Sin ser ya primer ministro, Netanyahu trata de evitar que la corona del Likud se escape también

POR: Tal Schneider

Benjamin Netanyahu camina cerca del parlamentario Yuli Edelstein y Nir Barkat en la Knesset, el 11 de octubre del 2021.

El líder de la oposición está ocupado asegurando las escotillas, mientras los antiguos aliados sientan las bases para montar desafíos para el liderazgo del partido.

La vida en la oposición es dura. Seis meses después de perder el cargo de primer ministro, el jefe del Likud, Benjamin Netanyahu, está ocupado defendiéndose de los desafíos a su control duradero del partido.

¨Todos los imperios caen¨, dice el antiguo refrán, a lo cual los hebreo parlantes añaden, ¨Algunos caen muy lentamente¨. Así es como el Likud de Netanyahu está siendo visto desde la Knesset, mientras se enfrenta a diputados, anteriormente leales, buscando derrocarlo: un viejo imperio muriendo muy lentamente.

Para prepararse, el ex primer ministro ha estado trabajando para eliminar de las listas del partido a los miembros que se oponen a su gobierno, apuntalando alianzas y apuntando al tribunal interno del Likud.

El mayor movimiento reciente de Netanyahu fue expulsar a ex ministro Israel Katz de su círculo interno.

El primer ministro, conocido durante mucho tiempo por arrojar a los leales debajo del bus, se enfureció contra Katz, comenzando con una diatriba en Twitter acusándolo de socavar los intereses del Likud.

Resultó que el problema del líder del partido, fue lo que vio como Katz trabajando con los Nuevos Likudniks, un flanco dentro del Likud que comprende unos 7,000 votantes que declaradamente preferirían un nuevo liderazgo del partido que a Netanyahu.

La diatriba de Netanyahu parecía que estaba dejando salir vapor después de que los nuevos Likudniks ganaron una batalla en el tribunal interno del Likud, el cual bloqueó un intento, por elementos respaldados por Netanyahu, de expulsar a los miembros del grupo por completo del partido. Ese fracaso significa que tendrán voz y voto en las próximas primarias y en la contienda por el liderazgo.

El ministro de transporte, Israel Katz, izquierda, y el primer ministro Benjamin Netanyahu, durante una prueba de manejo del tren expreso Jerusalem-Tel Aviv en el centro de Israel, el 20 de septiembre del 2018.

Antes del estallido, Katz había servido durante años bajo Netanyahu como un miembro fiel del gabinete, desempeñando los roles de ministro de finanzas, actuando como ministro de relaciones públicas y, durante una década, ministro de transporte.

A pesar de todo, Katz era visto como voluntariamente obsequioso con Netanyahu. Incluso cuando terminó segundo en la lista de las primarias del partido en el 2019, se inclinó ante la voluntad de Netanyahu.

Eso incluyó retrasar la propuesta de presupuesto del 2020, una medida que permitió a Netanyahu salirse de su acuerdo de rotación de poder con Benny Gantz. Katz, como ministro de finanzas, perdió una considerable cantidad de credibilidad por su negativa a presentar un presupuesto, y probablemente será recordado como el primero en ese cargo en evitar deliberadamente que el país funcione dentro de un marco financiero general oportuno.

Mientras actuaba como ministro de relaciones exteriores en el 2019 y el 2020, Katz actuó en gran medida como adjunto de Netanyahu. No hizo ninguna nominación ni impulsó iniciativas políticas, sino que ocupó su cargo en nombre solamente, mientras Netanyahu manejaba los asuntos diplomáticos del país.

El primer ministro Benjamin Netanyahu (derecha) deposita un voto con su esposa Sara en un colegio electoral en Jerusalem durante las primarias por el liderazgo del Likud, el 26 de diciembre del 2019.

Sin embargo, incluso mientras era servilmente leal a Netanyahu, Katz no ocultó su ambición de un día liderar el partido -dejando claro, no obstante, que no tenía planes para el liderazgo del partido mientras Netanyahu estuviera presente.

Pero la renuncia y el retiro son las cosas más lejanas que Netanyahu tiene en mente, como ha indicado en muchas conversaciones con los periodistas, incluyendo a esta. Entonces Katz, quien ejerce cierto poder interno como jefe de la secretaría del Likud, se ve obligado a espera entre bastidores. Pero, mientras tanto, la disputa lo ha convertido en el abanderado del flanco moderado del partido.

