Septiembre 21 de 2022

Elecciones en Israel: El partido árabe puede haber concedido a Netanyahu su sueño de la mayoría de la Knesset

POR: Yossi Verter

Caricatura de Amos Biderman

La partida de Balad de la Lista Conjunta es un golpe muy malo. La amenaza de Bibi al sistema legal gana fuerza. Lapid todavía tiene una oportunidad de aumentar su presencia en la comunidad árabe.

Dos equipos han llegado al campo anoche: Uno está cristalizado, unificado, totalmente apretado. Tiene un único capitán: experimentado, desenfrenado, sin restricciones, su espalda hacia la pared. Está ansioso por la batalla (su última, quizás). En frente, se amontona una colección variopinta de jugadores rivales. Son principalmente rivales entre sí. No reconocen al líder del equipo. Algunos intencionalmente le dan la espalda. Algunos arrastran sus pies. Otros se sienten agotados. Y es así como quieren ganar.

Cuatro partidos políticos estaban en peligro -dependiendo del día y de la encuesta: Meretz, Laborista, Lista Árabe Unida e Ysrael Beitenu. Pero anoche los cuatro se convirtieron en seis. Balad, uno de los tres conjuntos de la Lista Conjunta de partidos árabes, se volvió loco y decidió postularse solo.

Las esperanzas del ¨bloque del cambio¨ de negar el bloque de 61 escaños de los 120 de la Knesset al bloque de derecha / ultraortodoxo sufrió un destructivo golpe. Todo lo que sucedió hasta las 11 P.M. anoche se ve empequeñecido por esta última desintegración. Si el bloque de Netanyahu se mantuvo en 59 o 60 escaños hasta anoche, ahora podría haber saltado a 62 o 63.

El bordador más hábil en la arena política se abalanzó y cosió todos los agujeros con una mano de artesano. Para mezclar la metáfora aún más, como un pastor ha acorralado a la oveja descarriada en el redil, ha cerrado con llave y ha puesto la llave en la billetera que no tiene.

El presidente de Balad, Sami Abu Shehadeh y miembros de su lista en el Comité Central de Elecciones el jueves en la noche.

El primer ministro Yair Lapid fracasó en unir al partido Laborista y a Meretz. No es su culpa. Hizo todo lo humanamente posible -pero no tuvo ninguna oportunidad con un cliente testarudo como la ministra de transporte Merav Michaeli. Ella pospuso presentar su lista por un día. Algunos especularon sobre conversaciones de último minuto. Pero no, ella estaba buscando desesperadamente un jefe de seguridad para el número dos. Él sería el hombre entre ella y su compañera Naama Lazimi (a ella le gusta una lista estrictamente alternada), y prefería alguien manejable. Dejó detalles en los tablones de anuncios de todas las organizaciones concebibles de ex generales.

El ex legislador de Yisrael Beitenu, Eli Avidar, presentó una nueva lista. Los cientos de miles de votos que obtendrá, si persevera en la carrera, no causarán más que una herida en el costado. Avidar sufre de egomanía aguda. En contraste con Hadar Mukhtar, de 20 años, su colega en el club de punto cero, Avidar ha hecho algo en su vida. No está claro por qué eligió terminar su breve carrera política haciendo el ridículo.

Los mismo aplica para el ex contador general, Yaron Zelekha, otro megalómano incorregible. Antes de las últimas elecciones, llamó a todas las encuestas falsas y afirmó que definitivamente llegaría a la Knesset. Le faltaban aproximadamente 140,000 votantes el Día de las Elecciones. Quizás sabe de economía, pero aparentemente de estadísticas menos, y no se ha destacado por su tendencia a decir la verdad.

A Netanyahu le queda un principal dolor de cabeza menor: la ministra del Interior, Ayelet Shaked. Las encuestas actuales la colocan seguramente bajo el umbral electoral. Sin embargo, después de que recuperó el sentido, se disculpó y vino a casa (¨postrauma¨, fue la correcta valoración de su ex socio político, el primer ministro suplente Naftali Bennett, que no votará por ella), los votos por ella se deducirán de los del bloque de Netanyahu.

El apoyo para ella actualmente es equivalente a un asiento y medio de la Knesset, dos en un buen día. Shaked está prometiendo en conversaciones privadas ¨no desperdiciar votos¨ (para el bloque de derecha). Si el milagro de la botija de aceite no se produce en su camino en el próximo mes, anunciará su retiro. Los funcionarios del Likud esperan que lo hará por sí misma, antes de lanzar una campaña de horror contra ella.

