Hoy en la historia de Israel / Nace David Ben Gurión

David Ben Gurión -líder sionista y primer jefe de gobierno del Estado de Israel, el que más tiempo ocupó el cargo: 13 años- nació como David Green en Plonsk, Polonia, el 16 de octubre de 1886, y se educó en una escuela hebrea fundada por su padre, un ardiente sionista.

A los 17 años, Ben Gurión se convirtió en sionista y se unió al grupo socialista Poaléi Tzión.

En 1906 inmigró a la Tierra de Israel, trabajó como obrero en asentamientos agrícolas, se interiorizó en la política y la polémica sionista y ayudó al establecimiento del grupo judío de autodefensa Hashomer.

En 1912 empezó a estudiar Derecho en Estambul, pero el estallido de la Primera Guerra Mundial condujo a su deportación por parte de las autoridades otomanas, junto con otros prominentes sionistas.

Ben Gurión pasó los años de la guerra en los Estados Unidos, donde se casó con Paula Monbesz, una compañera sionista, y fue activo en la formación del ala local del sionismo laborista.

Regresó a la Tierra de Israel como soldado de la Legión Judía, una unidad del ejército británico creada por Zeev Jabotinsky.

En la década del ’20, Ben Gurión fue electo secretario general de la Histadrut (Confederación General del Trabajo), función que consideraba como una potencial base de poder para la realización de los objetivos sionistas.

Ejerció hasta 1935 y la convirtió en mucho más que una organización gremial: una institución global política, social y económica con su propia red de fábricas, corporaciones de desarrollo, marcos culturales y servicios de salud.

La Histadrut brindó la infraestructura económica, social y política del Estado en formación.

Ben Gurión jugó luego un papel preponderante en la fusión de Ajdut Haavodá y Hapoel Hatzair en Mapai, que se convirtió en el partido de gobierno durante las primeras décadas del Estado, con él a la cabeza.

Su actitud hacia el socialismo era pragmática, buscando el logro simultáneo de las metas nacionales y socialistas.

Hacia 1935, el sionismo laborista se había convertido en la facción más importante del movimiento sionista y Ben Gurión ocupó el puesto clave de presidente del Ejecutivo de la Agencia Judía -el «cuasi gobierno» de los judíos en la Tierra de Israel- hasta 1948, cuando se estableció el Estado.

Durante estos años guió el curso de la historia sionista y moldeó el carácter del Estado judío.

Basándose en una plataforma política que combinaba visión con pragmatismo, Ben Gurión abandonó la política sionista oficial de cautela y gradualidad para adoptar una firme línea activista.

Su estrategia durante la Segunda Guerra Mundial, entre las restricciones británicas a la inmigración judía y el asentamiento y el hecho que Gran Bretaña combatiera contra la Alemania nazi, fue resumida en su afirmación de que los sionistas «combatirían en la guerra como si no existiera el Libro Blanco y combatirían el Libro Blanco como si no hubiera guerra».

Después de la contienda, Ben Gurión desafió la autoridad británica: organizó una masiva inmigración y estableció fronteras para el Estado judío, creó asentamientos en todas partes del país, impulsó el desarrollo de una capacidad de defensa judía y presionó por la adquisición de armamento pesado -artillería y aviones-, mientras otros hablaban de una infantería liviana.

En 1948, como jefe del Gobierno Provisional, proclamó el establecimiento del Estado de Israel y el comienzo del «crisol de los exilios», movimientos de osadía y visión que llevaron a la realidad eventos de magnitud histórica.

En los primeros años del Estado, el fuerte y carismático liderazgo de Ben Gurión condujo a olas de inmigración masiva que duplicaron la población del país e invirtió la mayor parte de los limitados recursos de la nación en su integración; aseguró zonas distantes, construyendo asentamientos en la periferia; e instituyó una educación universal sobre la base de un sistema escolar público apartidario.

Como ministro de Defensa, planificó y llevó a cabo la tensa transición de las organizaciones clandestinas a un ejército regular, la Fuerza de Defensa de Israel.

