UN AMBICIOSO PROYECTO IDENTIFICÓ AL 80% DE LOS JUDÍOS HÚNGAROS ASESINADOS EN EL HOLOCAUSTO

La familia Berger en Miskolc, Hungría 1929.

Yad Vashem ha pasado una década investigando cada posible archivo en Hungría, añadiendo los nombres de más de 200,000 judíos previamente anónimos asesinados en el Holocausto.

Hace sólo unos pocos años nadie sabía nada sobre Samuel (Shmuel) Lederer. Incluso su nombre no estaba documentado. El agricultor y figura pública, uno de los 13 judíos que vivían en el remoto pueblo húngaro de Magyarmecske, desapareció sin dejar rastro.

Estadísticamente, él era solamente un número, sólo una persona del millón de víctimas anónimas del Holocausto, cuyos nombres permanecían desconocidos unos 70 años después del final de la Segunda Guerra Mundial.

Recientemente, el centro memorial del Holocausto Yad Vashem en Jerusalem completó un proyecto documental único, devolviéndole a Lederer su nombre -junto con la historia de su vida. Yad Vashem ahora sabe no solamente que Lederer existió sino también su fecha de nacimiento (31 de julio de 1864), dónde creció (en el pequeño pueblo en el distrito de Baranya en el suroeste de Hungría), los nombres de sus padres (David Lederer y Fanni nee Honig), el hombre de su hermano menor (Rudolph «Reszo» Lederer), el nombre de su esposa (Gizella Fleischer) y cuántos hijos tuvo (dos hijas).

La gente responsable por convertir a Lederer de un número a un nombre con una historia y una vida es el equipo detrás del Proyecto de Recuperación de Nombres, el cual ha recolectado los nombres de los judíos húngaros asesinados en la Shoah para Yad Vashem a través de la última década. El Dr. Haim Gertner, director de la división de archivos de Yad Vashem, dijo a Haaretz la semana pasada que el trabajo del equipo es revolucionario.

El Dr. Alexander Avram, izquierda, director del Salón de los Nombres de Yad Vashem, y el Dr. Haim Gertner,
director de la división de archivos de Yad Vashem.

Las cifras hablan por sí mismas. Cuando el proyecto comenzó en el 2007, la Base de Datos Central de los Nombres de las Víctimas de la Shoah contenía los nombres de 260,000, o alrededor del 43%, de unos 600,000 judíos húngaros asesinados por los nazis. El proyecto completado añadió 225,000 nombres, de tal manera que más del 80% de las víctimas húngaras ahora tienen nombres.

«Hasta ahora, nosotros teníamos los horarios de los transportes y sabíamos cuándo cada tren dejó Hungría hacia Auschwitz, desde dónde exactamente y con cuántas personas», dijo el Dr. Alexander Avram, el director del Salón de los Nombres de Yad Vashem. «Pero no sabíamos quiénes eran las personas en los trenes».

La documentación que ellos han encontrado ha hecho posible recontar las historias de familias enteras, de las cuales nadie queda vivo, añadió Gertner.

Cómo pudo Yad Vashem completar el proyecto? Primero, ellos necesitaron hacer importantes cambios en su suposición básica de que una única, unificada y ordenada lista de todos los judíos deportados de Hungría existe. «Por años pensamos que había tal lista. El momento en que comprendimos que no la había, dejamos de buscarla», dijo Gertner.

Así que en lugar de buscar la lista, ellos comenzaron una misión no menos difícil de compilar su propia lista utilizando una combinación de búsquedas meticulosas de archivos y la tecnología más innovadora disponible para procesar la información que ellos descubrieron.

Unos 20 investigadores locales fueron reclutados en Hungría, Rumania y Serbia -porque partes de los otros dos países pertenecían a Hungría durante la Segunda Guerra Mundial. «Ellos investigaron alrededor de 20 archivos por una década, y voltearon página tras página buscando documentos que detallaban el destino de los judíos de Hungría en el Holocausto», dijo Avram.

Los judíos de Koszeg siendo llevados al ghetto de la ciudad en Hungría, 1944.

Antes de empezar su trabajo, fue necesario cambiar la ley húngara para permitir a Yad Vashem acceso ilimitado a los documentos, algunos de los cuales eran personales. «En el 2005, a petición de Yad Vashem, Hungría cambió la ley y nos permitió operar abiertamente», dijo Gertner.

El trabajo fue dividido en una serie de etapas. La primera etapa fue el mapeo y el estudio de todas las fuentes potenciales a través de Hungría, desde archivos del gobierno central hasta a aquellos de pequeños pueblos y comunidades judías. «El desafío más grande en esta etapa crítica fue localizar el material relevante porque no hay una señalización especial de materiales relacionados con el Holocausto o los judíos en algunos de los archivos», dijo Avram.

En las siguientes etapas, todos los documentos incluyendo los nombres de judíos preservados en todos estos archivos fueron reunidos y copiados. Los nombres estaban escondidos en correspondencia y varios registros, por ejemplo, el catálogo de los judíos que fueron reclutados en las compañías de trabajo, los censos llevados a cabo en Hungría, registros de propiedades confiscadas a sus propietarios judíos y registros de terratenientes judíos.

La familia Rosenfeld en Hungría antes de la guerra.

Algunos de los documentos eran papeles oficiales de los ministerios del interior, de defensa y de agricultura húngaros. Otros documentos fueron encontrados en los archivos de comunidades judías locales, a veces extintas. «En ciertos casos, no quedaba nadie de la comunidad, pero su archivo sobrevivió en la casa de uno de los vecinos de los miembros», dijo Avram.

