MUSEO DE MOSCÚ DA LA IMAGEN COMPLETA DEL PAPEL JUDÍO EN LA REVOLUCIÓN RUSA DE 1917

Judíos soviéticos / ´Un judío en 1917 tenía dos opciones: revolución o exilio´

Las organizaciones judías durante la manifestación del Primero de Mayo en Marsovo Pole en Petrogrado,
Rusia, 1919.

Aun cuando Vladimir Putin ha repetido algunos mitos, los judíos están representados altamente en el establecimiento del gobierno soviético y ellos no tuvieron mucha elección en el asunto.

JTA.- De todos los temas llenos de implicaciones atados a la sangrienta historia de los judíos en la ex Unión Soviética, ninguno es tan sensible hoy en esa parte del mundo como su papel en la revolución de 1917 que llevó el comunismo al poder.

La gran prevalencia de los judíos en las filas de la revolución que estalló hace un siglo el 7 de noviembre ha seguido siendo un pilar de hostilidad antisemita en el área.

Durante el Holocausto, sirvió como un pretexto para el asesinato de incontables judíos a través de Europa Oriental por los autoproclamados enemigos del comunismo y de Rusia. Y todavía está siendo utilizado hoy para incitar el odio hacia los judíos locales, incluso entre devotos cristianos quienes fueron perseguidos por las autoridades antirreligiosas soviéticas.

Viviendo en sociedades religiosas que en general se sienten victimizadas por el comunismo o sus efectos, muchos judíos ruso-parlantes y sus líderes han o permanecido en silencio sobre el comunismo o minimizado el papel de los judíos en él.

Es una estrategia lógica, dada la retórica de importantes políticos como Peter Tolstoy, el vice vocero del parlamento ruso. En una conferencia de prensa de enero, él culpó a los judíos con interferir en un plan para reubicar una iglesia en Sain Petersburg. Tolstoy dijo que los judíos usan sus posiciones en los medios de comunicación y el gobierno para continuar el trabajo de sus ancestros quienes «derribaron nuestras iglesias» en 1917.

El director Alexei Uchitel asiste a la ceremonia de clausura durante el Foro de los Medios de Comunicación Extranjeros de San Petersburgo en la Antigua Bolsa de Valores el 10 de octubre de 2014 en San Petersburgo, Rusia.

O la campaña de odio antisemita contra un director judío, Alexei Uchitel, cuyo estudio en la misma ciudad fue incendiado en septiembre, presumiblemente por su descripción desfavorable en una película de Nicolás II, el zar cuyo reinado fue terminado por la revolución.

Sin embargo, antes del centenario, el principal museo judío de Rusia -el cual desde su apertura en el 2012 ha abordado de frente el tema de los judíos revolucionarios en su exposición permanente -develó una exposición que subraya sin disculpas cómo y por qué los judíos llegaron a ser centrales en la revolución.

«Por muchos años, ni los judíos ni las autoridades quisieron abrir el tema, el cual se convirtió en materia de mitos para los ultranacionalistas, neo-nazis y otros antisemitas», dijo Boruch Gorin, presidente del Museo Judío y Centro de Tolerancia de Moscú. «Pero ahora ha llegado el momento de analizar los hechos».

Los hechos surgen de los cientos de fotografías, documentos, panfletos de propaganda y obras de arte que componen la exposición. Abrió el mes pasado bajo el título «La Historia de Un Pueblo Durante la Revolución».

Revelan algunos mitos, incluyendo la falacia repetida en el 2013 por nada menos que el Presidente Vladimir Putin, quien dijo en el museo que la persecución antisemita de los judíos en la ex Unión Soviética ocurrió aunque «el primer gobierno soviético fue un 80-85% judío». (De hecho, tuvo un miembro judío Leon Trotsky, fundador del Ejército Rojo).

Mark Weber

Pero los hechos también reafirman en esencia afirmaciones como las hechas por Mark Weber, un promotor de la negación del Holocausto.

En el 2003, él escribió, «Aunque oficialmente los judíos nunca han comprendido más del 5% de la población total del país, ellos desempeñaron un papel altamente desproporcionado y probablemente decisivo en el régimen bolchevique infante», añadiendo que esto era un «tabú» que muchos historiadores prefirieron ignorar por décadas.

Los bolcheviques eran miembros de la facción radical que en última instancia dominó otras corrientes en el movimiento revolucionario comunista contra el gobierno del zar.

Entre los artículos en la exposición, la cual abrió el 17 de octubre, está una foto de 1918 de activistas para el grupo socialista Poale Zion ondeando una pancarta en hebreo en lo que hoy es San Petersburgo.

Independientemente de la composición exacta del primer gobierno soviético, «hubo un gran e innegable entusiasmo entre básicamente todos los elementos que componían la judería rusa durante la revolución», dijo Gorin, quien dirige el museo de vanguardia de $50 millones que el año pasado ganó un premio de la UNESCO por su promoción de la tolerancia.

