Nacidos en la ruta: Los niños del Éxodo, 70 años después

El SS Éxodo en 1947

 Ahora rodeados de nietos, ellos nacieron en el famoso barco llevando a 4.500 inmigrantes ilegales judíos desde Europa a Palestina en 1947.

 Cada vez que Galia Ashkenazi, una educadora de Shoham, llega al aeropuerto, ella siempre despierta el interés del personal de seguridad. En el espacio reservado para el lugar de nacimiento, su pasaporte dice, “en ruta a Israel”. “Ellos inmediatamente me preguntan de qué se trata eso, entonces corren para mostrar mi pasaporte a los otros”, relata ella, “y después empiezo a contarles toda la historia”.

Ashkenazi no está sola. Yosef Svirski, un trabajador retirado del Banco Hapoalim de Ramat Hasharom, también provoca el interés cuando pasa a través del aeropuerto.  “Cada vez que me piden mi pasaporte me convierto en una atracción”, dice él. “El inspector de seguridad llama al supervisor en turno y pronto ellos se reúnen alrededor mío”.

El tema común vinculando a Ashkenazi, Svirski y unas pocas docenas más de israelíes celebrando su 70mo cumpleaños en estos días es el hecho de que ellos nacieron en medio de un evento nacional fundamental e histórico. Ellos son llamados los “niños del Éxodo”, por el famoso barco que llevó a 4,500 inmigrantes ilegales judíos desde Europa a Palestina en el verano de 1947. Ellos todavía estaban en el vientre de sus madres, mujeres jóvenes que junto con miles de otros fueron lanzados al mar, a empujones con los británicos, y arrestados al entrar al país. Luego fueron deportados a Europa, convirtiéndose en última instancia en el emblema de toda la empresa de la inmigración ilegal.

A través del último mes, Haaretz ha rastreado a algunos de ellos a través de un grupo de Facebook llamado “Exodus 1947-2017”. Hay cientos de miembros: Algunos de ellos los inmigrantes ilegales mismos mientras que otros son hijos y nietos de los originales. Algunos nacieron en el Éxodo y otros, en los barcos deportándolos desde Haifa de regreso a Europa. Muchos nacieron en los campos de personas desplazadas en Alemania, la última parada de los viajes de los barcos.

Zvi Hatkevitz (izquierda) y Tzipi Portnoy, ambos ´niños del Éxodo´,
parados frente a un dibujo del barco, 23 de agosto del 2017

El 11 de julio de 1947, cuando el Éxodo salió de Francia en su camino hacia Palestina, estaba llevando a 1,282 mujeres, junto con 1,561 hombres, 1,018 jóvenes y 655 niños, como es documentado por la historiadora Prof. Aviva Halamish de la Universidad Abierta. Ella fue la primera persona en profundizar en la historia, escribiendo subsecuentemente un libro sobre ello llamado “The Exodus Affair”. De acuerdo a los datos reunidos por ella, al final del viaje, 56 bebés habían sido añadidos al manifiesto del barco, incluyendo a algunos que nacieron a bordo. Unas pocas docenas más fueron añadidas a la lista más tarde, en los campos.

Ashkenazi fue una de ellos. Su primer nombre atestigua esto. “Fui llamada Galia ya que nací sobre las olas [gal en hebreo]”, dice ella. Nació a bordo del Empire Royal, uno de los tres barcos deportando personas que llegaron a Haifa en el Éxodo de regreso a Europa. “Las condiciones en el barco eran incómodas para todos, obviamente, así que imaginen cómo una mujer en las etapas avanzadas del embarazo se sentía, en el calor del verano y en las condiciones de hacinamiento, con alimentos y agua insuficientes”, relata. Ella nació el 9 de agosto, cuando los barcos de deportación anclaron en Port-de-Bouc en Francia. Los inmigrantes ilegales se negaron a desembarcar.

“Mi madre entró en trabajo de parto a bordo del barco y ellos sugirieron que bajara y buscara asistencia médica en la clínica del puerto, pero ella se rehusó”, dice Ashkenazi. Finalmente, un médico que era parte del grupo vino en su ayuda y recibió a la bebé. “Una caja naranja, acolchonada con salvavidas, sirvió como mi cuna”, dice ella. “Las camisas de mi padre sirvieron como pañales”. En una foto del álbum familiar, ella conserva una foto de sí misma en un coche, junto a sus padres y su hermana de tres años, en un campo para personas desplazadas alemán al cual fueron deportados más tarde.

