Nikki Haley, afable, seria y la indiscutible estrella de la conferencia de AIPAC

La Embajadora para las Naciones Unidas Nikki Haley agradece a la multitud antes de hablar en la Conferencia de Política del Comité Estadounidense de Asuntos Públicos de Israel (AIPAC) llevada a cabo en el Verizon Center en Washington, el lunes, 27 de marzo del 2017.

«Esa es la próxima presidenta» dijo un hombre sentado a mi lado, reflejando el entusiasmo con que la embajadora para la ONU de Trump dejó el escenario en medio de la ovación más grande por mucho del evento.

WASHINGTON.- Catorce minutos. Ése es el tiempo que Nikki Haley, la embajadora de Estados Unidos para las Naciones Unidas, pasó en una conversación con el entrevistador Dan Senor en la conferencia anual de política de AIPAC el lunes en la tarde. Y eso fue todo lo que tomó para destacarla como la indiscutible estrella del este evento…y de quién sabe qué seguirá.

“Esa es la próxima presidenta de los Estados Unidos”, dijo un hombre mirando junto a mí mientras Haley dejaba el escenario ante una enorme ovación de pie. Ridículo, podría decir usted -para usar una palabra que Haley empleó varias veces al describir el ambiente de las Naciones Unidas al que ella se ha conectado con un vigor muy reformista. Bueno, probablemente. Pero sin duda refleja el ánimo entusiasta entre las 18,000 personas reunidas en el Verizon Center.

Era claro bastante antes de la aparición de Haley en el evento anual que su sensata desestimación en semanas recientes de la terrible obsesión por criticar a Israel de la ONU le había ganado la inmensa admiración por ella entre los delegados a la AIPAC. Desde la mención de apertura de su nombre por el Embajador Ron Dermer el domingo en la mañana, cada referencia a Haley fue recibida con aplausos y vítores de aprobación.

Aparentemente la única persona que desconocía su estatus estelar era la embajadora misma, quien estaba claramente impresionada por la recepción que recibió. La ovación de pie continuó por tanto tiempo que Haley, habiéndose sentado finalmente después de agradecer a cada sección de la multitud, fue forzada a pararse otra vez enseguida, y eventualmente hacer gestos a la audiencia para que tomaran sus asientos, para que la conversación con Senor pudiera comenzar.

La Embajadora de Estados Unidos para la ONU Nikki Haley agradece los aplausos mientras ella llega para hablar en la conferencia de política de AIPAC en Washington D.C., el 27 de marzo del 2017.

El atractivo de Haley es fácilmente comprensible. Ella se ve tanto afable como seria. Habla directamente. Una ex gobernadora de Carolina del Sur, tiene un historial que incluye el logro altamente resonante, para esta audiencia, de haber firmado la ley en la primera legislación estatal para contrarrestar el movimiento BDS (Boicot, Desinversión y Sanciones) contra Israel. Y ahora se está enfrentando a la vilipendiada ONU.

Sin parecer apresurarse, ella también ofreció, anteriormente en sus comentarios, un paralelo muy potente entre su crianza india-estadounidense Sikh y lo que ella llamó la cultura israelí (supongo que ella quiso decir judía) que le habría ganado la simpatía de cualquiera en la audiencia que todavía no hubiera sido conquistado: “Nosotros somos muy cercanos. Amamos a nuestras familias. Tenemos una fuerte ética de trabajo. Creemos en el profesionalismo y la filantropía y en dar de regreso”, dijo ella. Y entonces hizo una pausa. “Así que eso son todas las cosas buenas”, continuó ella, ante la risa de muchos. Después, “Somos agresivos. Somos testarudos. Y no lo pensamos dos veces para una pelea. Así que es un…¨Ella no logró terminar esa frase, tan abrumadora fue la carcajada”.

Su retórica tenía sentido común. Ella fue a las Naciones Unidas y la encontró un lugar absurdo. Y ahora ella estaba contándoles a los chicos de AIPAC sobre ello.

Ella recordó lo “extraño” que fue para ella, cuando puso por primera vez los pies en la ONU, escuchar a delegado tras delegado simplemente golpear a Israel -aún más cuando hay tantas crisis y amenazas con las que lidiar en Medio Oriente. “Yo sabía que lo que ellos decían era malo, para hasta que lo oyes, y lo ves, simplemente no puedes comprender qué tan ridículo es”, dijo ella.

