Proyecto de cementerio subterráneo mira al pasado para el cementerio del futuro

«Es una cuestión de oferta y demanda»

Representación del cementerio subterráneo bajo construcción en Jerusalem.

Nominada para un premio internacional, una compañía israelí de túneles está construyendo la catacumba de 22,000 tumbas debajo del cementerio judío más grande de la capital para aliviar la escasez de espacio de sepultura.

Un proyecto actualmente en marcha en Jerusalem para construir el primer cementerio subterráneo en Israel en un milenio es un finalista para un premio de la Asociación Internacional de Túneles y Espacio Subterráneo (ITA-AITES por sus siglas en inglés) que será anunciado el 15 de noviembre en Paris.

El cementerio es un túnel debajo del cementerio más grande de la capital, Har Hamenuhot, en el barrio de Givat Shaul en el extremo occidental de la ciudad. Es un nominado en la categoría «Concepto Innovador de Espacio Subterráneo» enfocándose en soluciones para los crecientes centros de población urbanos con espacio limitado para el crecimiento convencional.

Después de su finalización proyectada en una década a partir de ahora, el cementerio subterráneo acomodará el entierro de 22, 000 cuerpos. Algunas tumbas ya han sido reservadas en el complejo subterráneo de 12 túneles, diseñado con tres pisos, elevadores, aire acondicionado central, e iluminación suave.

Pesado equipo de túneles es utilizado en la construcción de un cementerio subterráneo en Jerusalem.

Debido a que las propiedades inmobiliarias sin desarrollar son escasas y son una prioridad en los centros urbanos de Israel, no hay ningún lugar para que los cementerios añadan tumbas de «campo». Como resultado, los cementerios israelíes han germinado verticalmente en años recientes. Las autoridades rabínicas ultra-ortodoxas que se especializan en derecho funerario judío han aprobado las bóvedas sobre el suelo, así como también en estructuras de terrazas expandidas, tales como una en el cementerio Yarkon en las afueras de Tel Aviv presentado en un informe de Times of Israel del 2014.

Hace siete años, Arik Glazer, gerente general de Rolzur, una compañía de túneles israelí, comenzó a pensar que la escasez de espacio funerario de Israel podría ser solucionada yendo hacia abajo en lugar de hacia arriba.

Conduciendo a Jerusalem diariamente por trabajo, Glazer se cansó de pasar el extenso Har Hamenuhot mientras entraba a la ciudad por la Autopista 1. El cementerio más grande de Israel, tiene actualmente más de 150,000 tumbas.

«A medida que la gente se aproxima a la capital todos los días, tienen que pasar por gente muerta. No me gustaba esto, y quería pensar en una solución», dijo Glazer a The Times of Israel.

Esta foto del 6 de octubre del 2014 muestra una nueva parte vertical del cementerio Yarkon en las afueras de la ciudad de Petah Tikva, Israel.

Rolzur había trabajado en importantes proyectos de autopista y vías de tren, así como también en algunas misiones secretas para el gobierno israelí, pero nunca había hecho túneles en una montaña para construir una necrópolis. Sin embargo, en el 2010, Glazer se cruzó con un artículo de 1992 en el Technion en Haifa resumiendo los aspectos técnicos de los cementerios subterráneos históricos en Israel.

Glazer continuó su investigación visitando las antiguas catacumbas en Roma y Paris, así como también el gran sistema de cuevas funerarias judías excavadas en la piedra caliza remontándose al siglo II de la Era Común en Beit Shearim en el norte de Israel.

Glazer aplicó algunas de sus propias ideas a sus hallazgos e hizo dibujos conceptuales. Él no dio trámite a su propuesta por varios años, hasta mostrarla en el 2014 a la Sociedad Funeraria de la Comunidad Judía de Jerusalem, la cual había estado buscando soluciones alternativas para el problema del espacio funerario.

«Necesitamos nuestra tierra para los vivos y no para los muertos», dijo el director de la sociedad funeraria Hananya Shachar en el 2015 al Washington Post.

«Ahora tenemos el equipo de perforación, el conocimiento y los medios, así que dijimos, ‘Vamos por ello'», dijo él en respuesta a la propuesta de Glazer.