Leon Trotsky

Aunque el primer gobierno soviético -el Consejo de Comisarios del Pueblo era mayoritariamente no judío, los judíos sí ocuparon posiciones muy prominentes a través de las cadenas bolchevique y comunista del comando enormemente desproporcionadas para su porcentaje de la población general, confirmó Gorin.

Los judíos en lo alto del escalafón del Partido Comunista durante sus primeros días en el poder incluyeron a Yakov Sverdlov, su secretario ejecutivo; Grigori Zinoview, director de la Internacional Comunista; el comisario de prensa Karl Radek; el comisario de relaciones exteriores Maxim Litvinov; así como también Lev Kamenev y Moisei Uritsky.

«Los judíos observantes pensaron en 1917 que los comunistas les permitirían ampliar la vida judía, los sionistas pensaron que la revolución avanzaría sus objetivos y hubo un sentimiento de liberación», dijo Gorin.

Pero no es como si los judíos rusos alguna vez tuvieron realmente una opción.

«En un momento cuando el Ejército Rojo tenía posters denunciando el antisemitismo, los monárquicos luchando por el zar tenían posters diseminando [el antisemitismo] como un pilar de por lo que estaban luchando», dijo él. La exposición incluyes estos posters.

El Museo Judío y Centro de Tolerancia de Moscú, desde su apertura en el 2012, ha abordado el tema de los revolucionarios judíos.

Gorin dice que la exposición «cuenta honesta y abiertamente cómo los judíos sí tuvieron un papel desmesurado en la revolución. Pero también muestra que hubo muy buenas razones para esto».

Similarmente, si no fuera por la adopción del antisemitismo por los Blancos -los enemigos de los Rojos comunistas –»muchos judíos bien podían haber hecho causa con los Blancos, quienes no todos eran monárquicos, sino que incluía también a demócratas», hipotetizó Gorin.

Entre las muestras más evocativas en la exposición permanente está un vídeo basado en testimonios contemporáneos relatando la vida de un hombre judío y su hijo quienes fueron capturados por los monárquicos. El hombre se ofreció voluntariamente para confesar espiar para los bolcheviques si los monárquicos le perdonaban la vida a su hijo. Pero ambos fueron colgados después de la confesión en lo que hoy es Ucrania.

«La revolución ofreció a los judíos de Rusia muchas oportunidades, derechos y educación igualitarios y una oportunidad de llenar el vacío dejado por una élite que fue forzada a exiliarse», dijo Gorin. «Pero sobre todo fue un refugio para una ola de pogromos en los cuales 150,000 judíos en lo que hoy es Ucrania fueron asesinados en lo que algunos historiadores llaman un ensayo general para el Holocausto. Un judío en 1917 tenía dos opciones: revolución o exilio».

Durante el Holocausto, el alineamiento de muchos judíos con la causa comunista fue citado como justificación para la masacre general por parte de colaboradores con los alemanes. Ellos resentían no solamente el comunismo, sino la dominación rusa en países a través de Europa oriental y central.

El papel judío en el comunismo es utilizado por los antisemitas para justificar el Holocausto.

Zsolt Bayer, co-fundador del partido gobernante Fidesz de Hungría, escribió el año pasado en un editorial de opinión: «Por qué estamos sorprendidos de que el simple campesino cuya experiencia determinante fue que los judíos irrumpieron en su pueblo, golpearon a su sacerdote, amenazaron con convertir su iglesia en una sala de cine -por qué nos sentimos conmocionados de que 20 años más tarde él observó sin compasión como los gendarmes sacaban a los judíos de su pueblo?»

La exposición continúa para explorar cómo las esperanzas de la emancipación judía a través del comunismo en última instancia se desvanecieron, haciendo a algunos judíos culpables prominentes de la represión y convirtiendo a muchos otros judíos en víctimas.

Szolt Bayer

En la exposición, nosotros colocamos a la izquierda una muestra de muchos judíos que componían la NKVD¨, dijo Gorin, nombrando a la temida policía comunista de seguridad que fue la precursora de la KGB. La NKVD fue un instrumento para el asesinato de incontables personas, antes y bajo el reinado del terror sediento de sangre y antisemita del líder soviético Joseph Stalin. «A la derecha tenemos una muestra de los muchos judíos que ellos mataron: autores, liberales, soldados».

Gorin dijo que la yuxtaposición está diseñada para impresionar a los visitantes con que «en última instancia los judíos son un pueblo compuesto de individuos muy diferentes con diferentes objetivos quienes, en 1917, estaban enfrentando algunas elecciones muy difíciles».

 

Fuente: The Times of Israel
Traducción: Comunidad Judía de Guayaquil



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