Yad Vashem reunió unos 168,000 archivos conteniendo 2.5 millones de páginas y listando 694,000 nombres de judíos. Después ellos necesitaron encontrar cuáles judíos fueron asesinados en el Holocausto, quiénes sobrevivieron, y quiénes ya estaban registrados en la base de datos de Yad Vashem.

El equipo de Yad Vashem utilizó tecnología innovadora que le permitió manejar las grandes cantidades de datos reunidos de diferentes fuentes en diferentes formatos y de variada calidad. El término clave fue «big data», uno de los campos más populares en la alta tecnología hoy. «Hoy, nosotros sabemos cómo conducir investigaciones inteligentes y de largo alcance con varias particiones y con una enorme cantidad de material, lo cual en el pasado nadie podría haber soñado que era posible hacer», dijo Gertner.

La familia Mendel en Mukachevo, Hungría (ahora parte de Ucrania), 1939.

Los 694,000 nombres fueron entonces introducidos directamente en la base de datos de Yad Vashem, donde el equipo procesó los datos, verificándolos y buscando duplicados, para identificar los 225,000 nuevos nombres.

Uno de ellos fue Shmuel Lederer. Su información estaba oculta en dos diferentes documentos, preservados en diferentes archivos. Uno fue su tarjeta de «servicio de trabajo» en Hungría, emitida por el Ministerio de Defensa húngaro. El otro documento fue encontrado en una colección de archivos del Ministerio de Agricultura, el cual lidiaba con la confiscación de tierra a los judíos.

Estudiar los documentos reveló no solamente el nombre de Lederer, sino también la historia de su vida -y muerte. Resultó que junto con su hermano, él heredó 77 dunams (19.25 acres) de tierra. Él también fue un participante activo en la vida pública de su pueblo y condado. Sirvió como el magistrado del pueblo asignado por el gobierno y como un miembro del consejo regional.

En 1939, la segunda ley anti-judía entró en efecto en Hungría, la cual permitía la confiscación de las propiedades de los terratenientes judíos. En 1941, los dos hermanos Lederer presentaron una queja en la corte en la ciudad cercana de Pecs contra la confiscación de su propiedad. La queja, por supuesto, fue rechazada y el Ministerio de Agricultura emitió la decisión final sobre la confiscación de la propiedad en octubre de 1942.

Shmuel Lederer y su esposa Gizella fueron asesinados en Auschwitz el 28 de mayo de 1944. Ellos fueron sólo dos de los 600,000 judíos húngaros asesinados por los nazis, una décima parte de todos los judíos asesinados en el Holocausto.

El nombre de Lederer ha sido añadido ahora a los 4.7 millones de otros nombres en la base de datos en línea de Yad Vashem de víctimas del Holocausto. El número exacto de víctimas judías del Holocausto es desconocido. «Hay una discusión muy grande desde los años 1960 entre los estudiosos, demógrafos e historiadores», dijo Avram. «Los estimados varían de 5.1 millones a 6.1 millones. La opinión de la mayoría está cerca a los 6 millones».

«Estamos tratando de llegar a los 5 millones [de nombres]. Más allá de eso es casi imposible», dijo Avram cuando se le preguntó sus metas. La razón por la que no se puede lograr un cálculo completo está relacionada con la falta de documentación de muchos de los actos de asesinato.

«La mayoría de los nombres de aquellos asesinados en Europa Central y Oriental -como Francia, Italia, Alemania, Holanda y Bélgica -son conocidos debido a que había documentación sobre ellos; en otros lugares la situación es diferente», dijo Avram. «En la Unión Soviética, los judíos fueron asesinados por todo el lugar sin ningún registro. En la mayoría de los ghettos polacos, los registros no fueron preservados y los judíos fueron enviados desde ahí directamente al exterminio».

El proyecto para reunir los nombres de todas las víctimas de la Shoah empezó en 1954. Durante las primeras pocas décadas, fue llevado a cabo usando «Páginas de Testimonio» llenadas por los sobrevivientes y las familias de las víctimas, las cuales registraban los nombres de las víctimas y otros detalles. Ahora toda la base de datos investigable está disponible en línea, mientras que nuevos nombres pueden ser añadidos utilizando «Páginas de Testimonio» en línea.

Nuevos nombres todavía están siendo descubiertos a través de estas páginas, pero Yad Vashem dirige la mayoría de sus recursos en una dirección diferente.

«El Proyecto de Recuperación de Nombres está continuando y permanecerá con nosotros hasta el último nombre, pero nuestros métodos de trabajo han cambiado», dijo Gertner. «Hoy nos ayuda la tecnología para utilizar las bases de datos existentes de una manera inteligente y recuperar detalles que no podíamos en el pasado», añadió él. El caso de Hungría demuestra esto. Los nombres «nuevos» descubiertos durante el proyecto húngaro no vinieron de las páginas de testimonio, sino que simplemente estuvieron esperando por décadas para que alguien viniera y extrajera los nombres de los archivos acumulando polvo en Hungría y los países vecinos.

El proyecto fue llevado a cabo con el apoyo de la Fundación Francesa para la Memoria de la Shoah. Yad Vashem está usando el mismo modelo para otros proyectos de recolección de nombres para Polonia, donde alrededor de 900,000 nombres de víctimas judías todavía están perdidos, la ex Unión Soviética y las naciones balcánicas.

«Éste es el proyecto más exitoso que hemos llevado a cabo en el campo de la documentación del Holocausto. Nosotros esperamos tener éxito similarmente en [las otras naciones], también», dijo Avram Shalev, presidente de Yad Vashem.

 

Fuente: Haaretz
Traducción: Comunidad Judía de Guayaquil



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