De alguna manera, Shaked ha entrado directamente en los tiroteos de Netanyahu desde que detuvo sus juegos y doble discurso y se unió a la derecha. Es la familia de Netanyahu, ¿correcto? No tienen interés en ayudarla. Durante toda una década, la primera dama de Cesárea ha sufrido a la vista de su némesis en la Knesset, en el gabinete, en cargos altos, algunas veces físicamente al lado de su marido. Ahora, desde su perspectiva, es momento de dar el golpe mortal.

Bibi: Yo y Thau

El peregrinaje de Benjamin Netanyahu hacia el rabino Zvi Thau, el líder espiritual del partido Noam, para evitar la posible pérdida al bloque de una fracción de un escaño de la Knesset, simbolizó la conclusión del dramático cambio que el presidente del Likud ha experimentado en años recientes. En su metamorfosis personal, bajo la tutela de su primogénito, gradualmente ha ido perdiendo su lado humano liberal, ilustrado, moderno, estadounidense. Lo primero en ser erradicado fue su sentido de un gobierno digno y correcto, luego el respeto por la democracia, y después de eso -todo lo demás. Como el peligro de perder su gobierno y su libertad se cierne sobre él, se ha convertido en el jugador más peligroso en el campo. Sí, incluso más que sus más alarmantes socios; es más fuerte que ellos, más talentoso que ellos. Ninguno de ellos pagará el precio que él está obligado a pagar si pierde.

El rabino Zvi Thau en un mitin en Tel Aviv apoyando a Benjamin Netanyahu en el 2019.

Noam es un partido ignorante, racista y homofóbico que humilla a las mujeres y promueve la legislación de la terapia de conversión para la homosexualidad y la prohibición de los desfiles de orgullo gay. Su oscuridad es un miasma de pesadilla que quita el sueño de los ojos de la gente joven LGTBQ que han pasado por torturas del tipo que Thau predica. En el pasado, incluso envió, junto con otros rabinos de su calaña, una carta de apoyo al presidente violador Moshe Katsav.

He aquí un pequeño y encantador texto de la pluma de este Thau, que aparece en un volumen de filosofía titulado ¨El Coraje de la Independencia¨, que publicó aproximadamente hace dos años, sobre las personas seculares: ¨Ellos están tratando de destruir la vida familiar: otorgar legitimidad al adulterio y al incesto, a las familias monoparentales, y a la no paternidad. La bestialidad, también, está en su agenda, y se han empezado a escuchar voces declarando que la pedofilia es normal. Están tratando de representar toda esta fealdad como un paraíso en la tierra, y están tratando de inculcar estas ideas en los niños pequeños en el jardín de infantes¨.

En otro lugar en el panfleto escribe sobre los hombres homosexuales: ¨¿Cómo es posible denominar el pedido de tratar esta enfermedad como una ´afrenta?¡ ¡De hecho, aquellos que les están negando el tratamiento son los que les están haciendo daño, enterrándolos para siempre en su enfermedad y miseria! …En inmundicia y mugre¨. La amenaza (vacía) del representante de Noam en la actual Knesset, el parlamentario Avi Maoz, de postularse independientemente, logró su objetivo; el líder de la oposición se tomó el trabajo de ir a la casa del rabino y el peligro fue eliminado. Maoz ha sido colocado en el puesto número 11 en la lista de Sionismo Religioso y Netanyahu puede respirar con facilidad. ¿Qué le prometió el candidato a primer ministro a su interlocutor, que papel parlamentario fue discutido, sobre qué legislación acordaron? Veremos. Todos los cheques serán presentados para cobrarse, si forma un gobierno.

La visita a Thau fue el eslabón final de la cadena de inmunidad que en las últimas semanas Netanyahu se ha esforzado por forjar para sí mismo en contra de otra pérdida en las elecciones. Ha metido sus manos en los charcos más malolientes de toda la sociedad israelí. En las más profundas piscinas del racismo, Kahanismo, nacionalismo mesiánico y para el postre, el bastión de la homofobia, también. Los ha enganchado a todos a su carruaje de odio y anarquía. Personas con sus problemas que en un pasado no demasiado distante le disgustaban, se han convertido en direcciones para su noviazgo. Son los ¨socios naturales¨ para corromper el estado con el que soñaron los líderes del sionismo.

