Mayo 16 del 2022

La venganza de Yentl: Las jóvenes judías estadounidenses superan académicamente a todas las demás

POR: Renee Ghert-Zand

Foto ilustrativa: Adolescentes de la comunidad judía de Atlanta.

La investigación de la profesora Ilana Horwitz de la Universidad Tulane señala a la cultura religiosa como la razón por la que las chicas judías superan el logro educativo de las chicas no judías -y los chicos judíos.

Un nuevo estudio muestra que las jóvenes con una educación judía tienen 23 puntos porcentuales más de probabilidades de obtener una licenciatura que las jóvenes no judías de similar estatus socioeconómico. Las mujeres judías también asisten a universidades más selectivas que las mujeres de otras religiones en Estados Unidos.

Publicado en la American Sociological Review, ¨Del Bar Mitzvah a la Barra: Hábito Religioso, Concepto de Sí Mismo y los Resultados Educativos de las Mujeres¨ también muestra que las chicas con dos padres judíos tienen un logro académico aún más alto que las chicas con un solo padre judío. Además, a las chicas judías les va mejor académicamente que a los chicos judíos, con el 81 por ciento de las chicas judías graduándose de una universidad de 4 años, pero sólo el 61 por ciento de los chicos judíos obtienen títulos universitarios.

Según el estudio, estos logros más altos de las chicas judías se explican por su articulación de ¨los conceptos de sí mismas marcados por objetivos profesionales de élite, y un afán de tener nuevas experiencias. Consecuentemente, su búsqueda por la congruencia del concepto de sí mismas implica planes elaborados para la educación superior de élite y la escuela de posgrado¨.

En otras palabras, las chicas con padres judíos piensan mucho sobre quiénes son y lo que quieren hacer. Establecen objetivos académicos altos para sí mismas y comienzan a planear tempranamente cómo los lograrán, comenzando por tomar clases de Colocación Avanzada y participar en actividades extracurriculares y pasantías en la escuela secundaria. A diferencia de otras adolescentes que pueden ver la universidad como un medio para la superación personal, las jóvenes judías la ven como una plataforma para crear inversión en capital humano.

En una entrevista reciente con The Times of Israel, la autora líder del estudio, la Dra. Ilana M. Horwitz, profesora asistente de Estudios Judíos y Sociología y Cátedra Fields-Rayant en Vida Judía Contemporánea en la Universidad de Tulane, dijo que los resultados del estudio muestran la importancia de la cultura religiosa al estudiar la estratificación educativa.

La Dra. Ilana M. Horwitz, profesora asistente de Estudios Judíos y Sociología y Cátedra Fields-Rayant en Vida Judía Contemporánea, Universidad Tulane.

¨Los estudios sociológicos toman en consideración la raza, clase y género cuando analizan la educación. Quería saber cómo afecta la religión los resultados académicos¨, dijo Horwitz.

Por ¨religión¨, Horwitz no se refería a religiosidad o teología, sino más bien a una subcultura religiosa, que es una combinación de ideas, valores, experiencias, comportamientos y símbolos transmitidos de generación en generación por miembros de un grupo religioso o etnoreligioso. Estos, a su vez, están moldeados por la historia, demografía y política.

¨Decir que ´los judíos simplemente valoran la educación´ no me sienta bien. Muchas personas valoran la educación, pero no siempre les sucede¨, dijo Horwitz.

¨Soy escéptica sobre la afirmación de que los logros educativos es algo innato en los judíos. Esto de presentar a los judíos como una ¨minoría modelo¨ sólo perpetúa los tropos y estereotipos¨, dijo Horwitz.

En su lugar, discute en ¨Del Bat Mitzvah a la Barra¨ cómo la escolarización, la educación y la alfabetización siempre han sido fundamentales para la civilización judía desde la antigüedad hasta los tiempos modernos. Destaca cómo para los inmigrantes judíos europeos orientales a Estados Unidos a principios del siglo XX, la educación fue clave para lograr movilidad social y económica. Cita las estadísticas de que, al final de la Primera Guerra Mundial, los judíos componían más de la mitad de todos los estudiantes en las escuelas secundarias públicas de la Ciudad de New York y tres cuartos de todos los estudiantes en el City College de New York.

La Dr. Sylvia Barack Fishman, profesora emérita de Vida Judía Contemporánea, Departamento de Estudios de Cercano Oriente y Estudios Judaicos, Universidad de Brandeis.

No es un gen lo que motiva a los jóvenes judíos a aprender y ser buenos en la escuela. Sino más bien, es la centralidad de la educación para la cultura judía y los ejemplos establecidos por padres, abuelos y otros miembros de la familia exitosos educativa y profesionalmente lo que llevó a las adolescentes judías a esforzarse para lograr éxitos similares.

¨Son los mensajes abiertos e implícitos sobre la educación que reciben estos chicos en casa¨, explicó la Dra. Sylvia Barack Fishman, profesora emérita de Vida Judía Contemporánea en la Universidad Brandeis, quien ha investigado a las mujeres judías estadounidense y la educación, pero no estuvo involucrada en el estudio.