Ella criticó el amado acuerdo nuclear con Irán del ex presidente Barack Obama, y dijo que “me sobrepasaba” y era “terrible” que el tratado hubiera logrado ser aprobado.

Ella declaró que cuando la Resolución 2334 del Consejo de Seguridad de la ONU fue aprobada en diciembre del 2016, su aprobación fue facilitada por el fracaso de la administración Obama para ejercer el veto, “todo el país sintió una patada en el estómago. Nosotros simplemente habíamos hecho algo que mostraba a Estados Unidos en su punto más bajo en la historia”, dijo ella. “Nunca nosotros dejamos de respaldar a nuestros amigos. No tenemos un mayor amigo que Israel. Y ver que eso sucede fue no solamente embarazoso, fue doloroso”. Hoy en cambio, al contrario, continuó ella, “todos en las Naciones Unidas están asustados de hablarme sobre la Resolución 2334. Y quiero que ellos sepan…Miren, eso sucedió, pero nunca volverá a suceder”.

Todas estas declaraciones francas fueron recibidas con deleite.

La Embajadora de Estados Unidos para las Naciones Unidas Nikki Haley hablar en la conferencia de política de AIPAC del 2017 en el Verizon Center en Washington D.C. el 27 de marzo del 2017.

Así también, algunas de sus agudezas, entregadas con moderación, pero con inequívoca convicción.

Sobre Irán: “Vamos a vigilarlos a ellos como un halcón”.

Sobre su enfoque para confrontar lo que ella piensa que es injusto: “Todo lo que hice fue decir la verdad”.

Sobre el desarrollo del cambio en la ONU: “No estoy ahí para jugar”.

Y: “Los días de apalear a Israel han terminado”.

Y: “Yo uso tacones. No es por una declaración de moda. Es porque si veo algo que está mal, nosotros vamos a patearlos cada vez”.

Y la más aplaudida de todas: “Así que para cualquiera que diga que no puede lograr hacer nada en la ONU, ellos necesitan saber que hay un nuevo comisario en el pueblo”.

Pero Haley, sin importar lo convincente que fuera, no hubiera ascendido si no fuera por los tangibles éxitos iniciales de su misión. Fue la combinación de palabras con los primeros hechos lo que cimentaron su triunfo.

La gente de la ONU “no sabía exactamente qué tenía ella en mente al principio, así que nosotros se los mostramos”, djo Haley. Entonces, cuando ellos decidieron intentar y poner a un palestino (el ex primer ministro de la Autoridad Palestina Salam Fayyad) en una de las posiciones más altas que jamás se habían dado en la ONU, nosotros dijimos no, y lo hicimos despedir¨. Eso cosechó una respuesta muy entusiasta, pero Haley no había terminado. “Eso no significa que no era un hombre agradable”, dijo ella graciosamente. “Eso no significa que él no fuera bueno para Estados Unidos”, se permitió.

Pero entonces llegó el remate: “Lo que significa es que hasta que la Autoridad Palestina venga a la mesa, hasta que la ONU responda de la manera que ellos están supuestos a hacerlo, no hay más regalitos para la Autoridad Palestina”. El techo realmente tembló.

Segundo ejemplo: “Entonces ellos nos pusieron a prueba otra vez. Y este ridículo informe, el informe Falk, salió. Yo no sé quién es el tipo, o qué se propone, pero tiene serios problemas”, dijo Haley, ligeramente horrorizada. “Va y compara a Israel con un estado apartheid?”

Entonces qué hizo ella sobre eso? ¨La primera cosa que hacemos es llamar al secretario general, y decir, ´Este [informe] es absolutamente ridículo. Usted tiene que retirarlo´. El secretario general inmediatamente retiró el informe, y entonces, el director ahora ha renunciado¨. Nuevamente el estruendo.

La Embajadora de Estados Unidos para la ONU Nikki Haley reacciona a los aplausos al final de su aparición en la conferencia de política de AIPAC del 2017 en el Verizon Center en Washington D.C. el 27 de marzo del 2017.

Y fue entonces cuando ella pronunció el comentario del “nuevo comisario”: “Así que para cualquier que diga que no se puede lograr hacer nada en la ONU, ellos necesitan saber que hay un nuevo comisario en el pueblo” Realmente, sí.

La “próxima presidenta de Estados Unidos”? Ese realmente no es el punto ahora.

Pero qué activo para el actual.

 

Fuente: The Times of Israel
Traducción: Comunidad Judía de Guayaquil



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