El líder de la oposición, Benjamin Netanyahu y otros candidatos en la lista del Likud esta semana.

El hombre que en el 2009 trajo a Ehud Barak a su gobierno, más a Moshe Ya´alon, Benny Begin y Dan Meridor al Likud, ahora se está congraciando con Itamar Ben-Gvir, Bezalel Smotrich y Thau desde los confines de la derecha religiosa extremista. Se está rodeando también de personas como David Amsalem, Shlomo Karhi y Galit Distal Atbaryan en el Likud de hoy.

El hombre que, como ministro de finanzas declaró la guerra en el 2003 a las asignaciones por hijos en las comunidades ultraortodoxas, para incentivar la salida a trabajar, se está juntando con los grupos más extremistas entre ellos que se oponen a los estudios centrales en temas no religiosos en sus escuelas. Sabe que está empoderando las fuerzas que destruirán el tejido social y económico de Israel durante décadas, con un movimiento de su mano. Esto por su propio bien, nada por el bien del futuro. ¿Qué le importa? ¨Que se queme el país¨, dijo una vez Sara. La sociedad que moldeará, entre el atraso y el abandono de los ultraortodoxos y los árabes, y los destructores del buen gobierno y la democracia que serán sus colegas en el gobierno, serán su legado durante muchos años después de él.

El descontento

David Amsalem del Likud es un hombre poseído por un sentido de venganza. Su arresto en el 2003, junto con otros activistas del Likud bajo sospecha de falsificación en un censo del Likud, lo dejó con cicatrices ardientes. Esta quemadura no se ha aliviado a través de las décadas.

Por el contrario. El archivo del censo fue cerrado por falta de evidencia, pero las agencias policiales han estado en la mira del ex sospechoso desde entonces, incluidas personas que hace dos décadas estaban en secundaria o en su primer año de universidad.

Netanyahu ha explotado los sentimientos de su asociado, avivando la furia de Amsalem y viendo el fruto de su labor en el podio de la Knesset y en los estudios de la televisión. Amsalem ha vomitado feas inventivas, su cerebro inventando conspiraciones delirantes.

Netanyahu mira hacia otro lado, disfrutando silenciosamente. Para él, los gritos, los epítetos y las amenazas de venganza son como una sinfonía de Mozart. En cualquier cosa relacionada con su guerra contra el sistema legal, en su afán por eludir la ley, ¨mi amigo Dudi¨ es su candidato manchuriano.

Moshe Saada, un ex vicedirector de la unidad del Ministerio de Justicia que investiga la mala conducta policial, es algo así como un gemelo de Amsalem. Él también alberga sentimientos de dolor, llenos de un deseo de venganza. Describió perturbadores procesos y decisiones y fue recompensado con afirmaciones perturbadoras sobre su conducta y personalidad, llevando a su expulsión del sistema.

Después de que el noticiero de Canal 12 lo entrevistó, dos partidos intentaron que se uniera: uno fue Sionismo Religioso de extrema derecha, el otro el ahora difunto Espíritu Sionista de Ayelet Shaked. El Likud no fue parte de este juego, pero el jueves tenía a Saada en su lista electoral, en uno de los tres lugares elegidos por el presidente del partido. El general retirado Gal Hirsch ha sido fastidiado otra vez.

El principal objetivo de Netanyahu era privar a Shaked de cualquier activo electoral potencial, igual que como un equipo de fútbol compra un jugador y así no jugará para un rival (aunque, de acuerdo con encuestas recientes, esto no haría ninguna diferencia, considerando la mala actuación de Shaked).

Pero Saada es también un mensaje. El partido dirigido por un hombre acusado de irregularidades penales, cuyo candidato para ministro de justicia, Yariv Levin, es la pesadilla del sistema legal, ha sido reforzado por otra fuerza que alberga enemistad por ese sistema. Bien podríamos ver a Saada como el director del próximo Comité de Seguridad Pública de la Knesset o el Comité de Constitución, Ley y Justicia.

La rutina es familiar. Los Amsalem atacan al fiscal general, a la Corte Suprema ¿a quiénes no atacan? El líder permanece en silencio, luego alinea las filas con un mensaje de ¨estadista¨.