Posteriormente encabezó proyectos nacionales como la «Operación Alfombra Mágica» (transporte aéreo de los judíos del Yemen), la construcción del Acueducto Nacional e innovadores proyectos de desarrollo regional.

En la arena internacional, Ben Gurión puso su carrera política en juego para lograr la aprobación del muy controvertido acuerdo de reparaciones con Alemania Occidental y sacó a Israel del bloque de las naciones no alineadas para adoptar una orientación pro occidental, lo cual sentó las bases para una alianza estratégica con Francia y Gran Bretaña, que fortaleció a Israel en las esferas diplomática, económica y militar en los años ’50.

En 1953, agotado por años de intenso servicio público, Ben Gurión renunció al gobierno por dos años y se estableció en el kibutz Sde Boker, en el sureño desierto del Néguev que soñaba poblar.

Luego de las elecciones de 1955 volvió a ser primer ministro y reafirmó la política de defensa: abogó por una respuesta más resuelta al terrorismo y adoptó una estrategia basada en una estrecha cooperación con Francia, que duró más de una década.

La Campaña del Sinaí, en 1956, logró suspender los actos de sabotaje y terrorismo contra los poblados en el Sur y levantó el bloqueo a la navegación israelí en el mar Rojo, a pesar de que Israel finalmente se retiró de ese territorio, bajo presión internacional.

En 1963, Ben Gurión renunció una vez más al gobierno, en protesta por los aspectos morales de un fiasco de inteligencia ocurrido en 1954, y puso fin a casi tres décadas de liderazgo.

Hizo un intento de regreso a la vida pública en 1965, con su apoyo una reforma electoral y la formación de un nuevo partido, Rafi, que obtuvo sólo 10 escaños en las elecciones.

Permaneció cinco años como miembro de la Knéset (Parlamento israelí) y se retiró definitivamente de la vida pública a los 84 años.

Ben Gurión -una de las figuras más influyentes del sionismo moderno- falleció en 1973 y fue sepultado en Sde Boker.

El Centro Wiesenthal repudió la vandalización del Memorial de la Shoá en Montevideo

En una carta dirigida al intendente de la Ciudad de Montevideo, el Centro Wiesenthal no sólo repudió la aparición de grafitis negacionistas de la Shoá en el Memorial del Holocausto ubicado en la Rambla junto al Río de la Plata, sino que además pidió que se identifique a los autores y se los castigue «con todo el peso de la ley».

En la carta, los funcionarios destacaron que el Congreso de Uruguay está estudiando tipificar como delito la negación del Holocausto.

«Ante el asesinato hace poco más de un año del comerciante David Fremd en la Ciudad de Paysandú con manifiestos móviles de odio antisemita como precedente, los órganos correspondientes del gobierno de Uruguay deben dar rápida respuesta y desanimar futuras manifestaciones como la del Memorial, que no es una muestra de incivilización urbana, sino que constituye una verdadera acción destinada a promover los más detestables argumentos de negación de la Shoá», expresó Ariel Gelblung, representante del Centro Simon Wiesenthal para América Latina.

A su vez, Shimon Samuels, director de Relaciones Internacionales del Centro, afirmó: «Los negacionismos e intentos perversos de ocultar o cambiar la historia son nuevas vejaciones a la memoria de los asesinados. El mundo es diariamente testigo de estos intentos, que de quedar impunes, permiten, como en el caso de David Fremd, pasar a la acción reviviendo odios que países con la rica historia de convivencia que caracterizó a Uruguay no pueden soslayar».

 

Fuente: Diario Iton Gadol



Este sitio web únicamente utiliza cookies propias con finalidad técnica, no recaba ni cede datos de carácter personal de los usuarios sin su conocimiento. Sin embargo, contiene enlaces a sitios web de terceros con políticas de privacidad ajenas a las de Comunidad Judía de Guayaquil que usted podrá decidir si acepta o no cuando acceda a ellos.