Julio 27 del 2022

¿Qué le depara a las relaciones de Israel y Colombia en el gobierno de Petro?

El presidente electo de los colombianos, Gustavo Petro, ha sido uno de los caudillos latinoamericanos más críticos con el Estado de Israel.

 Gustavo Petro – Foto: Wikipedia – CC BY 3.0

 En reiteradas ocasiones ha dejado ver su animadversión por el país de Oriente Próximo, llegando a compararlo con los nazis.

Según un tuit del 2 de mayo de 2019 publicado por el político socialista, “el Estado de Israel discrimina a los palestinos como los nazis a los judíos”.

Esta no es la única mención desobligante que el jefe del Pacto Histórico ha tenido hacia Israel; en el 2014 le exigió “al Estado de Israel que pare la barbarie”, al responsabilizarlo por la muerte de 10 niños en medio de bombardeos en Gaza.

Luego, en el año 2021, volvió a referirse a Israel y le exigió explicaciones a nombre del pueblo colombiano por una supuesta intromisión de sus agentes en la preparación de los grupos paramilitares y lo que denominó el “genocidio de la Unión Patriótica”.

Posteriormente, en noviembre de 2021, criticó la postura del actual ministro de Defensa de Colombia, Diego Molano, quien aseguró que Irán es enemigo de Colombia con base en ríos de evidencia que prueban la participación de la República Islámica en la configuración de células terroristas yihadistas en territorio colombiano, la venta de armas a las guerrillas de las FARC y el ELN, y el apoyo a un régimen hostil como el venezolano. De acuerdo con Petro, el alto funcionario colombiano lo hizo para atraer la amistad de Israel y vestir a sus policías de nazis.

En paralelo con los ataques sistemáticos de Petro a Israel, su equipo logró agendarle una reunión con la Confederación de Comunidades Judías de Colombia, que en un ánimo pluralista y democrático lo escucharon y le manifestaron sus dudas e inconformidades. Huelga decir que allí no se materializó ningún respaldo a su campaña presidencial y que, por el contrario, decenas de periodistas y miles de colombianos le criticaron su desfachatez y falta de coherencia.

Es importante recordarle al próximo mandatario que Colombia reconoció el Estado de Israel en febrero de 1949 y que las relaciones diplomáticas entre ambos países se establecieron en 1953. Incluso Bogotá aportó tropas para el mantenimiento de la paz en la Península del Sinaí entre 1956 y 1958. (Peckel, M).

También hay que recordarle que Israel es el aliado más importante de Colombia en Oriente Próximo —así como Colombia es el aliado más importante de Israel en Hispanoamérica—, que la cooperación entre ambas naciones trasciende lo meramente comercial y pasa por la defensa de la soberanía y la lucha contra un enemigo común: el terrorismo.

Israel es, después de los Estados Unidos, el país más relevante para Colombia en materia militar. Gracias a la cooperación que existe entre los dos países y al intercambio de tecnología y experiencia, en las inmediaciones de Bogotá se fabrican fusiles Galil, la Fuerza Aérea Colombiana sigue operando los cazabombarderos Kfir y los alumnos colombianos en el Mashav (institución de cooperación internacional que depende directamente del Ministerio de Relaciones Exteriores de Israel. Otorga becas a estudiantes de países en vías de desarrollo en diferentes áreas) superan en número a los de cualquier otro país latinoamericano.

No menos crucial es el hecho de que a nivel económico Israel y Colombia han estrechado sus lazos, llegando a firmar un Tratado de Libre Comercio en 2020.

Conforme con el Ministerio de Comercio, la balanza comercial con Israel en 2019 fue positiva para Colombia en $281 millones de dólares, con exportaciones por $366 millones de dólares e importaciones de $85 millones de dólares.

Así pues, y parafraseando a Reagan, Colombia debe fortalecer los lazos históricos que lo unen a Israel, asegurarle su apoyo y firme compromiso. Igualar la lealtad con la lealtad y esforzarse por mantener relaciones mutuamente beneficiosas. ¡Ojalá Petro lo entienda!

Nota: Este artículo fue escrito en memoria de Jaime Aron, exembajador de Israel en Colombia y cónsul honorario de Colombia en Israel por tres décadas, quien falleció en Tel-Aviv el pasado 22 de julio. Paz en su tumba.

 

Fuente: Aurora Digital

 



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