en las ciudades mixtas judías-árabes en mayo del 2021 (que probó que es difícil controlar los resultados de la discriminación sistemática) reforzaron la idea de que las medidas económicas no son suficientes; también tenían que abordarse la identidad nacional árabe y las relaciones judío-árabes. Señales iniciales de esto pueden ser vistas en las secciones del plan sobre educación y cultura.

Otra diferencia era que los árabes estuvieran involucrados en redactar la propuesta. Organizaciones como Sikkuy-Aufoq, el Instituto de Democracia Israelí y el Consejo de Alcaldes Árabes habían empezado a trabajar antes de que se aprobara la resolución. Por el contrario, el plan anterior de cinco años se mostró a las organizaciones externas sólo en una etapa relativamente final, así que tenían poca capacidad para influirlo.

¨Con el 922, invitaron a los árabes a escuchar sobre los detalles del plan¨, dijo el contador Ala Ghantous, quien anteriormente sirvió como un asesor económico para el Consejo de Alcaldes Árabes. ¨Con el nuevo plan, éramos socios en la planificación¨.

El nuevo plan abarca a más de 30 ministerios y a otras agencias gubernamentales. Sus objetivos incluyen elevar el porcentaje de hogares conectados al sistema de alcantarillado al 90 por ciento, firmar al menos cinco acuerdos paraguas para eliminar las barreras para desarrollar y comercializar casas en ciudades árabes, fortalecer el sistema de planificación en ciudades árabes y expandir los planes para las zonas industriales.

El plan también apunta a desarrollar el turismo en Nazareth y en pueblos beduinos en el norte, aumentar la diversidad en el servicio civil, establecer un fondo para ayudar a que los gobiernos locales igualen las asignaciones gubernamentales para asistencia social (algo que muchos pueblos no podían hacer, resultando en una pérdida de financiación estatal), preservar los sitios de patrimonio árabe y establecer ¨anclas culturales¨ en varias áreas.

Fuentes familiarizadas con el plan dijeron que desde que la Knesset se disolvió en junio, las implementaciones se han ralentizado, al menos en algunos campos.

En particular, citaron proyectos relacionado con el ministerio del interior, dirigido por Ayelet Shaked. Los ministerios redactaron planes de trabajo detallados y recibieron las aprobaciones necesarias en menos de un año, pero la implementación es más complicada.

La ministra Meirav Cohen y Mansour Abbas, en el 2021.

¨Para que el plan sea implementado, tiene que avanzar en todas las vías, todo el tiempo¨, dijo la ministra de Igualdad Social, Meirav Cohen. ¨Es un trabajo 24/7¨.

Que el partido UAL (siglas de la Liga Árabe Unida en inglés) y su presidente, Mansour Abbas, apoyan el plan es evidente. Pero Ayman Ode, presidente de la Lista Unida rival, dice que la implementación de la Resolución 922 era mejor.

¨Es importante hablar sobre las diferencias entre dinero que llega después de que el Ministerio de Finanzas ha sido convencido de que es necesario y el dinero entregado en virtud de un acuerdo de coalición¨, dijo, argumentando que el compromiso del tesoro con el anterior plan era mayor. ¨Esto no significa que el 550 es un mal plan, pero necesita la asignación de más recuerdos directamente para terminar con la pobreza¨.

Sin embargo, varias organizaciones de la sociedad civil dijeron que no ven bases para sus afirmaciones.

Cohen no tiene duda de que la participación de UAL en la coalición de gobierno desempeñó un papel clave en aprobar el plan. ¨El plan tenia respaldo político. Esto es especialmente importante cuando estamos preparando el presupuesto estatal. Los representantes árabes vinieron a las reuniones enfocados y preparados. Me recordó de los métodos de trabajo de los partidos ultraortodoxos en gobiernos anteriores¨.

Otra pregunta es si un ¨gobierno totalmente de derecha¨ desautorizaría abiertamente el plan de sus predecesores o encontraría maneras más directas para socavarlo, como recortes en el presupuesto que aparentemente fueron generalizados, pero en realidad fueron cuidadosamente seleccionados. Si los opositores a la igualdad y al avance de la comunidad árabe entran en ministerios como el del interior, vivienda y construcción o educación, esto probablemente influirá el ritmo de la implementación del plan.

Funcionarios en algunos ministerios gubernamentales ya están preparándose para responder a un escenario así con argumentos económicos sobre el daño que esto haría a la economía.

El partido Likud de Netanyahu y su aliado, el partido Sionista Religioso, declinaron responder a Haaretz hasta la fecha de publicación.

 

Traducción: Comunidad Judía de Guayaquil
Fuente: Haaretz

 

 

 

 

 

 

 

 



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