Solamente en mayo de 1949 la familia logró ir a Israel. Sus padres trabajaban en el Instituto para la Investigación Biológica de Israel en Nes Tziona. Cuando cumplió 16 años fue a obtener su cédula de identidad en el Ministerio del Interior. Le preguntaron dónde había nacido. “Les dije que había nacido en el Éxodo, así que eso es lo que ellos escribieron”, dijo ella. Esto fue más tarde cambiado a “en ruta a Israel”, lo cual todavía está en su documento hasta este día.


Una familia de inmigrantes ilegales judíos deja el Éxodo en Haifa para ser deportados de regreso a Europa, 1947

Yosef Svirski nació dos días después que Ashkenazi, en otro barco de deportación, el Runnymede Park. Un médico militar británico que acompañaba a los deportados en ese barco asistió su nacimiento en la cubierta. Hace veinte años, cuando ese médico se retiró, encontró el certificado de nacimiento de Svirski en su casa, donde él lo había conservado durante todos esos años. Se contactó con la embajada israelí en Londres y devolvió el certificado a su legítimo propietario.

En este documento histórico dice que “un niño varón nació a una de las inmigrantes ilegales judías que estaban siendo llevados a bordo”. Svirski le preguntó a la embajada británica en Tel Aviv si él tenía derecho a la ciudadanía británica basado en el documento que ahora poseía. “Ellos dijeron que esta era la primera vez que un caso así se presentaba ante ellos y prometieron investigarlo”, recuerda él. La respuesta fue positiva. “Ellos explicaron que yo había nacido en un barco de guerra británico, lo cual es considerado territorio británico, así que tenía derecho a la ciudadanía”, dice él.

El primer bebé nació en el Éxodo el 12 de julio, el día después de que salió de Francia para Palestina. “Felicidades, tenemos un bebé varón. La madre y el niño están bien”, se leía en un anuncio enviado desde el barco a los comandantes de la operación de inmigración ilegal clandestina Aliyah Bet dirigida por la organización paramilitar Haganah.

Para los inmigrantes ilegales, los líderes del barco tuvieron un mensaje más dramático: “Esta mañana un niño nació en nuestro bote. Que el recién nacido sea un símbolo de nuestra determinada voluntad de vivir. Le deseamos al recién nacido éxito en plantar las raíces en el suelo de su país”.

Tragedia en el mar

 No todos los nacimientos en el Éxodo terminaron con buena fortuna y no todos los bebés que nacieron ahí están celebrando su 70mo cumpleaños en Israel, rodeados de sus nietos. El 15 de julio de 1947, Paula Abramowitz, una de las inmigrantes ilegales, murió como resultado de complicaciones durante el parto. “Es un caso del que vale la pena hablar, ya que es emblemático de la tragedia de la vida judía estos días”, dijo una doctora que estuvo presente en el momento. Abramowitz había entrado en trabajo de parto un día antes de que el barco zarpara y fue enviada a un hospital, pero su esposo no la dejó quedarse ahí, preocupado de que ellos perderían la partida del barco.

Galia Ashkenazi es una bebé con sus padres y hermana
en un campo alemán para personas desplazadas, 1947

 “El miserable padre se sentía culpable y el dolor se asentó en su corazón. Les rogó que al menos salvaran al niño, pero no era fácil. El hacinamiento y la enfermedad había detenido el flujo de leche en la mayoría de las madres lactantes”, dijo la doctora, quien tuvo que dar al bebé leche enlatada. “Tenemos que hacer todo lo posible para mantenerlo vivo”, le dijo Yossi Harel, el comandante del barco, a ella.

Finalmente, un ginecólogo de 60 años accedió a cuidar del bebé y cuando el barco atracó en Haifa, a ella se le permitió desembarcar con el bebé y su padre e ir a un hospital, pero unas pocas semanas después el bebé murió.

Otro bebé nacido en el mar en el barco de deportación Ocean Vigor, el cual estaba en camino a Hamburgo, murió unas pocas horas después de nacer. Su cuerpo fue bajado al mar en un contenedor de estaño, “causando un estremecimiento en los corazones de los inmigrantes ilegales. Esto indujo a una atmósfera opresiva entre ellos y a toda la comunidad antes del estado”, escribió Halamish en su libro. Esta trágica historia fue conmemorada por el poeta Nathan Alterman en su columna semanal para el periódico Davar, quien describió el funeral del bebé en el mar, en pañales y dentro de un contenedor de estaño.

Incluso 70 años más tarde, algunos de los “niños del Éxodo” sienten el impacto de los dramáticos eventos en los cuales ellos nacieron. “Aprendimos de nuestros padres a asumir la responsabilidad por la vida, y que si tú estás determinado puedes lograr cualquier cosa, sin quejarse ni lloriquear”, dice Tzipi Portnoy, una mujer del área de Haifa que trabaja en la industria de alta tecnología.

