Mayo 24 de 2022

Israel está perdiendo la soberanía sobre el este de Jerusalem – Opinión

POR: Editorial del JPost

Edificios residenciales palestinos y una mezquita son vistos más allá de la cerca de separación de Israel, que rodea el campo de refugiados Shuafat en el este de Jerusalem.

Hay ciertos barrios en el este de Jerusalem en que los judíos estarían en peligro de muerte si entraran en ellos.

Las imágenes que han emergido de Jerusalem la última semana o dos han sido alarmantes.

La capital de Israel ha estado plagada de disturbios y violencia a medida que los residentes árabes del este de Jerusalem y sus alrededores han salido en una demostración total de fuerza en contra de las trampas del gobierno israelí.

El viernes pasado, miles se reunieron para participar en el funeral de la periodista de Al Jazeera asesinada, Shireen Abu Akleh, repletos de banderas palestinas y consignas nacionalistas.

El funeral, uno de los eventos más grande de su clase en muchos años, fue visto por muchos palestinos como un importante evento nacional en el corazón de Jerusalem. La manera en la que fueron recibidos por las fuerzas policiales de Israel -lo cual ha sido cubierto extensamente tanto aquí como en los medios de comunicación mundiales -sólo se sumó a la sensación de que el este de Jerusalem no sólo era una ciudad diferente al oeste de Jerusalem, sino un país totalmente diferente.

Esta semana, ese sentimiento se acentuó por lo que KAN llamó el día más violento en la capital desde la Operación Guardián de los Muros del año pasado, ya que los palestinos tuvieron otra oportunidad de exhibir una muestra masiva de fuerza.

Personas lloran mientras cargan el ataúd de Walid al-Sharif durante su funeral en el complejo que alberga la mezquita Al-Aqsa, conocida por los musulmanes como Noble Santuario y por los judíos como el Monte del Templo, en la Ciiudad Vieja de Jerusalenm, 16 de mayo del 2022.

Disturbios a gran escala estallaron nuevamente en el este de Jerusalem después del funeral de Walid al-Sharif, un joven palestino que murió a principios de la semana de heridas que recibió durante los enfrentamientos con los oficiales de policía israelíes en el complejo de la mezquita Aqsa. Fue el único palestino que resultó muerto en los enfrentamientos que estallaron con la policía durante el Ramadán.

La gran participación en el funeral fue impulsada por llamadas en las redes sociales por Hamas y otros grupos palestinos, informó Khaled Abu Toamech, de The Jerusalem Post. Indicó que el objetivo era mostrar que no hay diferencia entre el este de Jerusalem y la Franja Occidental o la Franja de Gaza.

La concurrencia y la violencia y los arrestos resultantes no fueron diferentes de escenas previas de disturbios, vandalismo y enfrentamientos con la policía que han llegado a ser casi comunes en muchas áreas del este de Jerusalem, especialmente en comunidades como Isawiya, Shuafat y Silwan.

Los nombres de esos barrios podrían ser familiares para los lectores, pero la mayoría probablemente no podría recordar cuando fue la última vez -si es que alguna vez -que entraron en uno de ellos.

La realidad de Israel hoy es que hay grandes franjas de su ciudad capital que son demasiado peligrosas para poner un pie si eres judío. Incluso la policía y los servidores civiles municipales evitan acercarse a ellos.

Uno podría argumentar que hay muchas ciudades de alto perfil en todo el mundo -desde Chicado a Paris -que tienen barrios y áreas con enormes tasas de delincuencia y asesinatos que muchas personas harían todo lo posible por evitar.

Pero Israel se enorgullece de su capital ¨unificada¨, con cada gobierno y primer ministro durante 55 años desde la Guerra de los Seis Días prometiendo que Jerusalem nunca será dividida.

Esa creencia inquebrantable de que la parte oriental de Jerusalem nunca se negociará podría tener algo que ver con la decisión del miércoles de la policía de permitir que la Marcha de la Bandera del Día de Jerusalem este año entre a la Ciudad Vieja a través de la Puerta de Damasco, después de que la ruta fue bloqueada el año pasado debido a amenazas de Hamas que se convirtieron en la Operación Guardián de los Muros.

La marcha, que debería ser un evento nacional, no político, celebrando la victoria de Israel en 1967 y la reunificación de Jerusalem, hace mucho que se ha convertido en una muestra de fuerza alimentada por la derecha, con el objetivo de jactarse de la propiedad sobre la ciudad, incluso la sección árabe dentro y fuera de la Ciudad Vieja.

Aunque la decisión final sobre la ruta de la marcha será tomada por el primer ministro Naftali Bennett en consulta con el Shin Bet (Agencia de Seguridad de Israel), los organizadores de la marcha acogieron con beneplácito la decisión de la policía, diciendo, ¨No hay nada más adecuado que una marcha feliz y unificadora, desde el oeste de la ciudad hasta el este, a través de los lugares que las FDI liberaron hace 55 años, en la fiesta de la capital de Israel¨

Declaraciones como esa no concuerdan con las imágenes de disturbios, enfrentamientos y violencia que asolan a la capital casi todos los días en semanas recientes. Marchas como las que los organizadores quieren realizar son buenas, son ideas bonitas, pero no pueden existir en un vacío. Israel ha perdido hace mucho tiempo la soberanía sobre partes de Jerusalem. Una marcha a través de la Puerta de Damasco no la restaurará.

 

Traducción: Comunidad Judía de Guayaquil
Fuente: The Jerusalem Post

 

 

 



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