21 de marzo de 2022

Campaña estudiantil de la Universidad Tufts llama a boicotear a los grupos pro-Israel

POR: Penny Schwartz / JTA

Un letrero se encuentra en el borde del campus de la Universidad de Tufts en Medford, Massachusetts, Estados Unidos, 27 de noviembre del 2017.

La campaña podría apuntar a un cambio mayor en la estrategia de los defensores de los boicots a Israel.

Las campañas universitarias dirigidas por estudiantes para boicotear a Israel no son algo poco común, pero un nuevo movimiento estudiantil en la Universidad Tufts está tomando una forma rara vez vista antes en esfuerzos similares de boicots en los campus universitarios.

El capítulo de Estudiantes por la Justicia en Palestina (SJP) de Tufts hizo un llamado esta semana para un boicot estratégico en contra de Israel, pidiendo a los estudiantes que firmen el compromiso del grupo de no comprar snacks israelíes vendidos en el campus (como el humus Sabra). Pero en lo que algunos observadores dicen que es una táctica nueva y problemática, el grupo también pide a los estudiantes que se nieguen a unirse a grupos o programas en el campus ¨que normalicen o beneficien¨ a Israel, incluidos los grupos estudiantiles de Amigos de Israel de Tufts, TAMID y J Street de Tufts, una rama en el campus del grupo de política liberal de Medio Oriente que defiende una solución de dos estados.

La campaña también insta a los estudiantes a no estudiar en el exterior en Israel o participar en Birthright Israel; a no tomar parte en un programa universitario titulado Visiones de Paz que se enfoca en el diálogo entre israelíes y palestinos; y a no inscribirse en una beca de verano apoyada por la Liga Antidifamación.

SJP se hizo pública con ¨Justicia a través del BDS¨, su iniciativa más reciente, el lunes en un artículo de opinión en una publicación estudiantil que se compartió en sus sitios de redes sociales. El grupo apoya el BDS, el movimiento de boicot, desinversión y sanciones que se dirige a las empresas que hacen negocios con Israel.

En su declaración, SJP acusa a Israel de violar los derechos humanos de los palestinos, incluida la demolición de las casas y los desplazamientos que se remontan a 1948, el año en que Israel obtuvo la condición de estado. Describe al sionismo como una forma de ¨colonialismo de pobladores¨ y utiliza el término ¨apartheid¨ para describir su ocupación de la tierra palestina.

Salón Oeste de la Universidad Tufts.

La declaración incluyó una justificación para oponerse a J Street: ¨Si bien JSP reconoce que muchas personas judías comienzan su viaje político antisionista a través de J Street U, y aprecia que el capítulo de J Street U de Tufts está de acuerdo que antisemitismo y antisionismo no son sinónimos, es crucial para los estudiantes que rechacen las medidas a medias que condenan la ocupación, mientras que normalizan la colonización¨.

SJP de Tufts no respondió a varias peticiones para que comentara.

¨Nos oponemos fuertemente a esta campaña renovada en Tufts¨, dijo en una declaración por email Patrick Collins, director ejecutivo de las relaciones con los medios de comunicación de las facultades, a la Jewish Telegraphic Agency.

Collins expresó su decepción porque SJP eligiera pedir a los estudiantes que boicoteen a otros grupos estudiantiles en el campus.

Tufts rechaza el movimiento BDS, ¨los elementos del cual creemos que tienen sus raíces en el antisemitismo¨, según Collins.

¨Como una institución educativa, debemos alentar el debate honesto y abierto sobre problemas difíciles, incluidos aquellos en Medio Oriente. Estudiantes para la Justicia en Palestina tiene un papel importante que desempeñar en estas discusiones. Sin embargo, su campaña más reciente es divisiva y dañina. No ayuda a fomentar conversaciones importantes – sino que las cierra mientras excluye a sus compañeros de estudio¨, escribió Collins.

La campaña podría apuntar a un cambio mayor en la estrategia de los defensores de los boicots a Israel, ya que el líder de la rama de San Francisco del Consejo sobre Relaciones Estadounidenses-Islámicas expresó recientemente un sentimiento similar. En noviembre, Zahra Billoo pronunció un discurso instando a los activistas propalestinos a oponerse a los ¨sionistas corteses¨, a quien definió para incluir a grupos judíos como Hillel, la ADL y las ¨sinagogas sionistas¨. ¨Ellos no son sus amigos¨, dijo Balloo en el momento.

Tufts, una universidad de artes liberales y una institución de investigación con unos 5,800 estudiantes universitarios y un gran organismo estudiantil judío, está ubicada a sólo seis millas del centro de Boston. A lo largo de los años, su administración ha tomado una posición en contra de los boicots académicos y ha rechazado esfuerzos anteriores de SJP para hacer que la universidad desinvierta de las compañías israelíes.

Hillel de Tufts condenó el llamado de SJP a un boicot en contra de Israel y de la programación en el campus relacionada con Israel. En una declaración en su página de Facebook, el rabino Naftali Brawer, director ejecutivo del grupo, y Allison Cohen, presidente estudiantil de Hillel en Tufts, dijeron que los grupos atacados por SJP representan un amplio espectro de las opiniones sobre Israel.

¨A diferencia de SJP, creemos firmemente que el diálogo es la única ruta para profundizar el entendimiento entre personas de opiniones divergentes y una paz duradera entre israelíes y palestinos¨, escribieron.

La campaña más reciente de SJP va mucho más allá de las normas convencionales de los boicots, según Robert Trestan, director regional de la Liga Antidifamación de Nueva Inglaterra.

Pedir a los estudiantes que firmen un compromiso negándose a asociarse con una variedad de grupos aumenta las preocupaciones de Trestan, escribió en una carta al presidente de Tufts, Anthony Monaco, que proporcionó Trestan a JTA.

¨Esta lista…crea efectivamente una prueba de fuego que podría ser utilizada para restringir a los estudiantes judíos de la participación plena en las muchas facetas de la vida estudiantil¨, escribió.

Pidió que Monaco hable públicamente en contra del boicot, y que asegure a los estudiantes judíos que no serán excluidos de la participación plena en la vida del campus.

Violet Kopp, estudiante de segundo año y copresidente de la rama del campus de J Street, se enteró por primera vez del boicot de SJP en un email la semana pasada de SJP. ¨Mi reacción inmediata fue decepción y un poco de frustración¨, le dijo a JTA en una conversación telefónica.

¨Mucho del trabajo que hacemos depende de tener canales abiertos de diálogo y respetar los desacuerdos¨, dijo. ¨El boicot básicamente malinterpreta el trabajo que hacemos¨.

Los objetivos de ambos grupos es justicia para todas las personas, indicó. ¨El boicot se siente muy contradictorio a eso¨.

En una serie de publicaciones en Twitter, el profesor de sociología de Tufts, Eitan Hersh, compartió su preocupación sobre el llamado de SJP para desconectarse de grupos como J Street.

¨Quiero que nuestros estudiantes en Tufts sepan que la posición articulada aquí (que los grupos que apoyan la solución de dos estados & los acuerdos de paz van a ser marginalizados) es extrema & debe descartarse como tal¨, escribió.

Kopp dio la bienvenida a la conversación continuada sobre el conflicto israelí-palestino, incluso con aquellos que quieren boicotear a J Street.

¨No los vamos a boicotear¨, dijo ella. ¨Queremos involucrarnos con todos¨.

 

Traducción: Comunidad Judía de Guayaquil
Fuente: The Jerusalem Post

 

 



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