Ella nació en un campo de desplazados en Alemania, a donde sus padres fueron deportados. Su madre, quien nació en Polonia, no le contó nada de las dificultades alrededor del embarazo y su nacimiento. “Ni una palabra. Absolutamente ninguna”, dice Portnoy. “Ellos no hablaban de las dificultades a pesar de las historias de horror que yo oía de otros. Para ellos, todo estaba bien”.

El año pasado ella regresó para una visita a Emden, la ciudad portuaria en la cual nació. Encontró que no había restos de la estancia ahí de los inmigrantes ilegales. Por su iniciativa, una placa conmemorativa fue colocada donde el campo había estado, documentando este capítulo en la historia de la ciudad bajo el título, “La Odisea del Éxodo 1947”. La placa está acompañada por fotos, documentos históricos y una explicación.

Una reunión

 Zvi Hatkevitz, quien trabaja para los Sistema de Defensa Avanzada Rafael y vive en Haifa, también nació en un campo para personas desplazadas. Sus padres eran sobrevivientes del Holocausto de Polonia quienes se casaron en junio de 1947 en otro campo así en Alemania. Desde ahí, ellos fueron transferidos a Francia por la red de inmigración ilegal, a fin de abordar el Éxodo el siguiente mes.

Su madre estaba preocupada de que no la dejaran navegar así que escondió su embarazo, “usando un abrigo en el calor del verano a fin de esconder su estómago”. Unos pocos meses después, cuando el barco ancló en Hamburgo, Hatkevitz nació en suelo alemán. Su certificado de nacimiento, escrito en alemán, lleva la histórica fecha del 29 de noviembre de 1947.

A través de los últimos meses él ha estado dedicando toda su energía a organizar un evento para conmemorar los 70 años desde la partida del Éxodo, una reunión que tendrá lugar en Haifa el 7 de septiembre. Él ha estado uniendo sus esfuerzos con Izac Rozman, el hijo de Mordechai Rozman, los líderes de los inmigrantes ilegales en el barco, y con Yaakov Weiman, el hijo de Carmela Weiman, otra inmigrante ilegal quien en un punto desempeñó un importante papel contrabandeando algunos explosivos a uno de los barcos de deportación.


El SS Éxodo en Haifa, 1947

“Me hace llorar”, dice Hatkevitz con emoción cuando habla sobre el Éxodo desde una perspectiva de 70 años, recordando que este año se conmemora otros aniversarios de eventos históricos en la saga sionista: 120 años desde el primer Congreso Sionista; 100 años desde la Declaración Balfour y 70 años desde la resolución de la ONU sobre la partición de Palestina, la cual fue aprobada el día que él nació. “A bordo todos estaban juntos, con un solo objetivo”, dice él. “Había judíos seculares y religiosos, gente de Hashomer Hatzair [un movimiento socialista sionista] y Hapoel HaMizrahi [un movimiento religioso sionista], judíos ashkenazíes y Mizrahi. Cómo se puede comparar eso con las crecientes fisuras de hoy?”, pregunta él tristemente.

Hatkevitz es muy enérgico. Recientemente publicó un diario de viaje escrito en hebreo por su padre mientras estaba a bordo del Éxodo. Y está aprovechando el poder de los medios sociales para completar una empresa compleja: preparar, por primera vez, una lista completa de los inmigrantes que navegaron en el Éxodo. Resulta que ninguna lista así existe después de todos estos años.

Rina Offenbach, quien está a cargo de una base de datos documentando la inmigración ilegal, dice que hay varias razones para esto. Los inmigrantes les daban a los británicos información falsa a fin de hacer más difícil que los identificaran. “Puede que nosotros nunca conozcamos los nombres de todas las personas en el Éxodo”, dice ella.

Gracias a las conexiones hechas en Facebook, documentos, fotos y testimonios de los inmigrantes y sus familias aparecen todos los días. Esta semana, por ejemplo, el hijo de Tzipora Brot, uno de los bebés nacidos en Hamburgo quien celebrará su 70mo cumpleaños este año, publicó una carta escrita por su abuelo Meir el 13 de noviembre de 1947: “Tres bebés, hijos del Éxodo, nacieron esta noche. Uno de ellos es mío, nuestro. Miré dos ojos negros abiertos los cuales todavía no pueden ver nada, pero yo vi mucho en ellos -mi futuro. En los ojos de otros niños en nuestro campo, quienes nacen aquí cada día, veo el futuro de nuestro pueblo”.

 

Fuente: Haaretz
Traducción: Comunidad Judía de Guayaquil



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