La fiscal general Gali Baharav-Miara este mes.

Esta semana Netanyahu declaró que la fiscal general, Gali Baharav-Miara no sería despedida si él es electo. Nadie compra sus palabras asépticas sobre las ¨reformas¨ cautelosas y responsables. Nir Barkat, Yoav Kisch y otros Likudniks dicen la verdad sobre la intención de deshacerse de Baharav-Miara. Recogen esto de Bibi, y en su inocencia, repiten lo que escuchan en casa.

Por cierto, Netanyahu no tiene que despedir a la fiscal general. Esto se vería demasiado brutal. Puede simplemente ignorarla, dejarla fuera para que se seque mientras diluye sus informes o no la invita a las reuniones. En resumen, puede convertirla en una planta en maceta.

Un sexto gobierno de Netanyahu, mientras tanto, puedo convertir el sistema legal en un felpudo. Las decisiones y demandas de Baharav-Miara serán rechazadas. Será humillada en las reuniones de gabinete. Los asesores legales que actúan en su nombre en los ministerios serán reemplazados por títeres, con cada nombramiento aprobado por el acusado.

Un destino similar le espera a la fiscalía estatal. Los fallos de la Corte Suprema pueden cumplirse, pero con confrontaciones y diluciones. El ministro de justicia Levin chocará con los tribunales en cada paso del camino.

El sistema de aplicación de la ley, debido a sus fallas, estancamiento y dogmatismo, está perdiendo la confianza pública. Pero la razón principal de esto es el ataque de más de cinco años de Netanyahu y su pandilla. Él es el que vertió la gasolina y encendió el fósforo, y ahora se está quejando de que los inquilinos no han instalado detectores de humo.

El sistema judicial comprende lo que impulsa a Netanyahu en nuestra quinta elección en tres años y medio. Incluso antes de la ansiedad por el programa nuclear de Irán o el deseo de Sara por regresar a acosar al personal de la residencia del primer ministro, Netanyahu está tratando de mejorar su posición mientras maneja su juicio.

Esto es algo que los jueces y abogados realmente temen: su capacidad para hacer que los tribunales y las fuerzas del orden sean desdentados. El ex presidente de la Corte Suprema, Aharon Barak, que estaba a favor de un acuerdo rápido con Netanyahu, pronosticó este escenario. Avichai Mendelblit, el ex fiscal general que, según Gidi Weitz de Haaretz, se arrepiente de no haber cerrado ese acuerdo, será uno de los responsables.

¿Quién es un reformador?

Hablando de reformas, un instituto de investigación no político llevó a cabo una encuesta esta semana usando una agencia de encuestas bien conocida (que solicitó el anonimato). Examinó varios asuntos relacionados con el sistema judicial y político israelí. Una pregunta era: ¨¿Qué político considera más adecuado para reformar el sistema judicial y político?¨ Los resultados:

1.Gideon Sa´ar, con 16.6 por ciento de los votos. Esto no es una sorpresa. Como ministro de justicia en el ¨gobierno del cambio¨, rehabilitó un ministerio semiparalizado y nombró a docenas de personas nuevas incluidos el fiscal estatal y la fiscal general y sus diputados.

Nombró a jueces de la Corte Suprema e instituyó audiencias para los candidatos para la corte. También impulsó una Ley Básica que protege los derechos de los presuntos delincuentes. (El Likud argumenta que los derechos de Netanyahu han sido violados y su caso fabricado, pero de todos modos votó en contra de este proyecto de ley).

En segundo lugar, estuvo Itamar Ben-Gvir, con 14.2 por ciento de los votos. Esto es más alto que el número de escaños de la Knesset que se espera que gane su partido, lo que refleja la presencia perniciosa del cáncer de Ben-Gvir en el torrente sanguíneo del público israelí.

El líder de extrema derecha, Itamar Ben-Gvir, visitando el Comité Central de Elecciones el jueves.

Ben-Gvir no está necesariamente asociado con la cruzada de los partidos de la oposición en contra de los tribunales y las agencias de la ley, incitada por nuestro pobre Dreyfuss de Cesárea. El mensaje del jefe de Otzma Yehudit es el odio hacia los árabes y el avivamiento de las emociones.

