10 Oct ‘¿Quién es Judío?’ Ahora puede ser contestado con una prueba genética
Salman Ichia (derecha), uno de los 19 judíos de Yemen, que fueron traidos a Israel en lo que los funcionarios de inmigración describieron como la última operación encubierta para mudar a los miembros de una comunidad judía menguante que se remonta a hace dos milenios.
La masiva emigración de judíos de la Ex Unión Soviética a Israel fue vista como una bendición bienvenida, pero muchos han experimentado dificultades para probar su identidad judía.
Una nueva resolución en la ley judía permitiendo una prueba genética específica para ser usada como prueba de ascendencia judía para ciertos judíos ashkenazíes está siendo promovida como una posible solución para potencialmente cientos de miles de ciudadanos israelíes de la ex Unión Soviética (FSU por sus siglas en inglés) teniendo dificultades para probar su estatus judío.
La resolución llega del Rabino Yosef Carmel, quien es tanto co-director del Instituto Eretz Hemdah para Estudios Judíos Avanzados como un alto juez rabínico en la corte rabínica privada de Eretz Hemdah en el sur de Israel.
La masiva inmigración de judíos de la ex Unión Soviética a Israel fue vista ampliamente como una bendición bienvenida para el país, pero muchos de ellos han experimentado dificultades para probar su identidad judía para el matrimonio y otros requerimientos del estado personal debido a la supresión de la actividad religiosa por el antiguo régimen soviético.
Esto ha causado, y continúa causando, severos problemas para estos inmigrantes y sus descendientes, y amenaza con convertirse en un problema social más amplio si el estatus judío del cada vez mayor número de estas personas es rechazado por las cortes rabínicas y el Rabinato en Jefe, como ha estado sucediendo últimamente.
Un nuevo volumen de responsa sobre asuntos de la ley judía, escrito en el Instituto Eretz Hemdah bajo la dirección y guía de Carmel y el Rabino Moshe Ehrenreich, quien también co-dirige el instituto, trata con un caso en Munich, Alemania, hace varios años en el cual una mujer buscaba unirse a la comunidad judía y alegaba ser judía.
A ella se le pidió una prueba de su estatus judío, pero mucha de su familia había perecido en el Holocausto y sus familiares vivos no la ayudarían ya que su abuela materna había sobrevivido y prometido no tener más ninguna conexión con el pueblo judío. Sin ninguna otra manera de probar su linaje judío, la mujer se sometió a una prueba de ADN mitocondrial y la presentó como evidencia de que ella realmente era judía.
Carmel explicó a The Jerusalem Post la razón científica detrás del alegato.
El ADN mitocondrial, la materia genética presente en los cuerpos celulares llamada mitocondrias, es heredado exclusivamente de la madre de una persona, y por lo tanto los marcadores genéticos de este ADN pueden ser rastreado remontándose a muchas generaciones atrás para determinar los ancestros maternos de una persona con un alto grado de certeza.
De acuerdo al rabino, expertos en genealogía e historia judía han determinado que completamente el 40% de todos los judíos ashkenazíes son descendientes de sólo cuatro mujeres judías que dejaron el Medio Oriente hace más de 1,000 años y se asentaron en Europa.
De acuerdo a un informe científico comisionado por Eretz Hemdah para esta resolución, hay una certeza de al menos el 90% y hasta el 99% de que una persona teniendo estos marcadores genéticos específicos en su ADN mitocondrial es descendiente de una de estas mujeres.
El informe fue escrito por el Prof. Karl Skorecki, un prominente genetista en el Instituto de Tecnología de Israel – Technion y el Centro Médico Rambam en Haifa, y el Dr. Shai Tzur, un compañero genetista del Rambam.
Carmel insiste en que la prueba genética no puede ser usada para revocar el estatus judío de alguien -incluso si se encontrara que ellos no tienen marcadores genéticos relevantes -ya que solamente el 40% de los judíos ashkenazíes los tienen, y alguien sin ellos probablemente venga del otro 60% de la familia extendida judía ashkenazí. Él también aseguró que «no hay cosa como un gen judío», explicando que la prueba genética mitocondrial simplemente determina la ascendencia, no la judeidad.
Pero para los inmigrantes que pertenecen al 40% de los judíos ashkenazíes descendientes de las cuatro mujeres, la prueba podría ser un avance en sus esfuerzos para probar su estatus judío si ellos carecen de otras formas de prueba convencional, tales como documentación y testigos de la era soviética.
Carmel dice que debido a que la prueba se relaciona muy específicamente a un grupo de individuos descendientes de cuatro individuos, no puede ser abusada en el futuro como un prerrequisito para determinar el estatus judío.
«No tendría ningún sentido en lo absoluto tratar de buscar un gen judío porque no existe», dijo él en respuesta a la pregunta de si otras pruebas genéticas podrían ser buscadas para la afirmación del estatus judío en el futuro.
Carmel y Ehrenreich han enviado su responsa y el estudio genético al Rabinato en Jefe con la esperanza de que la prueba sea aceptada como válida por las cortes rabínicas como una manera de probar el estatus judío de ciudadanos que no lo pueden hacer de otra manera.
Sin embargo, el Rabino Seth Farber, director de la organización de asesoría de servicios religiosos ITIM, expresó preocupación de que la prueba podría constituirse en el comienzo de una ladera resbalosa para una mayor dependencia en los métodos científicos para probar la judeidad, lo cual dijo él que contradice la ley tradicional judía.
«En las comunidades judías tradicionales, los principios en la ley judía tales como la presunción de que una persona o familia es judía es lo que permitía a los judíos de un vecindario o shtetl casarse unos con otros, y creó un sentido de comunidad y parentesco», dijo Farber.
Añadió que utilizar medios científicos para determinar la judeidad podría llevar a los jueces rabínicos a rechazar herramientas menos precisas, pero totalmente válidas en la ley judía para establecer el estatus judío de alguien.
Él señaló una reciente decisión de la Corte Suprema Rabínica y su presidente el Rabino en Jefe Sefaradí Yitzhak Yosef, que anuló la decisión de una corte inferior que había rechazado el estatus judío de un hombre a continuación de una investigación aclaratoria del estatus judío.
Yosef dictaminó, de acuerdo al principio de mayoría, que ya que 75% a 80% de las personas sometidas a tales investigaciones son encontradas que son judías, el hombre en cuestión podría presumirse también que fuera judío.
Farber dijo que las pruebas genéticas podrían amenazar el uso de tales herramientas para tomar decisiones por parte de los jueces rabínicos.
Carmel dijo en respuesta a estas cuestiones que «Aunque apreciamos las preocupaciones del Rabino Farber, nuestra experiencia es que hay de hecho muchas personas que están verdaderamente inseguras de su estatus judío y ciertamente no pueden suministrar prueba suficiente para ser aceptadas por muchas cortes rabínicas, y por lo tanto no querríamos privarlas a ellas de esta oportunidad para probar su identidad judía. La preocupación de una ladera resbalosa en este caso parece menos válida, porque la prueba mtADN solamente aplica a un segmento de los judíos ashkenazíes, y por lo tanto incluso si uno no resulta positivo en la prueba, todos los otros caminos actuales para probar la identidad judía todavía están abiertos para él o ella».
Fuente: The Jerusalem Post
Traducción: Comunidad Judía de Guayaquil