Detener el dinero

Netanyahu está enfrentando un desafío más directo por parte del ex vocero de la Knesset, Yuli Edelstein, quien ha anunciado que se candidatizará para el liderazgo del partido en las próximas primarias.

Edelstein tiene una considerable popularidad en el Likud. En el 2019, fue el que más votos obtuvo en las primarias para los candidatos potenciales para la Knesset, lo cual determina el orden de la lista de la Knesset debajo del líder del partido.

Tiene un respaldo potencialmente poderoso en su suegro, Leonid Nevzlin, un ex magnate del petróleo e influyente filántropo. Nevzlin, quien posee una participación parcial en el periódico Haaretz, también es uno de los principales benefactores del ANU – El Museo del Pueblo Judío, que es dirigido por su hija, la esposa de Edelstein, Irina Nevzlin. El apoyo de Nevzlin será clave para que Edelstein plantee un desafío serio para Netanyahu.

El ministro de salud Yuli Edelstein habla durante una conferencia de prensa sobre el coronavirus en el Ministerio de Salud en Jerusalem, 28 de junio del 2020.

Edelstein ha adoptado una estrategia que lo ha visto incitar a Netanyahu por su posición tóxica con los políticos fuera de su bloque religioso de derecha.

Si bien el Likud ha obtenido consistentemente la mayoría de los votos en las últimas elecciones, ¨no hemos logrado establecer un gobierno de unidad nacional liderado por el Likud cuatro veces¨, ha dicho Edelstein, lanzando un golpe apenas disimulado al líder del partido. ¨Si no hacemos un serio examen de conciencia en casa, permaneceremos en la oposición durante muchos años¨.

Si Edelstein hubiera expresado esta idea subversiva mientras era vocero de la Knesset o ministro de salud, se habría quedado sin trabajo. Pero ahora, en la oposición, Netanyahu tiene poco poder y casi ninguna influencia.

Aún así, tiene algunos trucos bajo la manga, tales como una táctica de reforma financiera de campaña que casi logró neutralizar a Edelstein y a otro potencial retador: el ex alcalde de Jerusalem, Nir Barkat.

Barkat, un millonario de la tecnología que entró en la política hace más de una década, ha volcado su fortuna en sus campañas; se jacta de insistir en un salario de sólo 1 shekel.

El parlamentario David Amsalem (derecha) y el entonces alcalde de Jerusalem, Nir Barkat, en Jerusalem, el 6 de junio del 2016.

Pero el mes pasado, el parlamentario David Amsalem, a menudo visto como el perro de ataque de Netanyahu, propuso un proyecto de ley que habría limitado la capacidad de los candidatos adinerados para autofinanciar campañas políticas, poniendo así frenos significativos a la capacidad de Edelstein y Barkat de usar grandes donaciones o su propia riqueza para competir contra Netanyahu.

Por desgracia para sus partidarios, el proyecto de ley no fue aprobado en la Knesset (aunque la coalición también está planeando presentar su propia versión de la legislación).

El entonces primer ministro Benjamin Netanyahu lee un libro durante una sesión plenaria de la Knesset, el 12 de marzo del 2018.

Cualquier contienda por el liderazgo aún está lejos, y las encuestas han mostrado que Netanyahu todavía es el líder más popular del partido Likud y de la derecha en general. Pero algunas encuestas han mostrado también que un Likud liderado por Barkat puede formar una coalición, un objetivo que eludió el tiempo de Netanyahu una y otra vez en años recientes.

Y hay señales de que la base puede estar harta de sus maniobras. Recientemente, Eliraz Sade, un ex popular presentador de Likud TV (y ganador del programa reality de televisión ¨El Gran Hermano¨), fue a Twitter para quejarse.

¨Si Netanyahu afirma ser un líder para los judíos mizrahi, las personas que viven en áreas periféricas y los propietarios de pequeños negocios, ¿por qué no habla sobre [los problemas que enfrentan]?¨ escribió Sade. ¨¿Por qué no se preocupa por ellos?¨

 

Traducción: Comunidad Judía de Guayaquil

 

 



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