Pero Ben-Gvir es la tendencia que lidera las elecciones del 2022; él es el voto protesta esta vez. Sus votantes vienen del Likud también, y de Shas y Judaísmo Unido de la Torah, con un goteo del bloque del ¨cambio¨. También tiene muchos votantes primerizos.

Si su partido se postula solo, no como parte de la alianza del Sionismo Religioso de Smotrich, probablemente le iría igual de bien. Su lista religiosa racista y homofóbica incluirá a cinco o seis otros ¨Ben-Gvirs¨, como lo pone él. Si tuvieran una lista independiente, podría haber metido más.

Pero al vincularse con Smotrich, ha hecho enormes ganancias. Ha mostrado responsabilidad hacia el bloque de derecha, incrementando en gran medida sus posibilidades de estar en el próximo gabinete. (Tanto Smotrich como Netanyahu están comprometidos con eso).

En la encuesta, dos ex ministros de justicia han quedado en el polvo, Ayelet Shaked en 6.8 por ciento y Amir Ohana con 5.8 por ciento. Luego viene el chico que probablemente obtendría ese trabajo bajo Netanyahu, Yariv Levin, con 4.5 por ciento.

Nuestro David Amsalem recibió sólo el 2 por ciento. El lenguaje obsceno y un estilo nocivo puede hacer que aparezcas en las noticias de la noche, palmadas en la espalda de los compañeros Likudniks e historias sicopáticas en los medios de comunicación, pero no son persuasivas. Una sorpresa fue Efrat Rayten, una legisladora jurista del partido Laborista, en 4.1 por ciento.

Lo que no está claro es por qué Netanyahu no ha lanzado una campaña para atraer a los votantes descarriados del Likud de vuelta a casa. Esto equivale a tres o cuatro escaños, votantes parte del fenómeno torcido conocido como Ben-Gvir. En su coalición, Netanyahu necesitará el menor grupo posible de Smotrich y su socio Kahanista, con el Likud lo más grande y leal como sea posible.

Ben-Gvir no es un hombre sí. Es un alborotador profesional, un provocador. No tiene intención de ser un ministro dócil controlado por Netanyahu.

El elefante y la cuestión árabe

Todo el mundo habla de la catástrofe inminente de una baja participación de los votantes árabes. Algunos ven esto con esperanza, otros con ansiedad. Se habla menos de lo que se puede hacer para cambiar la tendencia. El Centro aChord de la Universidad Hebrea ha realizado investigaciones durante el año pasado, incluso en semanas recientes, sobre la participación árabe esperada.

Las principales razones dadas para no votar fueron: 1. Mi voto no tiene influencia 2. No confiamos en los políticos árabes 3. Un boicot ideológico 4. El enfoque de los partidos de centro izquierda hacia los árabes israelíes 5. El enfoque de los gobiernos de derecha hacia los árabes israelíes.

Los encuestados también expresaron desesperación, o al menos decepción respecto a su situación económica, sentido de seguridad y la política israelí en general. Con tal carga, una votación en noviembre no producirá una panacea.

Los investigadores en aChord realizaron varios estudios en un intento por identificar factores que podrían incrementar la participación árabe. Los posibles fenómenos positivos son:

1.Promover temas importantes para la comunidad. (¿Están escuchando, Lapid y Benny Gantz?)

2.Enfatizar que hay fuerzas tratando de humillar a la comunidad árabe, evitando su integración en la sociedad y la política.

3.Enfatizar que votar es un ¨acto moral de asumir responsabilidad¨.

En el pasado he escrito sobre un dilema que afecta a los líderes de centro izquierda, principalmente Lapid. Su partido ha puesto a un árabe israelí extremadamente bajo en la lista, en el número 29. La principal pregunta es si dejar el esfuerzo a las organizaciones no gubernamentales árabes (que raramente han tenido éxito), o embarcarse en una campaña activa.

Este dilema debe terminar. La plataforma de un primer ministro en funciones en árabe con promesas claras puede ayudar.

El hecho es que, en su campaña anterior, Netanyahu, también conocido como Abu Yair, obtuvo un número decente de votantes árabes. El Likud es el partido sionista con la mayoría de los votos árabes, muy lejos de los izquierdistas Meretz y Yesh Atid.

Toma nota, Abu Yoav (el hijo de Lapid, Yoav, nació en 1987). No hay mucho tiempo.

 

Traducción: Comunidad Judía de Guayaquil
Fuente: Haaretz

 



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