EL ANTI-SEMITISMO PROSPERA EN EUROPA

POR: Michael B. Oren

anti-semitismo

Soldados armados patrullan fuera de una escuela en el barrio judío del distrito de Marais
el 13 de enero del 2015 en París.

Nota del Editor: Michael B. Oren ex embajador de Israel para Estados Unidos y miembro de la Knesset, es el autor de Ally: My Journey Across the American-Israeli Divide” (Random House, 2015). Las opiniones expresadas en este comentario son suyas.

(CNN) El anti-semitismo está prosperando en Europa, así que no fue una sorpresa oír las noticias el mes pasado sobre el récord establecido en la migración judía a Israel en el 2015. Es una tendencia que debería preocupar a los líderes europeos, quienes deberían preguntarse cómo han alimentado ellos este flagelo. De hecho, el tema plantea una pregunta extremadamente preocupante –más de 70 años después del Holocausto, Europa ha cambiado realmente?

Tomen, por ejemplo, la reciente decisión de la Unión Europea de etiquetar los productos judíos de Judea, Samaria (la Franja Occidental) y los Altos del Golán.

Hay más de 200 disputas territoriales en el mundo, pero Europa no etiqueta los productos hechos en el Tíbet ocupado por los chinos o en el Chipre ocupado por Turquía. La Autoridad Palestina ha rechazado dos veces -en el 2000 y el 2008 -ofertas israelíes para un estado en Gaza, Jerusalem del Este, y casi toda la Franja Occidental. En su lugar, los líderes palestinos han ordenado o alentado los ataques terroristas que han matado a más de 1,500 israelíes y mutilado a muchos miles más.

El Presidente de la Autoridad Palestina Mahmoud Abbas se rehúsa incluso a negociar con Israel. Sin embargo, Europa no etiqueta los productos palestinos, solamente aquellos hechos por judíos. Y no solamente por judíos en Judea y Samaria, sino en el este de Jerusalem, el hogar de más de la mitad de los judíos de la ciudad. Imagínense castigar a los judíos por vivir en su propia capital ancestral.

Más indefensiblemente, Europa también etiquetará los productos judíos de los Altos del Golán, donde no hay palestinos en lo absoluto. En su lugar, hay una pequeña población de Druzos, de los cuales un número creciente está optando por la ciudadanía israelí. El Golán, el cual ha estado bajo control de Israel más del doble de tiempo que estuvo en control de Siria, es esencial para evitar que la guerra civil siria se propague al sur a Jordania y Egipto. Así que qué espera lograr Europa etiquetando los excelentes vinos israelíes del Golán -y forzando a Israel a efectivamente ceder el territorio a ISIS?

Tristemente, Europa está tan determinada en singularizar a los judíos que se las arregla para perjudicar a los mismos palestinos que pretende ayudar. Decenas de miles de ellos son empleados en fábricas de propietarios judíos en la Franja Occidental. Una vez que estos productos israelíes sean etiquetados, ellos no serán comprados o siquiera abastecidos por la mayoría de los europeos. El resultado será un boicot de facto que llevará a la bancarrota a docenas de compañías israelíes y llevará a sus empleados palestinos -quienes ganan mucho más que el promedio de la tasa de la Franja Occidental -a quedarse desempleados.

Pero el etiquetamiento de Europa no solamente perjudica a los judíos y los palestinos, sino también a Europa misma. El vacío creado por el retiro de Estados Unidos de Medio Oriente está siendo llenado por Rusia y otros actores. Europa tiene la oportunidad de intervenir y desempeñar un papel diplomático líder. Pero al seguir una política tan sesgada, Europa arriesga perder la imparcialidad necesaria para una mediación efectiva.

Una oportunidad histórica será perdida.

Así, también, la capacidad de Europa de luchar contra el anti-semitismo. Recientemente, Francia e Italia conmemoraron el Día Internacional de Recordación del Holocausto siendo anfitriones del Presidente de Irán, un país que lleva a cabo un concurso de caricaturas presentando trabajos de trivialización o negación del Holocausto. Y mientras lamentan el asesinato de 6 millones de judíos, los líderes europeos tienen puesto el ojo en los contratos multibillonarios en dólares con un Irán que se compromete a destruir a Israel y sus seis millones de judíos.

Ya sea la ministra de relaciones exteriores de Suecia condenando a Israel simplemente por defender a sus ciudadanos del terrorismo, o el ministro de relaciones exteriores de Francia amenazando con reconocer a Palestina a menos que Israel participe en su conferencia para reconocer a Palestina, Europa parece obsesionada con los judíos. Desafortunadamente, esa obsesión -caracterizada por singularizar y demonizar a los judíos mientras abrazan a sus asesinos -mantiene al anti-semitismo europeo prosperando.

Michael B Oren

Michael B. Oren

Fuente: CNN

(Traducción por la Comunidad Judía de Guayaquil)



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