Gran estudio longitudinal

¨Desde el Bat Mitzvah a la Barra¨ es un análisis secundario de Horwitz y colegas de la Universidad de Stanford y la Universidad Cornell de datos extensos recopilados de un estudio de 10 años representativo a nivel nacional de 3,238 adolescentes y algunos de sus padres, llamado Estudio Nacional de la Juventud y Religión (NSYR por sus siglas en inglés). Este estudio longitudinal involucró el estudio de datos recopilados en varias olas, así como datos recopilados en entrevistas con adolescentes y sus padres. El estudio tuvo un sobremuestreo único de adolescentes con padres judíos. (Cabe señalar que las adolescentes judías que participaron en el NSYR eran casi todas de corrientes liberales del judaísmo, y no de hogares ortodoxos. Sin embargo, los datos de un estudio sobre religión en Estados Unidos del Centro de Investigación Pew en el 2014 indica que los judíos ortodoxos modernos tienen niveles de logros académicos similares a los judíos más liberales).

Foto ilustrativa: Adolescentes tomando parte en el programa de liderazgo de BBYO en el verano.

Horwitz y sus colegas también vincularon los datos del NSYR al National Student Clearinghouse para rastrear los resultados educativos de las encuestadas del NSYR por tres años adicionales. Además, mantuvieron constante el estatus socioeconómico en sus análisis – algo que los datos del NSYR no hicieron.

¨Éste es un artículo realmente importante. La metodología que la Dra. Horwitz y su equipo utilizaron es el estándar de oro, es excepcionalmente competente¨, indicó Fishman.

¨Los datos longitudinales son difíciles de obtener, al igual que los datos estadísticos complementados por la investigación cualitativa realizada mediante entrevistas¨, dijo.

Horwitz explicó que los datos del NSYR son invaluables, porque siguió a las adolescentes mientras crecían hasta la edad adulta durante una década.

¨Todos los otros estudios realizados sobre los judíos y los logros educativos más altos son en retrospectiva. Con el NSYR, pudimos ver qué juega en las aspiraciones de las adolescentes, y si las aspiraciones fueron logradas o no al final¨, dijo Horwitz.

Con la vasta mayoría de las chicas judías encuestadas viniendo de hogares no ortodoxos, Horwitz enfatizó la naturaleza igualitaria del judaísmo liberal y su contribución al sentido de confianza en sí mismas de las chicas y la capacidad de imaginarse a sí mismas en posiciones profesionales de alto nivel.

Ella cree que esto podría desempeñar un papel importante en el sorprendente hallazgo de que las mujeres judías están ahora superando a los hombres judíos en logros educativos. El auge de las mujeres judías refleja varios factores, incluida una educación igualitaria de género en la que los padres judíos enseñan a sus hijos y a sus hijas que pueden tener carreras destacadas. En generaciones anteriores, las mujeres era más probable que vieran sus papeles primarios como madres, pero las actitudes de cohortes más jóvenes de mujeres judías han cambiado significativamente. También es notable que las tasas de logro educativo entre los hombres en la cohorte de 30-49 años está disminuyendo, pero no está claro por qué¨, escribió Horwitz.

Todo este éxito para las jóvenes judías no se produce sin preocupación. Ponerse uno mismo en la pista de ¨carrera primero, maternidad segunda¨ puede llevar a problemas de infertilidad en el futuro. Horwitz también notó un nivel de ansiedad expresado en algunas entrevistas con jóvenes judías.

¨Hubo preguntas sobre la satisfacción en la vida una vez que las mujeres judías llegaban a sus 20s. Se preguntaron a sí mismas, ´¿Por qué estoy haciendo todo esto otra vez?´ y ´¿Cuándo terminará esta carrera? ¿Cuándo empiezo a sentirme satisecha?´¨ compartió Horwitz.

¨El logro educativo no siempre es igual a la felicidad y satisfacción¨, dijo.

Foto ilustrativa: Estudiantes caminan por la puerta de Harvard Yard en Cambridge, M.A., 6 de septiembre del 2021.

Horwitz y Fishman enfatizaron la necesidad de más investigación sociológica tomando la cultura religiosa en consideración.

Horwitz citó varias razones por las que los sociólogos no están analizando la cultura religiosa, incluido que, para hacerlo, estos días parecerían no estar lo suficientemente ¨despiertos¨.

¨La cultura religiosa no está de moda intelectualmente, porque analiza las diferencias entre las personas que son blancas¨, dijo Fishman.

¨Pero los judíos no encajan en el binario de color/blanco. El artículo de la Dra. Horwitz analiza el carácter distintivo judío y necesitamos más trabajo así que nos ayude a comprender lo que hace latir a los judíos estadounidenses¨, dijo Fishman.

 

Traducción: Comunidad Judía de Guayaquil
Fuente: The Times of Israel

 

 

 



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