El director ejecutivo de Rolzur Arik Glazer da al Rabino en Jefe de Israel David Lau y a otros un recorrido por el cementerio subterráneo bajo construcción en Jerusalem.

De acuerdo a Glazer, el proyecto de túneles y construcción de $50 millones está siendo pagado por completo por la sociedad funeraria, sin ningún financiamiento del gobierno israelí.

«Es un proyecto de 10 años, el cual Rolzur está financiando. Nosotros esperamos que la construcción real tome siete años para completarse», dijo Glazer.

Con los costos funerarios de los israelíes cubiertos principalmente por la Seguridad Nacional, la sociedad funeraria está apostando a los judíos de la Diáspora buscando un entierro en Jerusalem para pagar por los lotes subterráneos. Yendo de $5,000-$10,0000, son menos costosos que las pocas parcelas de campo restantes en la capital, que tienen un costo de hasta $20,000.

«Es una cuestión de oferta y demanda», dijo el Rabino Yosef Blau del Seminario Teológico Rabino Isaac Elchanan de la Yeshiva University sobre los altos costos.

Dejando a un lado las cuestiones financieras, Blau no dudaría en alentar a un judío estadounidense considerando el descanso eterno en el nuevo cementerio subterráneo de Jerusalem.

Equipo de excavación crea parcelas funerarias en las paredes de un cementerio subterráneo bajo construcción en Jerusalem.

«El entierro judío en cuevas se remonta a los tiempos bíblicos. No hay un problema halájico (ley judía) con esto mientras el entierro esté en el suelo. Y no podría imaginar que la gente administrando Har Hamenuhot estaría haciendo esto en una manera cuestionable», dijo Blau.

C. una judía conservadora viviendo en el área de Filadelfia quien planea ser enterrado en Israel, piensa que el cementerio subterráneo es una gran idea.

Mientras sea halájico, estoy completamente a favor de ello. No querría ver más tierra de Israel tomada del espacio vital¨, dijo ella.

C. no tiene un deseo en particular de ser enterrada en Jerusalem, y ella espera que antes de morir cementerios así serán construidos en otras partes del país -preferiblemente en áreas cerca de donde sus familiares fallecidos están enterrados.

Los abuelos maternos de la entrenadora de sistemas organizativos radicada en Chicago Pearl Mattenson están enterrados en el Monte de los Olivos de Jerusalem, una opción poco realista para Mattenson y su esposo. Una judía ortodoxa moderna, Mattenson está abierta a ser enterrada en cualquier lugar en Israel, pero está un poco asustada sobre el concepto de la catacumba.

«Me asusta un poco, pero no cambia mi decisión en última instancia sobre ser enterrada en Israel. Solo tendré que acostumbrarme a la idea de mis hijos teniendo que ir al subsuelo para visitar mi tumba, lo cual parece un poco opresivo», dijo ella.

Judíos ultra-ortodoxos visitan tumbas en el cementerio del Monte de los Olivos, septiembre del 2012.

De acuerdo a Glazer, alrededor del 65% de la excavación necesaria para el cementerio de Jerusalem ha sido completada. Él espera que los primeros 6,000 lugares funerarios estarán listos en un año y medio.

«Mucha gente está esperando verlo funcionando. Creo que va a abrir las puertas para otras soluciones aquí en Israel, y también en el exterior. Por ejemplo, en Hong Kong tienen un enorme problema de espacio funerario», dijo él.

Glazer está entusiasmado de presentar el proyecto de Rolzur en la reunión de ITA en Paris esta semana.

«Mucha gente evita hablar sobre la muerte. Algunos están conmocionados cuando yo hablo en conferencias de ingeniería sobre lo que estamos haciendo en Jerusalem», dijo Glazer.

Pero con la muerte siendo la única cosa segura en la vida, Glazer está determinado a seguir excavando para soluciones funerarias viables.

«La vida empieza con un túnel y termina con un túnel», dijo él.

 

Fuente: The Times of Israel
Traducción: Comunidad Judía de Guayaquil



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